Fangs [YoonMin]

~Epílogo~

22 años después.

La pequeña manada que se había formado en el centro del bosque tenía un agradable momento familiar.

– Estoy pensando en mejorar la casa –Yoongi miró los alrededores de su casa lo suficientemente grande para toda su familia, pero muy pequeña para su comodidad.

– Está muy bien así papá –Yoongi miró a Jinyeon y sonrió. Cada vez que podía admiraba al hijo de Namjoon y se sentía orgulloso del gran alfa en que se había convertido y estaba completamente seguro que Namjoon y Seokjin estarían igual de orgullosos.

– ¿Lo ves? Jinyeon opina igual que yo –Jimin sonrió y tomó la mano del mencionado– Está bien así amor –

– Heesook quiere ir a ese riachuelo que encontramos mientras paseabamos ayer–el hijo mayor de los Min interrumpió la conversación de sus padres luego de recibir varios codazos por parte de su hermana para que pidiera permiso por ella.

– N-No... ¡Ugh! Te odio –la menor de cabellos rubios idénticos a los de Jimin bufó rendida pues su hermano pidió permiso de la manera que ella no quería– Papá, queremos ir a ese riachuelo que encontramos ayer otra vez –Jimin miró a Yoongi, ambos sintieron como sus corazones comenzaron a acelerarse y emocionarse al oír el lugar que fue su nido de amor.

– ¿Qué dices Heesook? –Yoongi se dirigió a su hija menor con una pequeña sonrisa– ¿Por qué quieres ir ahí? –

– Es muy agradable el ambiente y se me hace muy familiar –Jimin tomó la mano de su alfa y sonrió, Yoongi miró como los ojos de Jimin se hacían increíblemente hermosos al momento de sonreír y cayó completamente embobado ante los encantos del omega.

– Pueden ir –accedió Jimin– Solo si Jinyeon va con ustedes –la rubia miró al chico de ojos alargados y gruesos labios igual a los de Namjoon suplicando con la mirada para que la acompañé.

– Corrección papá, solo que vaya Heesook, no tengo ánimos para salir a esta hora –la mencionada frunció el ceño y miró su reloj de muñeca dándose cuenta que ni siquiera era el medio día.

– Pero recién son once y treinta –Woohan miró a su hermana y rodó los ojos.

– Anda hijo, relájate un poco –Yoongi miró a su hijo mayor y sonrió sobando su espalda.

Woohan había sacado el carácter de su padre y como un fuerte alfa seguro de sus palabras se negó unas cuantas veces más hasta que terminó aceptando por la repentina amenaza que Yoongi le impuso, esa y evitar el rostro triste de su hermana fueron las razones para que los tres jóvenes de la manada del centro salieran rumbo a dicho riachuelo para pasar un buen rato de hermanos.

Al otro lado del bosque, exactamente al este se encontraba la manada aliada de Suji, los miembros más jóvenes de Lahinis habían comenzado su cacería con un buen ambiente, todos liderados en ese momento por el mayor de todos Namseong, hijo de Mark y Jackson.

– Comenzaremos con Seungho y Daehyang –los mencionados se acercaron al alfa y esperaron las indicaciones, pero justo cuando el mayor estaba por hablar una voz se hizo presente.

– Me parece injusto hyung, yo quería comenzar –los labios de Yangdae hicieron un puchero y sus ojos miraron directamente al mayor en busca de una explicación.

– Yangdae, los alfas van a comenzar, luego van ustedes –el mencionado bufó pesadamente al oír la orden del alfa, se sentía harto del poder que tenía sobre ellos solo por ser el mayor de todos.

– ¿Solo porque somos omegas? ¿Acaso nos estás discriminando? ¿Eh? ¡Habla hyung! –

– Yangdae basta, ya te va a tocar –Seungho había sacado el carácter pacífico de Taehyung junto con su agradable sonrisa particular mientras que Yangdae sacó la belleza de su padre y el fuerte carácter de su madre haciéndolo un omega bastante amenazante.