Peppermint winter - Owl City

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Playlist song n°12: Peppermint winter - Owl City


En un día frió de diciembre...

Caminaba presuroso con tal de no congelarse en el intento. La nieve caía incesante cubriendo todo a su paso lo cual hacía más difícil sus movimientos, pero a pesar de todo nada de eso lo desanimaba ni detenía de su destino, porque ver a su adorado e indiferente bibliotecario lo animaba a cualquier cosa.

Luego de casi un mes Bokuto terminaría el libro, ya que con solo veinte páginas su competencia con Kuroo quedaría finalmente saldada y así podría ridiculizar al azabache con todas las de la ley.

Finalmente llego a aquel santuario de paz y conocimiento que aun le generaba algo de incomodidad, ante tanta seriedad y menosprecio contra quienes no estaban a la altura de los ávidos lectores (según Bokuto). Mas cuando al abrir la puerta vio tras el mostrador a Akaashi inmerso en sus pensamientos todas las ideas negativas se esfumaron dejando solamente la inmensa alegría de regresar.

-¡Akaashi! -exclamo emocionado al entrar-

-Bokuto por favor habla más bajo.

-¡Akaashi! -alego ante la reprimenda-

-Buenas tardes Bokuto -dijo con cautela para no encender nuevamente al búho-

-Sí, lo siento por no venir -rascándose la nuca algo desconsolado-

-No tienes que disculparte, puedes venir cuando quieras. -contesto con tono tranquilizador- Estaré aquí siempre que vengas -dijo con una casi imperceptible sonrisa que ilumino a Bokuto-

-Y-yo... -sin saber cómo reaccionar- ¡Akaashi! -abalanzándose sobre el mostrador para abrazar al bibliotecario-

-B-Bokuto -apenas con aire- por favor, me estas asfixiando

-¡Oh! Lo siento -dijo apenado- Es solo que me hace muy feliz volver a verte.

-Nos vimos el miércoles pasado.

-¡Y eso ha sido hace mucho tiempo! -replico-

-Está bien -dijo tratando de no armar un escándalo por parte de Bokuto- Toma, aquí está el libro.

-¡Gracias Akaashi! -dijo al recibir el libro-

-De nada.

Como siempre el músico se sentó a unos dos metros del bibliotecario y comenzó a leer lento pero seguro los últimos párrafos del libro con la tranquilidad que le embargaba aquel sitio.

Para Akaashi nuevas sensaciones comenzaron a apoderarse de sí cuando el músico empezó a frecuentar la biblioteca. Ya que pasaban los días y no ver a Bokuto aparecer la incertidumbre lo inundaba solo de pensar que jamás volvería a ver al ruidoso tipo raro, mas cuando lo veía en el umbral de la puerta todo volvía a la normalidad y aquella molestia quedaba de lado. No estaba seguro como describir aquellos síntomas, incluso consulto en algunos libros para conseguir respuestas, pero nada daba con la descripción que él buscaba.

Quizás desde esa noche lluviosa donde apareció inesperadamente el músico, decidiendo por voluntad propia dar su número telefónico algo comenzó a transformarse en su interior sin que este se diese cuenta. Aunque claramente había momentos en los que se recriminaba por haberle dado su número (ya que Bokuto era bastante insistente en ocasiones), siempre lograba alegrarle un poco el día con sus tonterías.

Miro desde su posición tal como lo había hecho innumerables veces al músico con cabellos alocados que le hacía recordar a los búhos cornudos. Era solo un poco más alto que él, pero debido a su contextura parecía más grande. Cuando lo miraba leer con el semblante fruncido y concentrado parecía alguien imponente y serio que podría con solo un movimiento romper la inofensiva mesa que estaba delante de él. Mas algo en él parecía pequeño e inocente cual niño perdido que busca desesperado a sus padres en la multitud, ese algo conmovía profundamente a Akaashi y lo deprimían un poco porque sentía una irremediable necesidad de cuidar de él. Lo que más lo molestaba era que se conocían tan poco que sentía que en cualquier momento Bokuto podría esfumarse tan súbitamente como había aparecido.

The V Kings (Haikyuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora