Q U I N C E

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[ M A R A T Ó N   3 / 3 ]  


Fue increíble. Ella notó que su piel destellaba emitiendo una tenue luz. Fisher era el causante de ello. Las hadas sólo brillaban cuando habían alcanzado la felicidad plena.

Fisher le dijo con tristeza que ya no podía estar sin ella, que necesitaba estar a su lado para siempre. Pero sus palabras la hirieron, su piel dejó de brillar. Hasta entonces se dio cuenta de que lo que decían sus amigas sirenas era verdad... sabía que no podría estar junto a él jamás.

Rina, con lágrimas en los ojos, voló hacia Tierra de Rosas y durante toda esa noche, deseó con intensidad ser una sirena para poder estar al lado de Fisher para siempre. Sin embargo, estar en su reino le pareció demasiado ajeno a su corazón. 

Rina y Fisher © (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora