Aquella sala blanca ya era familiar para mi, pasar dos largos años aquí ha causado que esto suceda.
Recuerdo la primera vez que llegamos aquí, Colling hacia semanas que dormía de más, a veces perdía el equilibrio, y tenía constantes náuseas. Recurrimos aquí porque era el hospital más cercano, y luego de varias horas, los resultados de la tomografía y la radiografía estuvieron listos. El doctor que en aquel momento se encontraba nos condujo a su oficina, y fue allí donde nos dijo lo que Colling tenía, lo único que se repetía en mi cabeza era una pequeña frase << Mi hijo tiene un tumor en la cabeza>> el médico se dedicó a explicarnos con detalles lo que era y como serían los tratamientos; Colling tenía un tumor cerebral maligno, o más comúnmente llamado, cáncer cerebral.
Tanto Crystal como yo quedamos devastados con esa noticia, pero a pesar de eso, debíamos seguir adelante, sabíamos que era posible quitar el tumor, mediante operaciones y quimioterapias; y esa esperanza jamás nos dejo, siempre la teníamos presente, era una de las razones por las que podíamos seguir en pie, era una de las razones por las que seguíamos creyendo que nuestro pequeño podía sanar.
Hoy, luego de dos años, mi pequeño hijo de tan sólo 6 años se sometía a su tercera cirugía. Crystal y yo estábamos en el pasillo de espera, a que Colling saliera del quirófano. Era una operación riesgosa, ambos lo sabíamos, y era por eso que los nervios nos superaban. Hacia ya una hora y media que se lo habían llevado. El ambiente era pesado y sofocante, Crystal estaba apoyada en mi hombro, intentando descansar.
Al cabo de una hora la puerta del quirófano se abrió y salieron varios médicos llevando a mi pequeño en una camilla.— Está estable, pero muy débil. En un segundo lo podrán ver— comento una de las tantas personas que llevaban a Colling
— Oye, ¿Has escuchado? Nuestro pequeño ya está bien, se encuentra estable.— le susurre a Crystal, pero ella seguía mirando por donde minutos antes había pasado Colling.
— ¿Sabes? Creo que deberíamos ir a verlo.— ella se levantó y se dirigió a la sala que Colling tenía asignada.
Rápidamente la seguí a través de los pasillos, al llegar pudimos ver como lo estaban conectando a las diversas máquinas que reiteradas veces lo habían conectado. Más de una vez me había preguntado por que le había sucedido esto a él, era tan sólo un niño.
Estábamos sentados frente a la camilla en la que se encontraba Colling cuando comenzamos a escuchar una de las máquinas sonar. Al cabo de unos segundos una enfermera llego, y detrás de ella un médico. Aquella mujer nos saco de la habitación, aún así, podíamos ver por la puerta, como el cuerpo de Colling comenzó a convulsionar, todo su cuerpo se arqueó y de un solo golpe bajo, y allí, la máquina comenzó a sonar con un ruido constante; fue ahí donde volví, sabía lo que estaba pasado, mi pequeño hijo ya no nos acompañaba en este mundo.
Crystal me abrazo mientras sus lágrimas salían. Cuando el mismo doctor que le había diagnosticado cáncer a Colling nos dijo que lamentablemente había fallecido. Y fue donde todo exploto, Crystal salió corriendo, y no se detuvo al salir del edificio, las lágrimas nublaban mi visión, y el día no ayudaba mucho, una gran tormenta se avecinaba. Sabía donde podía estar, apure mi paso y me dirigí a aquel lugar especial.
Hacia ya más de media hora que me encontraba caminando por los lados de las vías del tren, la lluvia no me permitía ver mucho, pero hacía mi mayor esfuerzo. A lo lejos logre divisar una pequeña silueta, acurrucada en las vías. Le gritaba a Crystal, con la esperanza de que me oyera. Pero aquel sonido del tren callo mis gritos. Corría lo más rápido que podía, mis piernas temblaban, y mi visión era prácticamente nula; mi mente me atormentaba, me gritaba, me ordenaba que me esforzara tan sólo un poco más. No quedaba mucho para llegar a donde se encontraba ella, pero en ese momento el tren paso por mi lado, y siguió su viaje, sin percatarse de nada. Sin ver que el amor de mi vida me había dejado.Y entonces allí, junto a las vías del tren perdí todo lo que amaba. Donde prometí amarla hasta la muerte, donde ese tren se la llevo
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Ay, muero, se terminó. Pero... Habrá un epílogo. ¿Qué les pareció el final? No me maten.Bellísimo regalo hecho por mj_anchia
Admiren que bello¿De qué creen que será el epílogo?
¿Hotel?
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Melodías de un Amor
Short StoryTal vez haya sido la manera que ella tocaba dulcemente el violín la razón por la cual a él comenzó a hablarle. Tal vez haya sido su manera de introducirse en su propio mundo y no permitir a nadie ingresar la razón por la cual él le atraía cada vez m...