DOOMED [MARK TUAN Y TU] SECUELA

Capítulo 3

*semanas después*

-Vamos _____ no será tan aburrido- dijo Oliver detrás de mi

-No creo que sea una buena idea- me senté

-Por favor _____ llevamos más de dos semanas saliendo a comer y a pasear por allí ¿y ahora no quieres ir conmigo?- hizo un puchero

-No es eso, solo que...-

-Lo vez, no tienes en mente una buena excusa, por favor ven conmigo -

Pase una mano por mi cabello y solté una bocanada de aire.

-¿No tienes a alguien más? - lo miré

-A nadie, solo te tengo a ti _____-

Recargue mis codos en el escritorio y deje caer mi cabeza entre mis manos.

-Iré - solté de repente

-¡Si! Sabía que aceptarías- se dirigió hasta mi y planto un beso en mi mejilla

-¿cómo se supone que debo ir vestida? - pregunte con una sonrisa en el rostro

-Da igual, solo que tendrás que usar antifaz- hizo una mueca

-Lastima, no suelo comprar eso, no podré ir -

-No te apresures querida, sabía que dirías algo así, por eso compré esto para ti - dijo dándome una pequeña cajita blanca

Lo miré, no sabía si de verdad debía tomar la caja o dejarla a un lado.

-Abrela, no es nada malo, lo juro- sonrió

Tome la caja entre mis manos, quite muy despacio la tapa que la cubría, dentro de ella había un antifaz maravilloso, era blanco y tenía pequeños detalles dorados y negros. Lo tome entre mis manos y lo mire anonadada por unos segundos.

-¿Te gusta? - preguntó -La verdad no sabia cual era en indicado pero ese se me hizo algo lindo y lo imaginé puesto en tu rostro, combinaba perfecto -

-Me encanta, gracias- Sonreí

Oliver sonrió, me estiró su mano para poderme levantar, la tomé y le devolví la sonrisa. Me había llevado a casa y dijo que pasaría más tarde por mí, tenía una hora para estar lista.

Saqué del pequeño closet vestidos que probablemente contrastaban con aquel antifaz, vestidos negros, blancos, dorados, plateados y uno que otro rojo adornaban mi cama como si se tratase de una venta.
Al final me decidí por un vestido largo color negro, me senté enfrente del tocador, peine mi cabello y una fina capa de maquillaje cubría mi rostro.

Coloqué el antifaz en mi rostro y lo amarre,

miré el reloj, había terminado antes de la hora acordada. Baje las escaleras con cuidado de no tropezar, me senté en el sofá esperando por Oliver.