Capítulo 1 - ¿Otra Vez, Migue?

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Narra Miguel.

-¡MIGUEL! ¿QUÉ HAS HECHO?- Mi Padre entró a mi habitación, gritando enfadado.

-N-nada P-padre- Sollocé con varias lágrimas, las cuales amenazaban con recorrer mi rostro.

-¿CÓMO QUE NADA? ¡MIRA EL DESASTRE QUE HAS DEJADO ABAJO!

-Padre n-no fue mi intención, n-no lo he hecho adrede- Su puño se levanto frente a mí, y unas lágrimas salieron de mis inundados ojos.

-Hasta mañana, Miguel- Mi familiar apretó sus dientes.

Una pantalla negra se hizo presente en mi visión...

[...]

Desperté al día siguiente, estaba tirado en la cama y me sentía mareado. Me levanté y fui al baño a tomar una ducha. Terminando de bañarme pude apreciar en el espejo como tenía marcas en los brazos y en la cara. Mi Padre.... mi Padre siempre hacía lo mismo, esperaba a ver el mínimo error que yo tuviera para poder golpearme. Ya estaba cansado de esto, todos los días ocurría.

Quise salir un rato, por lo que cogí mi móvil y me fui. El parque estaba lejos, pero decidí ir igual, necesitaba despejarme. Una vez allí me senté en una banca cercana a una fuente. Me dispuse a pensar en qué demonios debía hacer para que esto no ocurriera nuevamente.

A lo lejos pude apreciar una figura, la cual cada vez se hacía más clara. Se acercó y se sentó a mi lado.

-Primo, ¿Otra vez?- Preguntó Pedro, mi primo, preocupado.

Decidí abrazarlo como nunca antes lo había hecho, para luego responder a su incógnita.

-Sí- Suspiré- No puedo vivir más así.

-Oh, vamos, ¿Quieres quedarte algunos días en mi casa?- Ofreció él, lo que consiguió que lo mirase.

-¿Seguro, Pedro? Deja, no quiero ser molestia para ti- Rechacé su propuesta.

-Va, tio, qué cosas dices, claro que no. Ven, vamos a mi casa- Me cogió del brazo, arrastrándome tras él.

[...]

Me invitó a entrar, me dijo que me sentara en el sofá, que me sienta como en casa, que podría quedarme el tiempo que guste. ¿Debía quedarme allí? ¿Debía no regresar a casa por una noche, por lo menos? No estaba seguro, pero, esta vez, acepté.

Luego de comer y echar unas partidas al Call Of Duty, Pedro me llevó a la habitación en la que dormiría. Dormir... Dichosa la persona que lograba dormir. ¿Quién puede conciliar el sueño sabiendo lo que su propio Padre era capaz de hacer cuando volviera? Quizás haya alguien ahí fuera que sí puede, pero no es mi caso.

[...]

Eran las ocho de la mañana. Yo seguía sin poder dormir, por lo que decidí ir a la cocina a prepararle algo a mi primo, que me había ayudado en uno de mis peores momentos.

Una vez terminado el desayuno, fui a despertarlo.

-Oye Pedro, despierta- Lo zamarreé levemente.

-¿Ah?- Me dirigió su entrecerrada mirada.

-Que despiertes bella durmiente, el desayuno está hecho y nadie quiere que se enfríe, ¿verdad? - Le dediqué una sonrisa.

-Vale, ahora voy- Murmuró, dio media vuelta y se acomodó para seguir durmiendo.

-Anda, levántate- Negué con una pequeña sonrisa en mis labios- Te espero para desayunar.

Salí de la habitación de Pedro y coloqué la mesa para poder tomar el desayuno juntos. Una vez mi primo estuvo sentado en la mesa, le llevé una pequeña bandeja, con un dulce desayuno.

-Hostia, sí que te lo has currado- Me sonrió.

-G-gracias, era por...- Hice una pequeña pausa, en donde un suspiro salió de mis labios- Era por dejarme quedarme aquí, en tu casa.

-Era lo menos que podía hacer. Ahora cuéntame, ¿Qué ha pasado ayer? - Mordió su pan tostado, luego de untarle mantequilla.

-Bueno...- Rasqué mi nuca - Estaba en la cocina y se me cayó un plato... Mi Padre estaba delante... Comenzó a gritarme y caí inconsciente al suelo...- Le resté importancia, para no preocuparlo.

-Comprendo- Pedro pensó por unos segundos-. ¿Vosotros no teníais un piso por ahí?

-Em, sí, ¿Te quieres mudar?- Pregunté, no sabía a qué venía aquella pregunta.

-No, no, para nada- Una sonrisa se dibujó en sus labios- Yo estoy perfecto aquí. Es para tí. ¿Nunca has pensado en mudarte a un piso solo?

-No...- Bajé mi tono.

-Tienes dieciocho años. ¿Por qué esperar?

«¿Por qué esperar?» Pensé.

-Tienes razón...- Aquella pregunta rondaba por mi mente- Pero, ¿Qué dirán mis Padres?

-Ya eres mayor, no tienes que preguntarles... Vamos Migue, es eso o seguir sufriendo...

Lo debatí en mis pensamientos, hasta que llegué a la conclusión de que esa sería la mejor solución.

-Vale, hecho. Supongo que esta semana me mudaré. De nuevo gracias, primo.

¿Por qué esperar? | Zarcronno y Cyter [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora