진여덟

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Me vida se convirtió en un drama, no podía conciliar el sueño por las noches. El maldito insomnio se había apoderado de mi con fuerza.

Solo deseaba algo de paz en mi vida, pero pareciese que eso jamás llegaría, el incidente con Chul me dejo sumamente preocupada. No sabia de que era capaz de hacer.

Tenia mucho miedo, miedo por Jin, sin darme cuenta el se había metido tanto en mi vida que no podía dejar de pensar en el.

No importase lo mucho que tratara de apartarlo algo dentro mío lograba hacer que volviese. Me estaba enamorando de Jin. Lo estaba haciendo.

Era otro día normal en la tienda, el día era radiante y sumamente deprimente como yo. Jin me había escrito un par de veces queriendo charlar conmigo sobre nuestros sentimientos.

Solo había pasado una semana, pero sentía que había pasado un mes, me debatía si era lo correcto salir con el y las consecuencias que conllevaria estar con el.

Necesitaba una señal, una pequeña para decirme de que no me arrepentiría de dar el si.

Un sonido en particular hizo que volviese a la realidad, alguien había llegado a la tienda. Pude ver desde atras que se trataba de una chica, tenia el cabello rubio y su atuendo daba entender que había salido de la escuela.

–¿Puedo ayudarte?–la chica volteo y pude sentir todo mi maldito humor caer de bruces.

Era la misma chica que le había enviado el mensaje a Jin usando su sudadera. Algo dentro estalló, sentía como la tristeza e irá se apoderaba de mi.

–Oh si, necesito un chaleco negro para una amiga ¿cuanto me costaría?–solo pude tragar en seco.

–Los chalecos cuestan 12.456 wones–me costaba fingir la sonrisa.

–Genial me lo llevo–solo pude asentir indicándole donde estaban los chalecos.

Al momento de pagar, ella sonreía observando algo en su celular. Una llamada en particular hizo que se alejara un poco de mi pero aun así estaba lo suficientemente cerca para oírla.

–¡Jin Oppa!–la sangre se me subió a la cabeza, si antes estaba enojada ahora lo estaba peor–estaba comprando ropa donde me recomendaste, si ya me fije ella es muy bonita.

¿Estaba hablando de mi? ¿Acaso me perdí de algo?  

–¡Si Oppa adiós!

Ella se volvió a acercar a mi dándome el efectivo.

–¿Sabes? Jin Oppa no deja de hablar de ti, se nota que realmente te quiere, ojala puedan salir, el es un maravilloso chico y creeme cuando te digo que comida nunca te faltara junto a el ¡Ojala salgan!–mi mal humor y confusión desaparecieron para ser reemplazados por una sonrisa.

Oh Kim Seok Jin jamás dejas de sorprenderme.

Le había escrito en ese mismo momento pidiendo encontrarnos mañana y darle mi respuesta. Su emoción no tardó en presentarse, no sabia si era porque sabía mi respuesta, pero aun así quería hacerlo sufrir un rato por causarme celos innecesarios.

Decidimos encontrarnos en el mismo parque de diversiones de nuestra primera cita, el quería que fueramos a un restaurante, yo solo quería algo más sencillo y complejo. No quería volver a pasar por el mismo incidente del restaurante japonés.

Al dia siguiente me había puesto algo sencillo, unos jeans y una camiseta negra con la palabra STAFF escrita en ella. Pensaba ir arreglada, pero no quería volver a usar esas tontas sandalias.

Estaba más de una hora esperando por Jin frente a mi edifico, no porque hubiera llegado tarde sino porque estaba sumamente nerviosa que me había preparado más rápido de lo normal.

Tenia miedo de que después de decirle que si el cambie de opinión y diga que no quiere salir conmigo después de todo no lo culparia, lo estuve rechazando tantas veces que hasta yo misma me cansaría de esperarme.

–¡Cariño!–levantó la cabeza observando a Jin en un auto, había bajado de el para acercarse hasta mi–¿llevas esperando mucho por mi?

–Algo así...–le sonrió ampliamente y el me devuelve la sonrisa entrelanzado nuestras manos para abrirme la puerta del copiloto.

–Acabo de sacar mi licencia de conducir así que espero no tener algún accidente aún...–el suelta una pequeña risa, solo pude mirarlo con el entrecejo para colocarme rápidamente el cinturón.

El trayecto fue divertido, nos la pasábamos escuchando y cantando todos las canciones que salieran en la radio, sin importar que tan desafinados y horrible lo hiciéramos.

Al llegar al parque Jin empezó a corretear las aves que habían ahí, solo me pude dedicar a reír de lo tonto y adorable que se veía.

Eran exactamente las tres de la tarde y ya nos habíamos subido a casi todos los juegos que habían, mi cansancio no tardó en notarse y con ello mi increíble fatiga.

–Tengo sed Jin, iré a comprarme una bebida ya vuelvo..–el asintió mientras llevaba muchas palomitas a su boca y las masticaba ruidosamente.

Me acerqué al pequeño puesto en donde se encontraba una señora con un adorable delantal de conejo, le pedí un jugo de naranja y mientras esperaba mi orden observaba en mi celular algunas fotos de instagram.

Sin mediar palabras siento que alguien coloca algo sobre mi cabeza algo, al voltear observó a Jin usando unas adorables orejas de conejo.

–Te quedan mejor las de gato que a mi cariño–el me sonrió pícaramente para guiñarme el ojo. Podía apostar que el color había subido a mi rostro.

Habíamos estado en el parque casi toda la tarde y ya era hora de que tuviéramos que regresar a casa o en mi parte a la mía.

Caminábamos a paso lento hasta el estacionamiento, Jin tarareaba un canción que podía jurar que era una de SJ, mi grupo favorito con mi chico favorito ¿que más podría pedir?.

Al llegar a donde estaba su auto el se detiene el seco para observarme y mirarme fijamente a los ojos.

–De acuerdo Jin ahora puedes decirme tu respuesta, incluso si me rechazas quiero que sepas que me conformo con ser tu amigo–su voz era tan sería y varonil que me derretía de solo escucharla–aunque me costaría decirte lo bella y adorable que te en ves todos los días, pero me contendre sólo si es que me lo pides.

El trago duro para soplar, sus labios hicieron un gracioso sonido al salir el aire y se movieron de forma tierna, sin mediar mis sentidos sujeto el cuello de su camisa firmemente para juntar una de tantas veces nuestros labios en un casto beso.

Esta vez decidí dar yo el primer paso, mordí su labio inferior dando paso a mi lengua dentro de su cavidad. El sujeto mi cintura atrayendome más hacia él, su manos acariciaban mi cintura haciendo pequeños círculos mientras que mi manos estiraban sin piedad su camisa, nos separamos por falta de aire y podía ver sus labios algo rojos e hinchados por el beso.

–¿Eso responde a tu pregunta novio?–vuelvo a unir mis labios a los suyos en un pequeño beso.

El me toma de la cadera para alzarme, gritaba mientras me daba vueltas por el aire, se detuvo para besar mi rostro múltiples veces. 

 

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Two Jin's ;Kim Seok JinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora