A la oscuridad del siniestro bosque.

Capitulo 9: Vuelta a empezar.

Me desperte por la mañana, y él seguía dormido en mi hombro.

Se despertó, y sonrojado se aparto de mi lado.

-¡Que vergüenza😵😥🙊!- Dijo llevándose las manos a la cabeza.

-Jajajajaja- Dije.

Salí de su tienda de campaña; los demas ya habían desayunado.

Otra vez él pesado de Rodrigo salio con sus tonterías.

-Madre mía guili, cuanto amor😂😂-Y se rió.

-Dejame en paz- Proteste.

Me fui a dar una vuelta por el bosque.

¿Adivinais quién me acompaño?

Siiiii, Andrés💕.

Que incomodo fue todo, no decíamos nada.

Fuimos al lago a mirar los pececitos de colores, eran monísimos.

Se me había pasado tan rápido él tiempo que ya eran las 6.

Pero...a las 6 es cuando viene él lobo...

No me dio tiempo a reaccionar , volví a ver la misma sombra, me asuste, tropecé con una piedra y acabe cayendome golpeandome la cabeza con una árbol. Estaba muy débil no podía mover ni un músculo.

Sentí como Andrés me cogía por la cintura y me llevaba corriendo; iba hacia él reyañó. Andrés corría como si no hubiese un mañana.

Llego al reyano, pero él lobo le siguio hasta allí, lo que hizo que ya supieran donde nos habíamos alojado.

Nos escondimos entre la maleza, seguía entre los brazos de Andrés, sin apenas poder abrir los ojos.

-Gracias-Le dije con la voz ronquísima.

-De nada- Me contesto, y me dio un beso en la frente.

Omg, decidme que no ha hecho lo que creo que ha hecho.

Muero de amor.

No se si me puse roja como un tomate, seguramente si. Solo escuchaba a Andrés reírse, todavía sosteniendome en sus brazos.

Saque toda la fuerza que tenía, y le di un beso en la mejilla.

Que vergüenza, ¿Como se lo habrá tomado?.

Me volví a agachar, entre sus brazos, pero esta vez me desmayé.

No se nada más, solo se que cuando me desperté aparecí en la tienda de campaña de Andrés, y él me tenia agarrada por él brazo.

Al verme despertar se asusto y se separo de mi, poniendose rojo.

Salió de la tienda de campaña, y se sento en él suelo lejos de los demás.

Yo le seguí como pude, porque aun sentía mucho dolor en mi cuerpo.

-¿Que te pasa?- Le dije poniendo mi mano en su hombro.

-Puff, toda a sido por mi culpa, los lobos ya saben donde estamos.- Dijo. De repente vi como una lágrima recorría su mejilla.

<<¿Que hago?>> Me preguntaba una y otra vez.

No se me ocurrio mejor cosa que darle un beso, pero esta vez en los labios.

Que vergüenza. Pensé que me apartaría, pero no me puso un mano en él cuello y me devolvió él beso; todo era mágico, pero Rodrigo y María lo habían visto todo, que vergüenza.