[WooGyu] Inconvenient Truth [Completa]

Capítulo 2. I'm just like this

POV. SUNGGYU

Tan poco tiempo y tanto por hacer.

Ese había sido siempre mi lema, puesto que quería hacer demasiadas cosas para el poco tiempo que tenía uno a lo largo del día para poder hacerlas todas y eso, de alguna forma, siempre conseguía frustrarme, al menos lo suficiente como para que me costase hacer eso que la gente llamaba "perder el tiempo".

Lo odiaba, era incapaz de estar sentado cinco minutos sin hacer nada, probablemente nunca lo había conseguido, ni siquiera cuando mi madre me obligaba a dejar de leer mientras teníamos alguna comida familiar.

Si no estaba leyendo o escribiendo debajo de la mesa estaba haciendo cálculos mentalmente sobre las cosas que tenía que hacer después y cómo reorganizar de nuevo mi tiempo para que pudiese hacer todo lo que había planeado a lo largo del día.

Algunos me llamarían trabajador compulsivo, pero yo solo pensaba que uno debía de aprovechar el tiempo que tenía si quería hacer algo con su vida.

Perder el tiempo no era productivo.

Uno podía disfrutar de la vida leyendo un libro también, así que no era absolutamente necesario estar todo el tiempo haciendo cosas como trabajos, estudiar o trabajar.

A veces a mí me gustaba leer solo por el placer de leer, aún si lo que estaba leyendo no tenía que ver en absoluto con algún trabajo que tuviese pendiente, si bien era poco probable.

Como norma general primero hacía los trabajos y leía toda la información pertinente antes de dedicarme a leer otras cosas que no fuesen reglamentarias.

Mis compañeros de piso me decían que mi vida era aburrida por actuar así, pero yo no era como ellos y, después de todo, mis intereses de por sí solían ser distintos a los de la mayoría de la gente.

A mí no me interesaba ir a fiestas, beber como si me fuese la vida en ello y hablar con gente desconocida e igualmente borracha con el objetivo de terminar metidos en la misma cama.

Eso era absurdo y antihigiénico, algo que no mucha gente parecía entender.

Si de por sí ya era complicado tener una pareja con la que uno se entendiese y pudiese hacer ciertas cosas, con un completo desconocido la cosa empeoraba demasiado, así que nunca me lo había planteado.

En realidad, ni siquiera me había planteado tener una pareja, principalmente porque sabía que no tenía tiempo para ello.

Sería bueno encontrar a alguien con mis propios gustos, siempre era gratificante tener con quien hablar de alguna obra interesante que me hubiese gustado y poder compartir opiniones, pero hoy en día eso no existía.

No por lo que había llegado a observar en mis últimos años de vida, así que ni me molestaba en buscar, solo sería perder el tiempo y ya había decidido que no merecía tanto la pena.

Probablemente, solo había una persona en todo ese planeta que pudiese hacerme perder cinco minutos de mi tiempo, principalmente porque tendía a robarme descaradamente los libros siempre que aparecía frente a mí, exigiéndome algo de atención, aunque no era como si no pudiese escuchar y leer a la vez, pero no le gustaba.

A ese niño en realidad probablemente no le gustaba nunca nada que no le prestase atención, pero seguía empeñado en exigir la mía cada vez que lo tenía pululando de un lado a otro de mi apartamento.

El crío ni siquiera era uno de mis compañeros de piso, venía siendo algo así como el amigo o la pareja de uno de ellos, pero no era algo que tuviese demasiado claro, tal vez porque raramente prestaba atención a esas cosas.