Ignorado

876 56 12
                                    

Casi dos días Afrodita de Piscis estuvo en la soledad de su templo, tratando de suavizar el dolor que sentía no solo físico si no también el espiritual por lo que había acontecido aquella noche en la que DeathMask había tomado su cuerpo.

La marca del hematoma que se le había formado en el rostro cuando recibió la patada de Milo era ya muy tenue y lo pudo notar observándolo en el espejo, lo toco y el dolor también era leve, de alguna manera debía seguir adelante, se lo había prometido a la persona que nombraba en sus momentos de depresión.

No puedo seguir asi, voy a superar todo esto por ti, te lo prometi— hablaba Afrodita frente al espejo, asi que se coloco sus ropas de entrenamiento, y se dirigio al coliseo para entrenar junto a los demás.

Bajo las escalinatas esperando no encontrarse con Cáncer, regularmente siempre permanecia en silencio y aceptaba entrenar con el, pero ahora con lo que le había hecho no tenia ni el mas mínimo interés de entrenar junto a DeathMask, había pensado quizás entrenar con Camus o Mu, aunque le gustaría en demasía fuera con Kanon, pero no quería tensar mas la situación, lo aceptaba le fascinaba ese caballero, pero era mejor dejar eso por la paz, no era conveniente el delatar sus sentimiento o le acarrearía mas problemas.

Llegando al coliseo pudo divisar que comenzaban a organizarse por equipos o parejas, sintió un alivio al ver que DeathMask se encontraba ya entrenando con alguien mas, se termino de colocar entonces unas vendajes en las muñecas y puños, hizo por acercarse al grupo, y de pronto su mirada choco contra la de Death, pudo observar el gran rasguño que cubría parte de la mejilla de este, los nervios se apoderaron de su cuerpo, en eso Camus de Acuario iba llegando, esa era su salvación.

Si le pediría entrenar con el, pero en el momento que hizo por hablarle, un Milo molesto llego a jalarlo del brazo para incorporarlo a su Equipo con Kanon y el.

Olímpicamente estaban ignorando la presencia del caballero de Piscis.

Supongo que se sienten molestos por que paso con Kanon pensaba Afrodita pero no se atrevía a decir nada.

—¿Que carajos quieres aquí afeminado?— pregunto Milo mientras todos guardaron silencio y voltearon a ver a Milo.

—Yo solo vine a entrenar— contesto francamente Dita.

—Pues no hay espacio vete a entrenar con las mujeres— se adelanto a decir Aioria.

—Muchachos ya…— intento hablar Kanon.

—A ver amigo este anormal se aprovechó de ti no lo defiendas— dijo Milo.

—Ya eso quedo atrás ya se disculpo conmigo además fue una malinterpretación, verdad Afrodita— mencionó Kanon algo preocupado.

—Este tipo ya te lo hizo a ti, ya viste lo que le hizo a DeathMask, mirenle la cara, por si aun tenían dudas de las intenciones de este MARICÓN, se le intento meter en la cama a nuestro amigo Death y como no se dejo lo hirió.— decía convencido Milo.

—Así es— contesto un descarado DeathMask con cara de miedo.

—No puede ser…— dijo Shaka sorprendido, Shura solo movia la cabeza en negación, Camus bajo el rostro al piso, todos estaban sorprendidos por el comportamiento de Afrodita.

—Yo … no… — hablaba Afrodita de manera nerviosa sin atinar a decir nada en concreto, volteo a ver a DeathMask que solo le arqueo la ceja y le echo una mirada fulminante en forma de amenaza para que no se atreviera a contradecir o sabia que le iba pesar.

—Esto no puede seguir pasando— dijo indignado Aioria.

—Claro que no, hay que hablar con Saga y le ponga un alto a este tipo— dijo Milo – al rato va querer violarnos.

—¡No!— grito Afrodita— por favor no es necesario— suplico con una voz mas suave.

Piscis se coloco en medio de sus compañeros de armas, se inclino hasta quedar de rodillas frente a ellos, y hablo— les suplico no den parte de esto al patriarca no vale la pena molestarlo por cosas que podemos arreglar, les juro que nunca ha sido mi intención molestarlos, o incomodarlos con mi comportamiento o mi apariencia, les pido por favor me perdonen por los malos ratos que le haya podido ocasionar nuevamente perdón Kanon de Géminis, y perdón Death Mask de cáncer— esto ultimo al nombrar al dorado de cáncer su voz se escucho medio quebrada pero se contuvo, tomo aire y continuo.

—Yo les doy mi palabra que no causare mas malestares en el santuario, no será necesario hablar con el patriarca ya, es mas para tranquilidad de ustedes estoy dispuesto a ser un fantasma, no puedo dejar mis obligaciones para con mi templo y Atena, pero no tendrán que soportar mi presencia a menos que sea requerido de carácter obligatorio en alguna junta en la sala patriarcal, pero de ahí en fuera será como si no existiese en este santuario, no me verán en entrenamientos, no pasare por sus templos cuando se encuentren en ellos para que no tengan que verme, el camino de rosas será abierto automáticamente en cuanto ustedes incendien su cosmos , no tendrán ni que pedir permiso verbalmente cuando pasen por Piscis.

—Hoy mismo hablare con el patriarca Saga para notificarle que es mi decisión permanecer en mi templo meditando y entrenando yo solo durante todo el dia.— finalmente concluyo diciendo eso Piscis.

—Eso suena muy bien— dijo Milo

Afrodita se puso de pie, con la cara hacia el piso para no tener que ver los ojos juzgadores de sus compañeros, ni que notaran que se esforzaba por aguantar que no resbalara ni una lagrima de sus ojos, emprendió su camino hacia su templo sin mirar atrás, camino lo mas rápido que pudo, sus ojos cada vez se tornaban mas rojos y acuosos hasta que no pudo retener mas ese liquido salado que pedía a gritos brotar de la bella mirada azul celeste del caballero de Piscis.

—¿No creen que fue muy duro en como se le ha tratado a Afrodita?— pregunto Kanon.

—Solo cuidamos nuestra integridad— contesto Aioria.

—Y fue decisión de el encerrarse como ermitaño, y pues creo que es lo mejor para todos, no te preocupes por ese anormal.— contesto Milo

A kanon no le convencía mucho eso que acababa de pasar, en cierta forma quizá se sentía aliviado no tener que ver a Afrodita, pero le daba tanta pena el que ese compañero sufriera por el rechazo de todos, había algo que llamaba su atención, quizá su aroma dulce, su mirada triste, pero sentía cierta debilidad cuando Piscis estaba cerca.

La Belleza de piscisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora