Besos extraviados I

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¿Lo sabes ahora?
¿Lo has notado?
Si me confesara ¿cómo seriamos?
Si te amara ¿cómo seriamos?
La forma en que te miro esta cambiado lentamente
Puede parecer la misma manera de hablar
pero hay un significado oculto que es diferente [1]
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12 de febrero 2016

Eran más de las diez de la noche y Seúl parecía vibrar más que en el día, porque en esta ciudad nada parece terminar, en las noches los enormes rascacielos con cientos de luces encendidas anuncian a quienes aún siguen trabajando, las enormes filas llenas de empleados y de estudiantes conducen a quienes han terminado un día más y que buscan entrar a fuerzas o por inercia en los vagones del metro y los autobuses, pero entre ese montón de gente también se abren paso aquellos que necesitan un respiro para ese desquiciante ritmo de vida y buscan cobijo entre los pequeños puestos ambulantes que ofrecen comida y alcohol, algunos más se reúnen a las afueras del metro mientras discuten a qué restaurante, club, bar o karaoke pueden ir. La ciudad se ilumina por completo entonces y las luces de los cientos de autos no son más que diminutos puntos que se pierden en ese abismo.

En Seúl aquella era una noche más. Pero en el vigésimo cuarto piso donde está su oficina Woo Bin seguía metido entre enormes pilas de carpetas que aguardaban documentos, contratos, convenios y nuevos proyectos de construcción que necesitaban ser revisados y autorizados por él, es increíble que después de que existen departamentos que se encargan exclusivamente de ello y gerentes, además, tiene que terminar leyendo montones de hojas y hojas que muchas veces le juegan malas pasadas justo como aquella noche, escapándose de su entendimiento y concentración, hubiese sido mejor seguir siendo un adolescente que se la pasaba noche a noche de mujer en mujer y de cama en cama y no estar atado a la presidencia del grupo Song más de 140 horas a la semana y no dormir ni siquiera lo suficiente, pero el presente era inevitable.

A las once con ocho minutos al otro extremo de su escritorio su asistente dictaba las tareas y pendientes para las próximas horas y aunque el Sr. Young las enunciaba y enumeraba por prioridad el joven presidente lejos estaba de prestarle atención, realmente atención, tan solo fingió escucharle mientras leía sin leer la autorización de compra por diez millones de dólares para nueva maquinaria y de la que únicamente entendía, era lo de millones de dólares, no más. -¿Señor?- levantó el rostro por instinto sin pensarlo si quiera.

-¿Perdón, decías?- inevitablemente demostró su falta de atención y aunque realmente odiara que aquello fuese tan evidente cuando lo hacía, poco pudo hacer para ocultarlo, su interlocutor suspiró profundamente antes de volver a hablar -Señor le preguntaba si...- no pudo terminar porque la puerta de la oficina se abrió intempestivamente y aunque para su asistente aquello fue toda una verdadera sorpresa para él no, había esperado aquello desde hacía una hora. -¡¿Qué rayos fue eso Woo Bin?!- A Ga Eul sus ojos le crispaban peligrosamente y ni su secretaria tras ella se atrevía a tocarla era más que evidente que la recién llegada apenas podía controlar su enfado.

-Retírense, eso es todo por hoy- Si bien su voz era amable no daba oportunidad a replica, la secretaria apenas agachó la cabeza antes de salir y su asistente tan solo murmuró un saludo y una disculpa tan rápida y corta que más bien pareció un murmullo. No se molestó en levantarse ni a invitarla a sentarse porque aquello sobraba y por qué realmente no estaba seguro de cuál sería rumbo que tomaría la situación pero en definitiva tenía que enfrentarla -¡¿Qué crees que fue?!-

-No estoy jugando- Ga Eul cruzó los brazos en muestra clara de enfado si es que podía estarlo más -Yo tampoco- Woo Bin solo la miró fijamente mientras esperaba una respuesta

-¡Que eres un imbécil!- contrariamente a lo esperado él solo sonrió mientras se levantaba -Lo soy, pero no ha sido esa la razón- camina hasta ella y se queda a solo un paso de ella mientras la mira tan fijamente que a Ga Eul un escalofrió le recorre el cuerpo pero no es suficiente para intimidarla -¡Entonces! ¿Por qué?- ha gritado una vez más y él empieza a replantearse el hecho de que quizás las cosas no salgan como esperaba -¿Acaso crees que soy tan débil?, ¿qué no puedo defenderme?, ¿qué Ji Young se ha llevado todo de mí?- ¿Cómo es que ha llegado a esa conclusión? A veces Ga Eul realmente es una idiota, al verla tratar de irse comprueba su tesis, sin embargo, no puede dejarle ir, no así, no sin aclarar las cosas.

Sujeta su mano izquierda y la obliga a mirarlo -¡Porque te quiero!- ella tan solo abre los ojos y quizás trata de decir algo pero no puede, ni tampoco le permite hacerlo -Te quiero Ga Eul, no como amiga sino como mujer- la resistencia en Ga Eul ha cedido imprevistamente y aprovecha para abrazarla -Te quiero y no puedo soportar si quiera la idea de que puedo perderte-. Permanece quieta y en silencio los segundos que a él le toman separarse de ella apenas unos centímetros, Woo Bin pudo sentir su cuerpo temblar entre su brazos, pudo percibir su agitada respiración y el roce de su aliento y no es que él no sintiera nada porque lo cierto es que su aroma le golpeo por completo y sentir la tibieza de su cuerpo tan cerca del suyo le amenazaron peligrosamente a un abismo en el que cayó por completo.

En un impulso, en un acto llevado por la emoción y la adrenalina, sus brazos la cobijaron nuevamente y mientras la aprisiona más, siente la presión de sus senos en su pecho y la estrecha cintura, nunca ha sido posesivo pero ahora más que nunca necesita sentirla suya aunque sea por un momento, el roce de su respiración agitada apenas alcanzó su rostro pero fue suficiente para atreverse hacer lo que anhelaba desde hacía demasiado tiempo, inclina el rostro hasta que sus labios rozan los de ella, no es un beso arrebatador es más bien tierno y dulce que se toma el tiempo del mundo para recorrer cada milímetro de esos labios y para disfrutar su sabor. La besó, le besó como jamás había besado a alguna mujer, con necesidad y anhelo, pero como el instante efímero de un deseo, ella huyó de su lado en silencio y con algunas lágrimas asomando en sus ojos.

Hace dos días de aquello y hace dos días que no duerme. Atorado en medio del tráfico de una noche más sobrelleva la situación, porque desde aquella noche en que Ga Eul irrumpió en la oficina con su vestido blanco de flores estampadas y lápiz labial rojo a Woo Bin lo abandonó la calma, porque después de haberse atrevido a tomar aquellos labios como suyos había perdido más que un beso sino a su amiga. Permanecer a su lado y estar tan cerca tenía un costo y justo ahora pagaba el precio.

Lo había hecho, lo había dicho de una buena vez, quizás en el lugar menos inesperado y quizás en el peor momento pero ahora no había vuelta atrás, lo hecho, hecho estaba. Y este era el costo que debía pagar. El claxon del auto de atrás lo hizo regresar a la realidad, se apresuró a soltar el freno y a presionar el acelerador tratando de que la enorme fila tras suyo comenzará a avanzar sin tanto ruido, llegar a su departamento fue más bien un acto mecánico obstaculizado por su mente escurridiza y las culpas del corazón.

La cerradura eléctrica cedió a su paso después de introducir la contraseña por tercera vez y que fuese la correcta, odiaba admitirlo pero era un caos, un estúpido idiota perdido en algún lugar, sin embargo, sin anticipación la figura de Ga Eul de pie en medio del recibidor la dan la bienvenida. No sabe qué decir ni que hacer y permanece de pie a dos pasos de la puerta dudando sin embargo, es ella quien camina hacia él sonriendo, no lo esperaba pero se abraza a él -Yo también te quiero-

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Palabras que no podría decir
"Sal conmigo"
Si te amara ¿cómo seriamos?
Si me confesara ¿cómo seriamos?
¿Las cosas serían más cómodas que ahora?
Si espero un poco más ¿Cómo será?
¿Seguiré siendo tu amigo? Esperare
Hay tantas cosas que quiero decirte
No como amigo sino como amante [1]

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How would it be/ Wonder. Standing Egg. 2017.

Traducción: Ostsubxe4xtvN

PD. Penúltimo capitulo, ¡gracias por todo el cariño!

En silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora