Manos en el Fuego.

1 0 0
                                    

"Manos en el fuego."

Somos demasiado jóvenes como para prometernos estupideces.

Todo el mundo jura, promete y muy pocos cumplen.

Prometen estar ahí, cada vez que los necesites. Pero cuando uno necesita de verdad, nadie está, no hay nadie que ponga el hombro para llorar.

Prometen no fallarnos nunca, y es lo primero que hacen.

Prometen sernos fiel y en la primera oportunidad te traicionan.

Prometen, prometen, prometen.

Y nos fallan, siempre fallan.

No pueden cumplir todo el tiempo.

Son contadas las personas que saben verdaderamente todo lo que una promesa lleva consigo. Engloba un millón de cosas.

La gente promete quererte por siempre.

"Siempre" una palabra muy grande.

¿Podría alguien decir que significa?

Siempre, es siempre. Es algo infinito, eterno.

Uno no puede prometer estar ahí para alguien siempre. ¡Es imposible!

Aunque uno se lo proponga y haga la promesa de todo corazón, no podrá cumplirla. No sólo por el hecho de que somos seres finitos, si no porque por naturaleza estamos diseñados para equivocarnos y fallar. Y por algún motivo que desconozco, siempre le fallamos a quienes más amamos.

Tal vez suene pretencioso, como si yo nunca le fallara a nadie.

Pero, Dios, yo si que fallo. Mi vida es como una gran cadena de errores.

Y con mis errores, mis fallas, las fallas de los demás hacia mi, decidí no poner las manos en el fuego por nadie.

Si no podemos cumplir una simple promesa, ¿Qué me garantiza que no me voy a quemar?

Me he quemado una infinidad de veces, no pienso hacerlo de nuevo. Mis manos no se vuelven a quemar. Porque desde hoy, No pongo la manos en el fuego por nadie más.

Y le pido, a quien sea que alguna vez haya pensado en poner las manos en el fuego por mi, que no lo haga. Simplemente no lo hagas, porque no puedo garantizar que salgas ileso.

Me fallo a mi misma muchas veces, y sé que puedo fallarle a cualquiera.

Porque de eso se trata.

Un Pedacito De Corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora