Capitulo 11: Trazos rotos

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El golpe fue tremendo y escandaloso. Nada más atravesar el muro con la cabina-tetera, se levantó una nube de polvo inmensa. Alice salió disparada de la cabina por una de las ventanas y cayó al suelo, de lo que parecía ser una sala. Al rato, Alice se levantó, comprobando de no tener ningún hueso roto. No tenía huesos rotos, pero si un nuevo vestido. Había cambiado porque había entrado en una zona donde es requerido: el Territorio del Sombrerero, contaminado por gases tóxicos. Ahora era un vestido más bien negro, con cinturones por todos lados. Mirando hacía atrás tenía la cabina, ya inservible y destrozada, ardiendo. Había sido un viaje bastante movidito, y quería decirle unas cuantas cosas a ese gato, pero no tenía tiempo: tenía que buscar al Sombrerero.

-He tenido entradas mejores...-pensaba Alice

Salió corriendo de esa sala, y nada más salir, se sorprendió del paisaje. Las máquinas, las salas, los engranajes, las jaulas, los aparatos letales, las teteras y las tazas, todo, estaba flotando en el aire. Tal era el destrozo que las leyes de la física no podían ni aguantar tanto caos. Era un vacio desertico. El cielo cojía un colo verde-amarillento. No era agradable el paisaje. Alice alzó un poco la vista para buscar el lugar donde vió al Sombrerero la última vez: la sala de control. Saltando con cuidado de sala a sala y de pasillo a pasillo, se acercaba aún más a su reencuentro. Observando todas esas piezas mecánicas esparcidas en el aire, Alice recordó las autenticas atrocidades que hizo el Sombrerero. Tenía la fatídica idea de hacer armas bélicas de una forma, más "controlable". Uso a los Locos del Capirote como conejillos de indias. El Sombrerero reemplazaba órganos y partes del cuerpo con engranajes y piezas mecánicas. El resultaba podía variar: podías morir en el intento, que resultaba ser lo mejor, o podias sobrevivir, lo que era pero, ya que te conllevaba a un sufrimiento y dolor incalculable, además de ser un soldado forzado del enemigo. Incluso usó a sus amigos: el Lirón y la Liebre de Marzo, para sus experimentos. Al inocente Lirón, le reemplazó las patas por ruedas y al un poco más astuto Liebre de Marzo le reemplazó su brazo derecho por un cuchillo. El Sombrerero usó el miedo de Alice como arma, y la atacó con facil palabrería. Alice no olvidó eso.

Llegó a una sala rodeada de sangre de suelo a techo. Había una maquina con cuchillas delante. Había jaulas con pajaros Dodos colgados en el techo. Los pajaros Dodo era otra herramienta para sus experimentos, y como había tantos en el Pais de las Maravillas, los usó sin cuidado. Ahora, no queda ningunó, solo los de está fábrica y sus alrededores. La sangre se debía a que una de esas jaulas había caido en la propia máquina, haciendo que el pájaro saliera en mil pedazos por toda la habitación. Aunque la fábrica estaba en estado de caos, esta maquina de cuchillas seguía funcionando. Algunas de las jaulas de los pájaros estaban rotas. y por eso estaban volando a los alrededores. Otros siguen llenas, y faltaban algunas jaulas incluso. ¿Dónde podrían estar?

-Que horror...Parace la azotea de la señora Witless, solo que estos están sin alimentar

Se alejó de esa horrible sala y continuó su camino hacia la sala de control. El Sombrerero ha hecho cosas horribles al Pais de las Maravillas, y eso no hay que negarlo. Aún por las cosas que hizo el Sombrerero, Alice no perdía la esperanza, aún. Hay algo extraño en esta fabrica, no parece tan abandonada del todo, y eso a Alice no le gustaba ni un pelo o dos.

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Estoy muy agradecido que me comenteis y me pregunteis cualquier cosa sobre la historia. Sobretodo gracias a aquellas personas que siguen esta historia de cerca, y expresan su gratitud (que bien hablo por favor). He tardado un poco en este capitulo porque lo he escrito como dos veces más, pero se me ha borrado las dos veces por un descuido mio (que soy mu' tonto vamoh)

Aún así, seguiré la historia con mucho entusiasmo. Un saludete

Alice y El Regreso de La Locura (Alice: Madness Returns)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora