Así empezó todo

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Eran las 11:30 de la noche, Samantha y Frank iban llegando a casa, ya un poco cansados, después de reunirse con varios amigos, la mayoría de ellos matrimonios sólidos, cada fin de mes se juntaban a cenar, charlar y convivir.
Para la mayoría de sus amigos Samantha y Frank eran la pareja perfecta, aunque sabían que como todas las parejas, siempre iban a surgir problemas, siempre solucionaban los conflictos por los que pasaban y eso era lo que ellos admiraban de ese matrimonio, el superar cada obstáculo que se les presentaba.
Ese día, durante la reunión Samantha vió algo distraído a Frank, alejado, pensativo, incluso ausente, pero no le quiso dar mucha importancia. Ella por su lado, desde la mañana que salió al trabajo, sintió una opresión en el estómago y se preocupó ya que cada vez que se siente así, pasa algo muy malo. Ya en la casa, Frank entro al baño y dejó su celular en la mesita de noche, Samantha se quitó las zapatillas de tacón alto que trajo durante todo el día y a esa hora ya la estaban matando los pies, justo se masajeaba los dedos cuando escucho un bip en el celular de su esposo, se le hizo raro, ya que últimamente Frank no soltaba el celular ni para ir al baño.
Tomó el celular y vio el mensaje que decía : " Yo también te amo, mi amor, quiero que esta noche sueñes conmigo, te mando un beso largo", el remitente era de una tal Roxane.
Samantha sintió una opresión muy grande en el pecho y sintió que se iba haciendo pequeña y la recámara muy grande, no podía creer lo que estaba leyendo, una sola lágrima salió de sus ojos, ya que en ese instante iba saliendo Frank del baño.
El cambió su semblante en un instante al ver que ella traía el celular en la mano, se quedó inmóvil en la entrada de la recámara esperando la reacción de su esposa, ella con una gran tristeza en su ojos y lagrimas desbordadas le dijo:
-¿Por qué me haces esto, que significa, este mensaje, quien es esta mujer a la que le acabas de decir que amas?
-¿Desde cuándo tienes una aventura? ¿Qué va a pasar con nosotros, ya no me quieres, explícame que está sucediendo?
Le hizo muchas pregunta a las cuales Frank no le contestaba nada, pasó un largo tiempo hasta que al fin solo le pudo decir : " Estoy enamorado de otra mujer" " Esto que lees ya tiene tiempo y no hay explicación , solo sucedió . Se enderezó y tomo una actitud como si quisiera que ella lo golpease, le pegara en la cara, le diera una bofetada o reaccionara de manera violenta en respuesta a lo que acababa de escuchar.
Pero Samantha se quedo muda, sus lágrimas iban en aumento y se sentía débil, sin fuerzas, sin ganas de nada, sin aliento , sin palabras, sólo su corazón se preguntaba una y mil veces : ¿ porque? No creía lo que estaba escuchando, no creía lo que estaba sucediendo, salió de su recámara y se fue al cuarto de su hija, que esa noche había ido de pijamada a casa de los abuelos, tampoco su hijo estaba, se había ido a una fiesta en casa de uno de sus primos que cumplía años.
Salió y empezó a alistar la cama para dormir en el cuarto de su hija.
Después de unos minutos en que trataba de digerir lo que estaba ocurriendo y de forma casi robótica , tuvo que regresar a su recámara a cambiarse la ropa y a recoger cosas que necesitaba para mañana, no quería toparse con él al día siguiente, cuando fue por sus cosas, lo vio sentado en la cama y con el celular en donde ella lo dejó, pero no se había cambiado, estaba sentado en la orilla de la cama, inmóvil , cabizbajo, callado.
Creo que en su interior esperaba que ella volviera a la recámara a hablar con el, pero cuando entró solo la vió de reojo, pero si alcanzo a ver qué ella había llorado. La observaba con una mirada triste, cada movimiento que ella hacía, recoger sus cosas, callada, lágrimas sobre sus mejillas., él esperaba que ella reaccionara y le pegara, lo confrontara, quería que ella sacara todo su coraje, ira, se desquitara con el, así , de esa manera, él podía sentirse un poco menos culpable de lo que la había echo sentir , pensaba que eso calmaría de una o de otra forma su dolor.
Pero no, el silencio que de ella emanaba era muy desconcertante para el, ante esa actitud , él no sabía que pensar, como iba a reaccionar cada uno, qué pasaría mañana, en los siguientes días, qué pasaría con sus hijos, etc., solo en ese momento pudo ver lo que había echo, pero ya había tomado una decisión: su amante .
Samantha por su parte, cuando llegó a la recámara de su hija, se cambia, se quita el maquillaje,acomoda la cama, todo lo hacía en automático, como si fuera un robot, no quería enfrentar una realidad ante sus ojos, sentía un enorme dolor, un vacío, pero tampoco pensaba nada, sus lágrimas seguían rodando por sus mejillas de forma automática, era algo que no podía controlar, no las podía contener, y mientras pasaban los segundos, los minutos, las horas, en su mente seguía grabado el mensaje que momentos antes había leído del celular de su esposo, y retumbaba en ella la pregunta una y otra vez: ¿ porque?, ¿ Porque?
De sus labios no salía ningún quejido, ni tampoco un ruido lastimero, simplemente el llanto brotaba sin cesar y era algo que ella no podía controlar, al verse frágil, indefensa, lastimada, herida, sin fuerzas, derrotada, lo único que su aliento ayudo a mitigar su dolor, fue una plegaria a Dios:
- ¿ Porque me está pasando esto a mi Señor?
-¿ No creo poder con esto? Ayúdame !
- ¡Dios mío ! Porque a mí ?
No supo cuánto tiempo pasó cuestionando a Dios el porque de su situación, porque el cansancio la venció y se quedó dormida, ya había apagado la luz y estaba recostada en la cama, con una fotografía familiar, y así como se quedó, así despertó.
A la mañana siguiente, se vio en el espejo del tocador de su hija, vio sus grandes y hermosos ojos marrón un poco rojos, así como unas grandes ojeras y la cara hinchada. Escucho ruido en el baño, era su esposo, se alistaba para irse a trabajar., decidió quedarse en la recámara, ya que lo que menos quería era encontrarse con el.
Regresó a la cama y se quedo sentada en la orilla, escuchando cada movimiento que hacia Frank ,eso la hizo sentirse tranquila, solo hasta que escucho que se abría el portón de la cochera y el sonido del carro salir de ahí .
Cuando cerró el portón y el coche arranco, ella sintió que una parte de ella se iba, ya que no sabía lo que iba a pasar, era mucho lo que tenía que digerir, como le iba a decir a sus hijos, eran adolescentes, tenía que decirles porque sus papás ya no se querían, ya no vivirían juntos, qué futuro les esperaba como familia, eran muchas interrogantes, que tenía que contestar y más que nada que contestarse ella misma.
En ese momento se levanto, se metió a bañar y se alistó para irse a trabajar, ya que ella entraba una hora más tarde que el, y así lo hizo, todo en automático, seguía haciendo las cosas como un zombie, un robot, y es que, eran tantas cosas en su cabeza, que no lograba tener una idea clara de lo que pasaría de ahora en adelante.
Entrar a su recámara por la mañana, fue como abrir una herida que acababa de ser suturada, era demasiado doloroso recordar lo que una noche antes había pasado. Era algo que todavía no digería, no creía , muy en el fondo, ella quería pensar que todo lo que estaba sintiendo y viviendo era en realidad una pesadilla, de la cual, ya quería despertar.
Se pellizcaba y sentía que dolía, que era real lo que estaba pasando, que no había sido un mal sueño, si no una realidad que no estaba preparada para enfrentar.
Durante el trayecto a su trabajo, iba ida, porque mil cosas pasaban por su mente, aunque todavía no sabía que les diría a sus hijos, no sabía cómo reaccionarían ante una separación, si les diría la verdad, o cubriría la traición que estaba destruyendo todo un futuro que ella había vislumbrado.
Llego a su trabajo y como era de esperarse, al momento de entrar la notaron extraña, pues lo hinchado de su cara no lo había podido tapar con maquillaje., por supuesto que le preguntaron al respecto:
-¿ Qué te pasa? Estás bien ? Le dijo su compañera Emma
Sabiendo que no podía disimular y sin ánimo de dar explicaciones, se limitó a contestar
- ¡ Anoche tuve una discusión muy fuerte con Frank ! Lloré de puro coraje, pero ya se me pasará, es por eso que tengo los ojos así. No sé cuánto dure esto, porque si estoy muy enojada con el, hasta estoy pensando en darnos un tiempo para valorar lo que tenemos, no sé qué voy a hacer, no quiero tomar una decisión enojada. Fue todo lo que dijo
Ante esta respuesta, Emma se quedo pasmada, no podía creer que su compañera, tan alegre, tan llena de vida, tan enamorada, estuviera pensando en separarse, de su esposo, aunque fuera de manera temporal.
Muy en su interior , sabía que Samantha no le estaba diciendo toda la verdad, pero quiso respetarla y no cuestionarla al verla en el estado en que se encontraba., tenía años de conocerla y sabía que muy en el fondo, su amiga y compañera estaba sufriendo.
La abrazo y le dijo: " Se que saldrás de esta, como siempre lo haz hecho! " " Si puedo ayudarte en algo, sabes que cuentas conmigo para todo "
- Gracias, no podía esperar menos de ti! - le contestó
- Ten por seguro, que te voy a tomar la palabra, pero no quiero pensar más en mis problemas, ¡ Vamos a trabajar!
- dijo Samantha tratando de levantar el animo y pensando que no había mejor terapia que el trabajo.
Durante la mañana había momentos en que se iba recordando lo ocurrido anoche, una que otra lagrima brotaba de sus ojos y enseguida los limpiaba para que no pudieran verla, aunque hubo momentos en que era imposible disimular el dolor que estaba sintiendo y sus compañera de trabajo veían que estaba mal, solo que no se atrevieron a cuestionarle nada, solo guardaban silencio o trataban de levantarle el animo, diciendo un par de chistes o haciendo muecas cómicas para tratar de distraerla y sacarla de esos pensamientos que la estaban lastimando.
Por supuesto que lograron su cometido, porque por momentos, Samantha olvido la noche tan amarga que había pasado, y fue gracias a sus compañeras y al mismo trabajo que pudo distraerse un rato y eso lo agradeció en el fondo de su corazón, ya que pensaba que de no ser por eso: la compañía y el mismo trabajo, de haberse quedado sola en la casa, hubiera echo alguna locura o se hubiera deprimido.
Por su parte, Frank se fue al trabajo y solo se encontraba consternado al no saber la reacción que tendría Samantha, la conocía muy bien y aunque lo amaba, era una mujer de armas tomar, es por eso que no sabía con qué cosa le iba a salir, si se vengaría, le prohibiría ver a los niños, le quitaría la casa, muchas cosas pasaban por su cabeza, pero algo era seguro: sintió alivio de que ya su infidelidad saliera a la luz.
Siguió en comunicación con Roxane como si nada hubiera pasado, seguía  mandándole mensajes de amor y hasta eroticos, ya que ese tipo de mensajes era los que recibía de parte de ella. A raíz de verse descubierto, no dudó en seguir una comunicación más íntima, más frecuente con aquella mujer, ya que ella vivía a las afueras de la ciudad su relación era más que nada virtual, aunque ya habían tenido sexo, Frank se las había arreglado para tener sus encuentros amorosos con aquella mujer, a la que conoció hace seis meses, pero con la cual había empezado una relación de adulterio hasta hace un mes. Esa mujer lo tenía loco, trastornado, no hacía más que pensar en ella día y noche, con el paso de los días y a partir de haber consumado con momentos de sexo que él no había experimentado con su esposa, eso lo volvió adicto a ella y era algo que él no esperaba que ocurriera.
Cada vez que hablaban por teléfono o mensaje, más se enamoraba, o al menos eso creía, más ansiaba estar con ella y volver a la cama y envolverse en sus besos y caricias, eso era para él una especie de droga, de la cual se le hacía imposible dejar, cada vez que pensaba en su amante, se le venía a la mente el recuerdo de su esposa e hijos, pero era más fuerte la atracción sexual que sentía por esa mujer, que todos los años vividos con Samantha,que sus hijos, que su familia. En estos momentos Frank ya no pensaba, ya no razonaba, solo tenía un pensamiento frecuente y era el nombre de esa mujer: "Roxane".
Cuando llegó la hora de descanso en su trabajo, Frank le marcó a Roxane, le dijo que pronto iría a verla, que por motivos de trabajo estaría como tres días cerca de donde ella vivía, hizo planes con ella: cena romántica, sexo, pasar lo más posible del tiempo juntos, mientras él estuviera por allá., a ella le pareció un poco extraño, la actitud, ya que la comunicación que mantenían era más en mensajes privados de sus redes sociales o del mismo celular, era raro que el la llamara, y en ese día, esa era la segunda vez que le marcaba.
Samantha salía a las 2:00 p.m. de su trabajo y salió apresurada a recoger a sus hijos al colegio, ya que su cuñada y suegro, respectivamente, le harían el favor de llevar a sus hijos al colegio por el echo de haberse quedado a dormir.
Eso la puso nerviosa, el encontrase con sus hijos y que vieran en su rostro que algo le pasaba., había logrado el momento de pensar que era lo que iba a suceder, tenía mil dudas, sentimientos encontrados.
Había decidido mentirles, pero, solamente hasta que haya hablado con Frank y llegar a un acuerdo, no diría nada., llegó al colegio por ellos y les preguntó sobre las actividades en casa de sus primos y abuelos, ellos todavía con el entusiasmo de la noche anterior le platicaron todo lo que habían hecho, eso la saco un poco de los pensamientos que había tenido durante el día.
Y para distraerse un poco más, los invito a comer pizza, ellos emocionados aceptaron, pero Leah su hija menor le preguntó : - ¿ Y mi papi va a venir a comer con nosotros?
Samantha contesto: - Su padre tiene trabajo, no iba a llegar a la casa a comer, por eso es que los traje aquí .
Loius contestó : Yo también quería comer con el, pero esperare a verlo en casa.
Esas palabras taladraron el corazón de Samantha, sus hijos adoraban a su padre, y El los había cambiado por otra mujer, eso la hizo sentir una rabia, que no sabía que tenía dentro, las palabras de sus hijos hicieron un eco en ella, pero más que nada despertaron una rabia enorme y solo quería ver a Frank frente a frente y hacerle pagar todo el daño que estaba haciendo a su vida, a ella misma, a sus hijos.
En la noche, estaba viendo la televisión con sus hijos, ya habían hecho su tarea y tenían todo listo para otro día, cuando escucho que la cochera se abría, era Frank y había llegado a casa.

Las dos caras de la infidelidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora