Capitulo 4

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                                                            CAPITULO 4: Ayuda





"¡Ey, amiga!" – exclamó Nicolás en cuanto llegó a la casa de Lauren.

Lauren salió de manera atropellada – lo más rápido que las muletas le permitían – llegando hasta su amigo con grandes zancadas y el rostro completamente enfurecido. Se plantó frente a él y no pudo hacer otra cosa más que mutilarlo, pedazo tras pedazo, con la mirada.

Nicolás dilató sus ojos ante semejante comportamiento

"¿Me has llamado solamente para mostrarme semejante gesto?" – preguntó

Lauren bufó fuertemente.

"Ayer. Te dije que me recogieras después del ensayo ayer y ¡Nunca llegaste!"

El enorme muchacho se llevó una de sus manos y se golpeó teatralmente la frente

"Se me olvidó" – admitió y Lauren puso los ojos en blanco – "Lo siento..."

"Ya, olvida eso" – interrumpió Lauren y suspiró de manera abatida – "Necesito tu ayuda para algo"

"En lo que se te ofrezca y en lo que se pueda" – contestó Nicolás mientras veía como su amiga le tendía un cuadernillo blanco.

"Estoy metida en la maldita obra de teatro" – explicó – "Necesito que me ayudes a ensayar"

Nicolás reprimió una carcajada burlona y asintió. Abrió el cuadernillo y lo empezó a hojear, con verdadero y mofo interés, levantó la mirada y se encontró con una Lauren completamente irritada.

"¿Y ahora qué?"

"Nada" – repuso Lauren con voz desesperada – "Las líneas que están subrayadas son las que tienes que decir"

"¿Camila Cabello también está en la obra...?" – inquirió Nicolás con asombro mientras leía el reparto.

Lauren no contestó. ¿Por qué siempre, por una u otra razón, alguien tenía que recordarle la existencia de aquella chica? Apretó fuertemente los dientes mientras abría el guion y comenzaba a leer, prefiriendo ignorar el comentario anterior.

"Nicolás, es tu turno" – señaló Lauren cuando, tras haber pasado cerca de diez segundos desde que ella había dicho su línea, su amigo no hablaba.

Nicolás volvió a la realidad con un pequeño sobresalto y, como si nada hubiera pasado, agregó

"He venido a ver si estás listo"

"Mirarme, nena, solo estoy listo para una siesta" – dijo la muchacha de ojos color verde, orgullosa de sí misma por haber recordado aquellas palabras sin necesidad de echar un vistazo al libreto.

"Deberías de estar listo para mirar a tu corazón" – volvió a leer Nicolás, haciendo un esfuerzo sobrehumano para reprimir la risa que exigía por salir

"Cuando tu entraste... Cuando tu entraste..." – Lauren dejó de caminar de un lado hacia otro y frunció el ceño fuertemente para recordar... - "¡Mierda!" – exclamó y clavó su mirada en la página cuarenta y ocho y comenzó a leer – "Cuando tu entraste a mi club, no fue coincidencia" – lo repitió dos veces más en su mente para tratar de memorizarlo.

No te enamores de mi (Camren Fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora