Capítulo 9

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El gran salón de la mansión estaba llena de un silencio sepulcral, nadie se movía, solo los abiertos ojos de Seokjin y Jungkook al ver la escena que se montaba en la sala, Jimin pasó sus manos lentamente por los hombros del alfa dudando en hacerlo por un momento, apoyó su mentón en el hombro del contrario y soltó un fuerte suspiro seguido de una pequeña lágrima que cayó sin aviso.

Detrás de Hoseok estaban dos alfas que mantenían un sonrisa resplandeciente al ver su casa nuevamente, Kyung-soo soltó la bandeja de plata al ver a los lobos parados en medio de la sala, todos salieron, cada ser que estaba en la mansión salieron al oír tremendo golpe encontrándose con la misma escena.

– ¡Minho! –el omega corrió como pudo hasta los brazos de su amado que lo sostuvieron con fuerza.

– Mi amor –

Seokjin miró aquella escena y entendió lo que ocurría en ese momento, comprendió el hecho por el cual Taemin no se había deprimido tanto como su naturaleza lo dictaba, él sabía que Minho no estaba muerto, su corazón lo decía y eso no permitió que Taemin muera de pena.

– ¿Hoseok? –el único alfa que había quedado en la manada salió de su habitación al oír todo el alboroto. Jongdae esbozó una gran sonrisa al ver al alfa en casa y se apresuró en saludar al líder que ya había roto su abrazo con Jimin.

Luego de que la noticia sobre la muerte del líder llegara a la manada, el único que quedó a cargo fue Jongdae, él era el único alfa que quedaba y al ver la repentina muerte de Hoseok, Minho y Chanyeol tuvo que hacerse cargo de la manada. Investigó quienes podrían haber planeado aquella emboscada que acabó con la vida del líder y los alfas, y su resultado no lo sorprendió, Jongdae sabía que todo era culpa de Lahinis, ellos habían sido responsables de todo en ese momento, mataron a su líder y con ello debilitaron a la manada pues los planes que Hoseok tenía para el futuro de esta se fueron con él, aún así no decidió avisarle a nadie, sabía que los omegas podían ser protegidos, pero el beta era vulnerables por las salidas que este hacía, así que calló y decidió mantener todo en secreto para que estén más tranquilos y dejaran de temer a aquella manada.

– ¡Jongdae! –ambos se acercaron y se dieron un fuerte abrazo. El alfa sintió un alivio, sabía que al tener a Hoseok de vuelta las cosas mejorarían y con ello se harían más fuertes ante posibles ataques.

– ¡Dios! Están todos acá –exclamó el alfa– Chanyeol, Minho –todos se saludaron con un fuerte abrazo que demostró todo el cariño y respeto que se tenían.

– Seokjin –el líder se acercó al omega mayor quien no creía lo que veían sus ojos– ¿No te alegra ver a tu líder? -este sonrió y asintió estirando sus brazos para un fuerte abrazo.

Jungkook también le dio un fuerte abrazo al líder en forma de bienvenida seguido de Mark y Kyung-soo que estaban presenciando todo con detenimiento, nadie lo creía, los tres alfas que estaban "muertos" estaban ahí parados saludando a todos con una sonrisa de felicidad.

– ¡Quiero a toda la manada en la sala principal! –demandó el líder.

Alfas, beta y omegas se encontraban en los sofás de esa inmensa sala, todos prestando atención al líder que los veía con una inmensa sonrisa como si nada hubiese pasado.

– Luego de un largo viaje puedo decir que exitosamente nos hemos aliado con la manada del sur, apartir de este momento la manada Sehi es nuestro aliado lo que quiere decir que los apoyaremos y nos apoyaran mutuamente en guerras o cualquier peligro que nos ronde –todos los presentes oían a Hoseok impresionados, no por aquel gran logro que habían ganado, si no, por la increíble sorpresa de ver a su líder que aparentemente no había muerto.

– Entonces... –un omega lo interrumpió.

– Entonces ¿Qué? –continuó Hoseok.

– ¿No moriste? –el líder frunció el ceño y miró a los alfas que lo habían acompañando y ellos correspondieron con la misma mirada.

– ¿Qué? –

– Hoseok hyung –habló Kyung-soo mirando al alfa directamente.

– ¿Qué ocurre? –preguntó el alfa confundido. Los segundos pasaban y nadie hablaba, todo era silencio en la sala principal algo que inquietaba mucho al líder.

– Hace un mes y medio nos llegó una carta de Yugyeom donde decía que tú, Minho y Chanyeol habían muerto en una emboscada camino allá –los ojos de los tres alfas mencionados se abrieron por la impresión, no creían lo que estaban escuchando en ese momento.

Los pensamientos de Hoseok divagaron un mes y medio antes recordando todo lo que había ocurrido en ese viaje, de tan solo volver a pensar en eso lo enfurecía bastante, perder una pelea dañaba su orgullo más si era contra uno de sus peores enemigos, los rostros de esos alfas no se iban de sus mentes, el burlesco rostro de Namjoon se mantenía perplejo en su pensamiento, podía aún sentir los fuertes arañazos de Taehyung y Jackson en su abdomen como si de eso dependiera su vida, suspiró tratando de calmarse para no descontrolarse en frente de su manda, pero no parecía lograrlo por lo que Chanyeol intervino.

– Lahinis –los presentes se tensaron al oír el nombre de dicha manada– Lahinis nos tuvo una trampa e intentaron matarnos camino al sur, creyeron que morimos al no poder seguir la pelea y se fueron, pero logramos llegar hacia la manada de Yugyeom y ellos nos curaron y se encargaron de nosotros –Minho asintió y apoyó su mano en el hombro de Chanyeol.

– No nos sorprendería que ellos hayan hecho una carta falsa y se las enviaran para que creyeran eso y se les haga más fácil apoderarse de ustedes –concluyó el alfa.

– Lo sé –todos miraron a Jongdae con curiosidad– Es decir, sabía, pero no todo –el alfa aclaró su garganta y miró a todos los presentes– Supe que Lahinis los había matado, pero no logré enterarme de donde provenía exactamente la carta –

Todo tenía sentido, Seokjin entendió todo a la perfección, era algo obvio ¿Cómo no se les ocurrió antes? Era obvio que Lahinis iba a aprovechar un momento así para llevar a cabo sus planes, todos en esa manada sabían que Lahinis era la manada enemiga por lo que no culparon a nadie en ese momento. El caos crecía y crecía para los tres omegas que estaban sentados en el mismo sofá, los tres sabían que Jimin estaba en serios problemas, que la llegada repentina de Hoseok complicaría más las cosas porque aunque Jimin jure con su alma amar a Hoseok él sabía que luego de todo este tiempo la relación entre los dos no sería igual por el simple hecho que ahora Hoseok ya no estaba completamente en su corazón, pasó increíbles momentos con Yoongi que no serían olvidados de la noche a la mañana, Jimin quiere mucho a Hoseok y lo respeta, pero luego de tiempo transcurrido duda de lo que siente ahora mismo por el alfa que acababa de llegar.

– Jimin –el mayor cerró la puerta de la habitación tras él– Te extrañé mucho –el omega sonrió ligeramente y lo abrazó.

– Yo también te extrañé, creí que nunca más te volvería a ver –el alfa se tumbó a la cama sin romper al abrazo entre ambos.

– Jimin –el mencionado sintió la nariz de Hoseok pasar por su cabello– ¿Estabas por salir? –Jimin trató de ocultar su sorpresa al oír esas palabras pues a su mente vino alguien que lo debería estar esperando en aquel riachuelo totalmente desesperado por no verlo llegar.

«Yoongi»

A.



























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Fangs [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora