Tiempo

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Tú eres mi único rival, dijiste. Y quedé sorprendido. Y sonreí nerviosamente, como el culpable descubierto o como el que se halla a sí mismo. Yo soy tu único rival: terriblemente cierto. Pero también soy mi rival, mi enemigo.

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03 de febrero, 2020.

Sentado sobre la encimera de mármol la batalla inicia otra vez -Antes de que te atrevas a preguntar, la respuesta es no- parada frente a él, mirada seria mientras sostiene la pinza de ensaladas lo mira enfadada –Ni si quieras sabes qué preguntaré- ella suspira y deja la pinza sobre el plato –Lo sé y la respuesta es no,  ni si quiera te atrevas a pensarlo nuevamente-.

-Pero...- él intenta una vez más como lo ha hecho desde hace un mes, sin embargo ella aun es firme tanto o más como él –Asistirán a ese baile de graduación y sería grandioso que las acompañes con una sonrisa y no esa cara de furioso que cargas desde hace un mes – el que ella este consiente de la realidad lo muele más -¡lo sabes entonces!- ella asiente con la cabeza y coloca sus manos en las caderas una pose de batalla, de esa serias que casi siempre evade porque estas más que seguro que perderá –Sabes que nunca nos han aceptado, y que alguien puede tomar ese maldito baile como el pretexto de armar más que una buena broma- ella suaviza el rostro al escucharle porque sabe que tiene razón que existe la posibilidad y porque si bien nunca le han hecho nada a las chicas bien podrían hacerlo, aprovecha la oportunidad -¿qué tiene de malo que intente protegerlas?- bien ha soltado su último argumento, solo espera que sea suficiente para convencerla.

Y puede ver en su rostro dudas, se baja de la encimera de mármol y camina hacia ella mientras la llama –Ga Eul...- pero antes de que pueda tocarla, ella se aleja un paso y coloca sus manos frente a ella para detenerle –Te entiendo- sus ojos serios le producen escalofríos pero ella continua –Te juro que te entiendo pero Jun Pyo se ha encargado de que ellas estén a salvo, incluso que sus estúpidas bromas de adolescentes, de ustedes en el pasado no se repitan- él rueda los ojos mientras suspira en frustración porque es cierto el estúpido de su mejor amigo ha procurado que ellas estén bien y que nadie más repita lo que ellos en el pasado han hecho, sino fuese así ellas no hubieran ido a ese colegio. Ella frunce el ceño infantilmente y levanta su mano para señalarlo –Lo que te muela realmente, es lo qué puede suceder después de ese baile Woo Bin- ¡Claro que eso es! No es estúpido, recuerda muy bien los bailes de graduación de instituto y tiene más que algún buen recuerdo sobre esas noches, y sino fuera porque su madre al igual que las chicas están emocionadas con el mentado evento podría evitar que ellas asistan, le costado mantener a esos malditos mocoso hormonales lo suficiente lejos como para que pueda dormir tranquilo como para que ese maldito baile lo arruine. –Y si lo sabes ¿por qué no me apoyas?- no puede evitar arremeter.

-Porque no tiene sentido- ¿Acaso Ga Eul ha perdido la cabeza cómo podría no tener sentido? -¡¿Qué?!- sin que se dé cuenta como ha sucedido puede sentir sus cálidos labios besandolo, quisiera estar enfadado, alejarle porque este modo de terminar peleas no es justo para él en absoluto, pero como siempre, cede, arremete y profundiza aquella caricia, las manos que se aferran a su cuello le alientan por la segunda ronda, cuando se aleja a respirar Ga Eul se aferra a su cuerpo mientras habla suavemente –Woo Bin ellas lo saben- le besa la mandíbula mientras susurra en su cuello –Tus hermanas saben cuánto las amas-

-¿por qué entonces...- un dedo sobre sus labios lo obligan a callar –porque ellas también deben crecer y vivir- sus palabras suenan a regaño pero él sabe que son verdad por mucho que desee proteger a su familia no estará en su manos evitar las cosas que simple y sencillamente deben suceder y eso duele y molesta como el infierno, pero no por ello dejará de intentarlo –lo sé pero...-

-No hay peros Woo Bin- sus esposa vuelve a mirarlo seriamente –Está bien, podrán ir – suspira resignado

–Muy bien, ahora, es tarde y morimos de hambre ¿cierto chicas?- Ga Eul inclina un poco el rostro mientras mira detrás de él. Cuando gira encuentra a sus hermanas pequeñas mirándolo feliz y avergonzadas ahora que saben que podrán asistir pero antes de que pueda refutar otra persona exige su atención.

-papí... papí- la suave voz de Eun Bin llamándole le hace calmarse, la pequeña de dos años le jala con sus pequeñas mando demandado su atención –Sí, mi amor- se agacha para cogerla en brazos y le besa una y otra vez ocasionando que la pequeña estalle en risas y sus pequeñas manos le acaricien el rostro –ven amor, solo tú quieres a papá-

-No estés tan seguro- sus palabras lo hacen detenerse y Ga Eul con una sonrisa se acerca a ellos, besa la mejilla de su hija y luego le da a él un casto beso antes de volver a hablar –También creerá Woo Bin- ella ríe mientras da media vuelta y continua preparando la ensalada. Y él se queda ahí en silencio comprendiendo el peso de sus palabras antes de que estalle en un grito –¡Sobre mi cadáver!- Ga Eul ríe porque ese hombre sigue siendo tan protector como siempre...

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Tu amor, mi amor, es eje, centro, causa y efecto. Principia y termina en sí mismo. Es, como la existencia, un círculo; como la muerte, como el olvido.
Pero hay tangentes, fuerzas que arrastran, corazones "centrífugos"...Yo giro alrededor de ti -y en esto también pareces astro- pero el destino me saca de la órbita, y mi presencia tira desenfrenada en las manos del tiempo [...]

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[Cartas a Chepita de Jaime Sabines]


Gracias por la espera y el apoyo que incondicionalmente brindaron a esta historia y a mí. Una idea que nunca creí pudiese gustar ha sido querida por todas ustedes, muchas gracias.

Espero encontrarlas nuevamente en el futuro. Sean felices y manténganse saludables hasta entonces.

Shanon17/ Gabrielle H.

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