Sacrificio por Amor

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Kanon continuaba tapándole la boca a Afrodita arrinconados en una esquina, hasta que reacciono que ya se habían alejado esos tipos, soltó suavemente la mano que tapaba la boca, sin poder evitar rozar tiernamente los labios de Afrodita, ese gesto hizo que ambos se pusieran nerviosos, sus corazones se aceleraron, los ojos esmeralda de Kanon atravesaban los ojos celestes de Afrodita como si hechizados estuviesen, entrecerró los ojos Kanon, para lo que Afrodita tomo como una señal de que ambos querían mas que solo mirarse y sentir el latido de sus corazones que estaban demasiado cerca, alzo su brazos para posarlos en los hombros de kanon y al ver inmóvil a Géminis, subió los brazos al cuello y se acercó mas al rostro, en un electrizando roce junto sus labios a los de Kanon, dándose un cálido y corto beso.

—No, esto es un error, yo no soy de esos— dijo deslizando sus manos que habían rozado tímidamente las mejillas de Afrodita tomando ahora los hombros a Afrodita para empujarlo bruscamente, lo que para Afrodita fue como un balde de agua fría.

— Perdón… yo no quise… perdóname por favor mal interprete las cosas y por eso te…— trataba de justificar su arranque Afrodita pidiendo perdón con una cara de susto.— sé que te prometí no volver acercarme a ti con esas intenciones, te juro que no volverá a pasar— dijo dándole la espalda a Kanon, apretó los puños en señal de frustración, los ojos comenzaban a llenarse de lágrimas pero no permitió que alguna cayera, se sentía con el corazón destrozado, lo menos que quería hacer sentir a su querido Kanon era inspirarle asco y parecía que esa sensación había logrado con sus imprudentes impulsos.

Por otra parte Kanon, se ahogaba en miles de pensamientos confusos, ¿Cómo había podido dejarse llevar?, ¿acaso le gustaba Afrodita?, ¿ porque había sentido bien el roce de esos labios?, pero si el no era homosexual, nunca había sentido atracción por ningún hombre, eso era imposible.

Esos minutos en silencio de ambos se rompió cuando Afrodita volvió hablar.

—Caballero Geminis debemos apresurarnos con un plan de rescate de Mu— dijo Fríamente Afrodita y con un aire dolido.

—Es cierto, creo que debemos de eliminar a los guardias de una vez por todas, sin llamar la atención— contesto seriamente y con el ceño fruncido Kanon.

—¿ entonces sugieres no encender el cosmos?— pregunto Afrodita.

—Así es, habrá que pelear por el momento con las manos desnudas, se ven muy débiles, de ahí ubicar exactamente donde esta cautivo Mu.— respondió Geminis.

Acto seguido Afrodita comenzó a retirarse su armadura pieza por pieza manualmente, mientras Géminis imito dicha acción, sin evitar mirar de soslayo al Pisciano, esa figura delgada estaba torneada con firmes músculos no tanto como los de el, pero a la vez se veía frágil, por un momento recordó un comentario que le hizo en una ocasión Milo, que el Afrodita de ahora se veía mas afeminado de como lo recordaba antes, volvió a observar a Afrodita con ese esbelto cuerpo pero diferente al de Shaka o Mu que al igual eran delgados, pero en cambio este que miraba tenia algo que lo hacia diferente quizá notaba una pronunciada cintura o unas caderas mas ensanchadas ese algo que lo hacia ver diferente, un tanto femenino, que a la vez no era desagradable para su vista, meneo la cabeza en negación tratando de sacarse de encima esos pensamientos.

—vamos— pronuncio Afrodita.

Ambos salieron de la cueva, tratando de escabullirse entre la naturaleza, Afrodita como si fuera un felino subió a un árbol, Geminis observo desde tras de unas rocas, todo lo que hacia Afrodita lo hacia con tanta gracia y sensualidad a su parecer, de pronto se escucharon pasos, Afrodita se sostuvo de sus piernas en el árbol, se balanceo ágilmente quedando pendido de cabeza, alcanzo el cuello de uno de los guardias y giro rápidamente tronando el cuello.

La Belleza de piscisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora