Adiós

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Después de una tormenta que duró años para cesar, finalmente lo hizo, los músculos de mi cuerpo ya no estaban contraídos, no sentía que se me iba el aire, mi corazón pese a estar un poco melancólico se encontraba feliz de por fin ya no latir tan rápido; y unas mariposas que se iban extinguiendo poco a poco en mi estómago. Sí, estoy viendo el arcoiris de la libertad, veo el sol que me da la bienvenida a un nuevo amanecer, un nuevo comienzo en mi futuro.
Te seguiré observando como ese lindo recuerdo que esperaré volver a ver en un nuevo mundo, ver hacia atrás me recordará mi misión con este nuevo ciclo de mi vida. ¡Adiós, amor mío! Tu sonrisa será parte de mi recuerdo de por vida, pero Dios nos puso en caminos diferentes: para probar nuevos sabores, conocer nuevas  personas y tener un nuevo amor.

Perdido en versosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora