No te enamores de mi (Camren Fic)

Capitulo 5

                                                       CAPITULO 5: Encuentro

Bien.

Ya se encontraba frente a aquella casa y no se atrevía a presionar el timbre. ¿Qué esperaba entonces? No iba a entrar al centro del infierno, no había ningún peligro, entonces ¿Por qué sus manos temblaban?

Con un valiente suspiro, su dedo presionó el pequeño aparato. El sonido del timbre llego a los oídos de Camila, quien se encontraba en la cocina, preparando la merienda.

"Seguramente es Jauregui" – dijo, mientras se limpiaba las manos y se disponía a caminar hacia la puerta para recibir a su tan inusual visita.

Su padre, el reverendo Alejandro, se plantó frente a ella.

"Camila, no me gusta que tengas amistad con esa muchacha"

"No es mi amiga" – aclaró, con voz amable – "Solamente me ha pedido ayuda para practicar la obra. Creía que habíamos acordado que sería yo la que decidiría como emplear mi tiempo y mi vida"

Alejandro asintió, resignándose ante la idea y dejando el camino libre a su hija. Camila llegó hasta la puerta y, al abrirla, ahí estaba Lauren, tan engreídamente hermosa. La contempló por un momento ¿Cómo podían aquel par de ojos verdes ser tan atractivos si estaban bañadas en apatía y egocentrismo?

"Hola" – saludó Lauren, disimulando demasiado bien lo nerviosa que se encontraba de estar casi dentro de aquella casa.

"Hola" – respondió Camila, aún demasiado atontada y concentrándose fervientemente por encontrar coherencia en sus pensamientos.

"¿Piensas dejarme parada aquí afuera toda la tarde?"

"No" – reaccionó ésta – "Adelante, pasa"

Lauren entró y trató de no viajar su mirada alrededor. Era la primera vez que entraba a la casa de Camila, pero debería de haber supuesto, desde un principio, que no se encontraría con algo mejor que aquella sencilla fachada.

"El libreto esta en mi recamara, subiré por él" – anunció Camila – "En seguida vuelvo. Siéntete como en tu casa"

"Gracias" – asintió Lauren y Camila desapareció por las escaleras y ella aprovechó para mirar mejor a su alrededor.

¿Podría alguien, aparte de Camila Cabello, considerar esto como una casa? Se preguntó mentalmente al ver el lugar con más detenimiento. Se paseó hasta llegar a un pequeño mueble, en donde reposaban varias fotografías. Distinguió, a la perfección, que eran de Camila. Los años no habían borrado de su memoria el aspecto que había tenido de pequeña...

Se quedó perdida en la foto que mostraba el sonriente y amable rostro infantil de Camila... una sonrisa se le dibujó, sin que ella lo pudiese evitar y...

"Señorita Jauregui" – aquella gruesa voz le hizo saltar del susto.

"Reverendo Alejandro, buenas tardes" – saludó, aún agitada por el susto que había recibido por parte del señor.

"Buenas tardes, señorita Jauregui. Supe que adquirió el papel protagónico de la obra. Felicidades"

"Oh, gracias... gracias, por permitirme venir a su casa" – balbuceó, aún sin recobrarse de la impresión.