La Belleza de piscis

Velando sus Sueños

—Maldición este chico esta desvariando por la fiebre— mascullaba Kanon, mientras buscaba una compresa con un pequeño balde para colocárselo en la frente a Piscis.

—Sueltame… no… te amo Kanon— balbuceaba Afrodita, justo en la ultima frase Kanon se quedo completamente helado.

Ante tal declaración el geminiano se sintió mas comprometido, ese muchachito le había salvado la vida por amor, lo minimo que podía hacer era cuidarlo, asi que decidio bajar a la casa vecina con un balde grande.

Toco las habitaciones de Camus, este ultimo despertó y salio solo con un pantalón largo de la pijama, y sorprendido vio que era Kanon el que había interrumpido su descanso.

—¿sucede algo? Es raro que tu andes a estas horas por aquí— pregunto preocupado el Acuario.

— no quiero importunarte lo que pasa es que venia de estar con Saga, y al atravesar el templo de Piscis escuche quejidos y decidí averiguar que pasaba— relataba mintiendo evidentemente, pero al no ver que sospechase Camus de su mentiras prosiguió— y vi muy enfermo a Afrodita esta hirviendo en fiebre, asi que me quede a auxiliarlo, ¿podrías congelar esto?— hablo con la mirada preocupada Kanon.

—Claro que si, es mas si necesitas que yo vaya y con mi cosmos le paremos la fiebre …— decía al ser interrumpido por Kanon.

—No!, digo no es necesario tanta molestia, con esto será suficiente— dijo primero sobresaltado y luego tranquilo.

Subió con el balde de agua congelada, aun sorprendido por como le había mentido a Camus y luego negándole a subir, que diablos pasaba con el. Se dirigió al baño, con su puño rompió el hielo en cubos pequeños y los echo a la tina, le abrió al agua fría y la lleno.

En el sofá estaba despertando Afrodita aun débil por la fiebre.

—¿kanon?— pregunto con extrañeza Afrodita— ¿Qué haces aquí?— interrogo con sorpresa.

— pase por aquí y vi que estabas mal, ven aca tienes que darte un baño helado— dijo kanon tomando del hombro a Afrodita.

A este gesto reacciono Afrodita con un quejido fuerte, lo que alarmo a Kanon de sobre manera.

—¿Qué tienes ahí? Déjame examinar la herida— ordeno Kanon.

—NO NO— se reusaba con alarma Afrodita.

—Es necesario entiéndelo, seguramente la herida esta infectada y es por eso tu fiebre tan alta— regaño el geminiano.

Afrodita accedió dándole la espalda a Kanon y bajando solo una minima parte de la camisa por detrás, ahí pudo ver Kanon la herida ennegrecida, lo cual le causo hacer una cara de susto, al simple roce con la herida Afrodita se retorcia de dolor, Kanon busco el botiquín, saco lo necesario para curar, comenzó a limpiar la zona, la herida supuraba en demasia pus.

—Pequeño necesito limpiar bien la herida, aguanta por favor— dijo cariñosamente, Afrodita solo asento con la cabeza— si duele mucho apriétame— insistió Kanon para no lastimar a Dita.

Con ambas manos apretó la herida suavemente, dejando salir el liquito viscoso, Afrodita solo apretaba la pierna de Kanon en señal de mitigar su dolor, fue necesario sacar de tajo la pus de manera mas rápida para que no prolongarle el dolor mas a Afrodita, un quejido agudo casi como alarido nada masculino salió de la garganta de Afrodita.

—Tranquilo ya paso— dijo consolándolo Kanon, acaricio su suave cabellera, y levanto para llevar a Piscis a la tina.

Al estar dentro del baño, Afrodita pidió entrar solo a la tina, Kanon insistió en ayudarlo, pero se negó rotundamente.

Derrotado salió y espero sentado frente al baño, comenzó a recordar la ocasión que paso por la casa de Piscis y había escuchado como hacían el amor DeathMask y Afrodita, luego las manchas de sangre, después recordó los delirios de Afrodita, sufria en esos delirios pedía suplicante a alguien que lo dejara y después nombraba a DeathMask.

—Acaso DeathMask… no Kanon deja de pensar estupideces— se decía a si mismo.

Después de un rato de estar esperando, se decidió a tocar la puerta del baño.

—Afrodita, ¿te encuentras bien?— pregunto preocupado Kanon por la tardanza.

La puerta se abrió saliendo Afrodita recién bañado, con ropa limpia, aun débil, tratando de caminar lo mejor posible avanzo, Kanon al ver el esfuerzo enorme que hacia Afrodita se atrevió a cargarlo para llevarlo a la cama, lo acomodo y le ofrecio un te que acababa de preparar de hiervas medicinales que acostumbraba a tener Dohko en el santuario.

—bebe este por favor— dijo Kanon ofreciéndole la taza.

— Muchas gracias— contesto bebiendo un poco de ese líquido amargo, al poco rato quedo en los brazos de Morfeo.

Kanon se acomodó en el sillón donde había encontrado a Afrodita delirando, dispuesto a quedarse a velar el sueño de su ángel salvador.

La luz de la mañana se filtro en la habitación, despertó Kanon observando aquella habitación tan bien ordenada , se asomo a ver si seguía dormido Afrodita, y algo debajo de su almohada llamo su atención, era una fotografía del santuario y en la parte posterior decía "Para la flor mas bella… tu querido Erik", la reacción que tuvo Kanon solo fue el de enchuecar la boca, después desvió su mirada en el tocador, habían dos relicarios, uno tenia la letra tallada E, otro la letra I, cuando estuvo apunto de tomarlos para abrirlos, afrodita despertó.

—Pense que había soñado contigo, pero aquí estas— dijo suavemente Afrodita.

Kanon dio un brinco por ser casi descubierto al andar de curioso, se encamino a donde estaba Afrodita.

—¿Como te sientes?— pregunto preocupado.

—Algo débil, por un momento pensé que todo había sido un sueño, hasta… — dijo Afrodita quedándose en silencio rozando sus labios, bajo la mirada y se sonrojo.

Kanon se avergonzó al notar a que se refería Afrodita, pensó que no había dado cuenta Piscis que cuando llego le robo un inocente beso.

—Ire al pueblo por unos antibióticos, no tardo— dijo rápidamente el geminiano.

—esta bien, pero no le digas a nadie de mi situación por favor— suplico Afrodita.

—Pequeño no te preocupes— contesto Kanon sonriente.

Después de un rato regreso Kanon con las medicinas para Afrodita, administrándole las pastillas después de tomar un poco de sopa.

—Gracias— dijo Afrodita rompiendo el silencio— pero creo que es tiempo que regreses a tus actividades— sentencio Afrodita.

—Es lo minimo que merecias, después de haber arriesgado tu vida por mi ,¿Estarás bien?— pregunto Kanon.

—Si, vete— contesto Afrodita, cuando Kanon estaba por retirarse le llamo— Kanon solo una cosa antes de irte, el…. Beso … ¿fue real?— pregunto Afrodita con los ojos ilusionados.

—Si— contesto Kanon para salir huyendo rápidamente, no pude ver la sonrisa que apareció en el rostro de Afrodita al escucharlo.