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Abrí mi casillero mientras escuchaba a Jaebum hablarme sobre la fiesta que estuvo anoche. Y había otra nota entre medio de los libros.

“Una de mis fantasías que tengo es follarte sin piedad contra esos casilleros, a ver sí puedes caminar ahora.

Jaebum me quitó el pequeño papel y lo leyó, luego me miró con una ceja alzada.

—¿Esta es la mierda que te escriben? —Asentí mientras cerraba el casillero—. Yugyeom, creo que se quién es.

Le dediqué una sonrisa torcida, preguntándole quién pero este dijo:

—No te diré, Yugyeomie. No quiero que le tengas odio. Yo me encargaré, verás que mañana no habrá notas de él.—

—La verdad es que son dos. —Murmuré apenas.

—¿Dos? ¿Tienes otra nota del otro? —

Asentí y busqué la otra nota, que estaba en mi mochila.

“Quisiera que fueras mi refrigerador para meterte hasta los huevos.”

Se lo entregué y a Jaebum le causó risa.

—Mejor vamos a casa, niñito. —sonrió

Entre calles ✧ Bgyeom.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora