Susurro (Parte II)

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"En primavera se oye el susurro de los sueños y el suave rumor de realidades y falsías. Tú eres de la misma especie. Tú eres indiferente como el aire".

―Borís Pasternak

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30 de enero, 2017.

-¿Miedo?- su pregunta no le sorprende del todo, la esperaba desde hacía rato. Supone que su actuar la delatan, así que se atreve a responder a su amiga -Incomoda, realmente- Jan Di no dice más pero la mira fijamente y ella sabe que no dirá nada más. Regresa su mirada al espejo para ver su imagen, el elegante vestido que lleva puesto le pone nerviosa, no se ha presentado a su lado en ningún evento y este particularmente le pone nerviosa, gira su cuerpo de lado tratando de verificar lo que ya es perfecto ha sido él quién le ha escogido el vestuario por completo. Su mirada va de derecha a izquierda y de abajo arriba hasta detenerse en el destello de su mano izquierda, fija su mirada en aquel objeto al tiempo que levanta la mano y con los dedos de su mano derecha acaricia el anillo de oro y diamantes depositado en su dedo anular.

>>Reconoció el aroma de su perfume desde que entró a la cocina, río en silencio cuando sus brazos sujetaron fuertemente su cintura, él acostumbraba aquello siempre que estaba en casa y sabía que no diría nada... -¿Te casarías conmigo?- había soltado aquella pregunta sin previo aviso ocasionando que ella soltará el cucharon con el que movía la sopa que se cocinaba sobre el fuego de la estufa, él rio ante su reacción mientras besó su cuello suevamente, luego se recargó en el muro de la cocina para mirarla fijamente esperado su respuesta, aquella no era la proposición que hubiese esperado pero era sin duda sincera, hubiera deseado poder responder "si" en un grito eufórico pero al parecer su cuerpo le jugaba una mala pasada, pronto sus ojos se llenaron de lágrimas y su corazón se aceleró peligrosamente, y por fin afirmo moviendo la cabeza. Él rio ruidosamente mientras la abrazaba protectoramente y ella por fin decía "si... si quiero casarme contigo">> el brillo tenue de la sortija en su mano le hacen recordar que aquello es verdad, que todo estará bien. Un golpe en la puerta la hacen salir de sus pensamientos, su imagen en el marco de la puerta reflejada en el espejo la hacen sonreír y se siente aliviada cuándo él camina hacia ella y por fin sus brazos la cobijan, un beso en sus hombros la estremecen y se deja guiar por su mano.

Puede escuchar los latidos de su corazón acelerado mientras avanza, el enorme salón esta elegantemente decorado y puede sentir el peso de las miradas de los invitados sobre ella mientras avanza lentamente de su brazo -Todo estará bien- murmura cerca de su oído tratando de tranquilizarle, ella sonríe en respuesta mientras presiona más sobre su mano sobre la de él y deja que la noche avance en una tranquila velada, pero cerca de la media noche el momento que más ha temido ha llegado, en medio de la multitud la silueta de alguien que conoce, aparece, la sonrisa fría y calculada de su rostro parece quebrarse por un segundo cuando sus ojos la descubren ahí, puede verlo con esa sonrisa cauta y esos pasos calculados, la misma actitud que recuerda tenía hace un año cuando le miró por última vez, los abrazos y las sonrisas se hacen presente en tan esperado encuentro de los amigos, pero el momento por fin se acerca.

-Una extraordinaria noche para encontrarnos- su voz denota enfado e ironía, imagina el motivo pero antes de que pueda decir algo, Woo Bin se interpone –Así es, es una extraordinaria noche para poder presentarte a la que será mi futura esposa- su sonrisa se desvanece y la tuya surge sin poder evitarlo mientras tu mano se sobrepone a la que te sujeta fuertemente y muestras la sortija de compromiso. No hay una sola duda más, no hay nada que pensar o algún momento que valga la pena recordar y sin perder la sonrisa te atreves por fin a hablar –Un placer volver a encontrarte Yi Joung- esta vez a diferencia del último encuentro es ella quién mantiene una sonrisa en los labios aunque diferencia de él la suya es de felicidad -¿Bailamos?- más que una pregunta Woo Bin le ordenó y aunque aquello era extraño en él no le molestó, sujetó con fuerza su mano y se deja llevar a la pista de baile donde pasará el resto de la noche pero antes irse al pasar a su lado pudo escuchar a Yi Joung susurrar "lo siento" mientras le mira fijamente por un segundo, pero aquello son solo palabras vacias, palabras que han llegado demasiado tarde.

En silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora