Capitulo 4: Guerras eternas

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Allí estaba, en su Pais de las Maravillas. No dejaba de verlo. Parecía tan perfecto. Las flores florecían, el cielo era...perfecto. Sus juguetes de toda la vida, allí estaban. Desde la última vez que vino, lo recordaba un lugar horrible, en el que nadie estaba a salvo. En aquella primera visita, cuando perdió a sus padres, la Reina Roja estaba gobernando, y con sus guardianes, lo controlaban todo. Pero, acabó con ella, y ahora estaba todo en su sitio, tranquilo todo. ¿Qué habrá pasado desde entonces? Daba igual. Ahora solamente quería disfrutar del momento de ese maravilloso lugar.

Pero toda su tranquilidad se redujo al más mínimo en cuanto ese gato apereció. Y con "ese gato" se refería al Gato Chesire. Era un gato de lo más misterioso. Aún no conoce sus propositos, Alice aún no sabe si es bueno o es malo, no conoce su bando. Para Alice era algo en el medio, un observador de los hechos, una tercera persona. Siempre aparecía y desaparecía, como el polvo cuando se levanta por el viento, y hablaba con cierto acertijo, dejandolo todo en el aire o para pensar en ello. En cuanto su físico, era un gato muy desgastado. Tenía arañazos, marcas y desgarres por todo su cuerpo. Era muy delgado, y se le notaban mucho los huesos. Tenía las orejas muy puntiagudas, con un "mordisco" en una de ellas, y en ambas un pendiente. Y su gran sonrisa característica, que no era tan espectacular, ya que tenía los dientes medio destrozados, con varios agujeros por la dentadura.

-Veo que hace mucho tiempo ya has llegado-dijo Chesire-y a la vez justo a tiempo.

-Vaya, otra vez tú...-le respondió con un tono un poco burlón-Apareciendo de repente como si te fuera la vida en ello...

-¿Acaso mi vida esta orientada a otras cosas?

-En eso estoy deacuerdo...Asustando a la gente y decirles metáforas de como van a morir ha sido siempre tu vida

El gato se quedó pensativo unos segundos con los ojos cerrados.

-Alice, Alice...-respondió el gato, manteniendo esa gran sonrisa-es increible como te pierdes a ti misma

-Es posible...pero no tengo tiempo para perderme, me voy ya de aqui, gato.

-Bien, pero te contaré una cosa: una batalla acaba, otra comienza. Deberias ordenarte mejor, Alice, ya que ha empezado. Adelante, preparate, en guardia.

Al decir esto último, desapareció como siempre, dejando un rastro de humo y polvo de color negro, de su pelaje. Esas últimas palabras puso en un estado de shock a Alice.

"¿Debería ordenarme mejor? ¿Qué ha empezado?"

Alice se puso a mirar el paisaje,de nuevo. Ahora que lo veía era muy extraño, lo veía de otro modo. "¿Por qué no cambia y cambia?"

Alice se puso a caminar por encima de una ladera, entre rios y pequeños charcos. Mientras subía, a lo lejos, veía una especie de...¿niño?. En el Pais de las Maravillas, que ella sabía, no había ningún niño. Pero el niño no lo veía bien, por lo que no sabía quién era. Sin embargo, escuchaba su risa perfectamente. Era una voz de un niño riendose, divirtiendose, realmente nada fuera de lo normal. Tampoco con la voz reconoció al chico. Pero entre toda esta locura o visión, algo le sentaba mal por dentro. El niño, que parecía estar jugando, correteando por la cima de una montaña, se tiraba por el acantilado. Pero no cayó, porque, como el gato, desapareció, convirtiendose en una vision de locura. Para Alice una mala señal.

-¿Qué le pasa al Pais de las Maravillas? ¿Acaso debería de volver al psiquiátrico?

Alice y El Regreso de La Locura (Alice: Madness Returns)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora