Two Jin's ;Kim Seok Jin

진 세

Me miro constantemente al espejo, observando mi reflejo, llevaba puesto un vestido floreado que me llegaba hasta las rodillas, el cual dejaba a la vista mis múltiples tatuajes.

¿Cuando accedí a esto? Y no me refiero a lo de salir con el idiota de Jin sino al usar el estúpido vestido, ¿que demonios paso por mi cabeza para decidir usar esta barbaridad?

Borro esa estúpida idea de mi cabeza y empiezo a tratar de quitarme la ropa, en eso escuchó que mi celular suena anunciando que me ha llegado un mensaje, bufo y voy hasta la mesita de noche en donde lo tengo cargando.

Idiot like Pinku;
Ya estoy en tu puerta

Me;
¿Que?
Se supone que llegarías en 30 minutos

Idiot like Pinku;
Si
Eso te lo dije hace 30 minutos

Me golpeo la frente, ¿como pude estar tan distraída viéndome con este vestido por mas de 30 minutos? Ya no hay mas tiempo, mientras mas rápido termine esto, mas rápido podre deshacerme de el.

Me;
Ya salgo
Espera

Salgo disparada de mi habitación bajando las escaleras con unas malditas sandalias las cuales no son muy cómodas que digamos, definitivamente ¿en que estoy pensando? Al llegar a la entrada trato de arreglar mi cabello, observando mi reflejo por el espejo de la sala, aliso mi vestido, me quito las incomodas sandalias para dejarlas cerca de la puerta y ponerme unos zapatos mas cómodos, suspiro con nerviosismo y siento como mi cuerpo tiembla.

Vamos Jin, no es nada del otro mundo pienso.

Abro la puerta admirando a un Jin arrodillado jugando con el perro del vecino frente la entrada de la puerta, ¿porque esta escena me causa tanta ternura? El se levanta inmediatamente al verme y sonríe. Llevaba la ropa que había escogido, la vestimenta le quedaba mas que perfecta.

–Te ves preciosa–siento mi rostro caliente y trato de ocultar mi sonrojo bajando la cabeza–¿vamos?–el coloca su brazo para que enrolle el mío en el, lo ignoro y cierro mi departamento dándole la espalda, para seguir de largo con el siguiendo los talones.

Al llegar a la recepción un chico voltea a verme silbando llamando la atención de el, causando que me tome de la cintura y me arrastre hacia la salida. Lo golpeo haciendo que el suelto un gruñido.

–¡¿Quieres decirme que fue eso?!–el me mira apenado y susurra un lo siento, ruedo los ojos–¿donde esta tu auto? O ¿acaso iremos caminando?–el abre la boca, pero un chico aparece detrás suyo.