Capítulo 20

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         NARRA MARK

Me pesaba el cuerpo, me estaba muriendo de ansias por volver a verla, pero me había dejado. Lo único que podía hacer era mirar a la ventana y preguntarme donde estaba.
Tome mi celular y marque el número de Bam Bam

—¿Mark? Me tenías preocupado, no sabía nada de ti, ¿y ______ cómo está?—

Tenía un nudo en la garganta y el corazón roto

—Ella no está aquí— solté un suspiro —Me ha dejado aquí, nos ha dejado a los dos solos—

—¿Que?, ¿por qué?— su voz se había elevado —¿discutieron? —

—No aprovechó que estaba inconsciente para irse, no dejo ni una nota— sentí como los ojos se me llenaban de lágrimas

—Voy para el hospital, no te duermas— soltó una risa

—No puedo ni hacer eso — contesté tristemente

                   NARRA ______

Estar rodeada de tanta agua me deprimía más, necesitaba saber como estaba Mark, ¿estaba despierto ya? El olor del vino me recordaba a él, la piel palida de los nativos me recordaba a él, la mesa que había en la habitación del hotel, me hacía pensar en él y mi estúpida decisión me partía el corazón cada que pensaba en él.

La noche estaba apunto de caer, pero el tomar una botella de vino no iba a bastar para poder dormir esta noche, me acerque al balcón, la ciudad se estaba iluminando y miré la luna. Quería saber si tenía un mensaje para mi de parte de Mark, pero no encontré nada, más solo un vago recuerdo de cuando estábamos en Corea, cerré los ojos fuertemente y una lágrima cayó de ellos.

—Tranquila, si no te hubieras alejado Mark estaría muerto— dije para mi misma

Me senté en la cama mirando a la nada, deseando ser yo la que estuviera en el hospital. Deslice mis dedos por mi abdomen, tocando la cicatriz del accidente en los Ángeles, dolía y dolía lo suficiente para saber que en otro rincón del mundo Mark estaba sufriendo por mi culpa, tal vez llorando como yo me encontraba en estos momentos, deseando verlo de nuevo.

Abrace mis piernas con mis brazos, respiré profundo y me dejé caer. La copa de vino que descansaba sobre la mesa derramó su contenido, lo dejo salir como yo estaba deseando dejar salir de una buena vez todo lo que sentía por Mark.
No quería olvidarme de él, pero quiero lo mejor para él y tenía que hacerlo.

—¿Todo bien ____?— una cálida voz habló a mis espaldas

Me dí la media vuelta para encontrar al mismo sujeto parado en el marco de la puerta. Cerré los ojos para no verlo, deseé su muerte y maldije la hora en que me encontré con él.

—Oye, cuando te hablé tienes que contestarme, ¿de acuerdo?— tomó entre su mano mi cara y la apretó con fuerza

Asentí con miedo

—Otra vez llorando, te dije que te olvidaras de Mark, eres mía, eres mi esposa y nadie te va a arrebatar de mi lado. ¿entiendes?— me aventó sobre la cama

Me armé de valor y respondí:

—No soy tuya Oliver, jamás lo fuí —

Sus ojos se llenaron de odio al escuchar mis palabras, esa mirada me hacía temblar desde hace días y sabía perfectamente lo que seguía.

Si puño se dirigió hacia mi estómago, prohibiendo la entrada del oxígeno en mi cuerpo, trate de correr pero me tomo por el tobillo haciéndome caer de boca, mi frente golpeó el suelo; nublando por completo mi vista.

—Te hé dicho varias veces que no quiero hacerte esto, pero me haz orillado a hacerlo— beso mi frente —Todo sería diferente si lo olvidaras y me correspondieras, mientras tanto, tendrás que aprender—

Las lágrimas seguían saliendo de mis ojos y el cuerpo de dolía a horrores.

—Empaca, mañana nos vamos a Rusia, te amo pequeña— beso mis labios a la fuerza

Me sentía sucia, no dije nada hasta que lo ví salir por la enorme puerta. Me dirigí al baño para enjuagar mis labios, me miré al espejo, mi rostro estaba cubierto de lágrimas y el cabello estaba alborotado. Revisé los golpes que había recibido el día de hoy, no puede evitar preguntarme en que momento me había convertido en este gran desastre.

—Te necesito Mark— dije para mi misma frente al espejo —Ven a buscarme y sálvame de este infierno— dije antes de dejarme caer en el suelo para terminar mi día, llorando a mares, una vez más.

              NARRA MARK

—Tengo una sospecha— Bam Bam no dejaba de dar vueltas por la habitación

—¿Quieres sentarte? Comienzas a marearme— respondí

—Lo siento, pero tengo miedo de que este con Oliver. Desapareció de casa hace una semana— mordió sus uñas

—¿Que él no estaba en la cárcel?—

—No lo encontraron los policías— respondió

—¿Sabes en donde están?—

—No puede salir de Rusia, tiene una restricción, ha asesinado a varias personas—

—Necesitamos ir a Rusia ya—

—Pero mira como éstas—

—Yo estoy bien, ella está mal, muy mal—

—Detente, no puedes irte así —

—Si ella lo hizo, ¿por que yo no? Tengo que buscarla, es el amor de mi vida Bam Bam, no tengo que buscarla, ¿que no entiendes que la amo?— mis mejillas estaban llenas de lágrimas y mi corazón pedía a gritos por ella.

DOOMED [MARK TUAN Y TU] SECUELA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora