Capítulo 18

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Capítulo Dieciocho:

"En Búsqueda de Chloe" (Parte 2)

Mientras seguía debatiendo conmigo misma botar o no las flores, que extrañamente, me había enviado Jungkook, Amanda apareció en el solitario pasillo de la escuela.

-¿Flores? ¿De Jungkook?- y comenzó a reír con total exageración a la vez que se acomodaba su castaño cabello- Eso solo lo hace para lograr estar entre tus bragas, cariño. Así que no te ilusiones.

-¿Alguien ha pedido tu opinión?- pregunté tratando de mantener la compostura.

-Deberías agradecerme más bien, Emma- dijo fingiendo una sonrisa- Jungkook jamás le enviaría flores a una chica. Tiene miles. Y si lo hace contigo solo hay una razón. ¿O por qué crees que antes no te prestaba la mínima atención y ahora sí lo hace?

Amanda hacía de sus palabras puñaladas. Pero decidí no debilitarme ante ella.

-No tengo tiempo ni ganas de escuchar tu chillona voz, Amanda- le dije al tiempo que colocaba la contraseña de mi casillero y trataba de ignorar la cara de sorpresa que debía estar poniendo.

-Créeme que para mí tampoco es agradable hablar con la amiga de una marihuanera, que por lo visto, está en rehabilitación con su ex- bateó su cabello y caminó hacia el gimnasio con desdén.

¡Es tan insoportable! Solo quisiera irme de una buena vez de esta escuela y no ver su cara jamás.

Chloe. ¿Qué pasaría con mi amiga? Tomé mi celular y le pasé un nuevo mensaje. Esperé por cinco minutos su respuesta. Nada.

Dejé los girasoles dentro del casillero antes de verlos por última vez preguntándome si Amanda tendría razón.

¿Sería solo un trofeo para Jungkook?

De pronto, la campana de la escuela sonó y decenas de adolescentes se aglomeraban en el pasillo.

Alguien cerró mis ojos con sus dos manos.

-¿Quién es?- dije tratando de adivinar tocando los nudillos de esa persona.

Quitaron sus manos de mi cara y volteé en seguida. Era Max tendiéndome un café.

-¿Qué tal estuvo su clase de gimnasia, señorita?- preguntó, dejándome ver que se trataba de un café americano. ¡Odio el café americano! Pero obviamente no lo iba a despreciar.

-No estuvo tan horrible después de todo- le dije sonriendo y recordando el hermoso ramo de girasoles que me envió Jungkook.
-Muchas gracias por el café, Max- dije sorbiendo un poco.

-Oh, te quedó espuma de café acá- expresó Max colocando su pulgar en mi labio superior en un intento por limpiarme. Mientras lo hacía me veía directamente a los ojos.

-¡Hola!- apareció Jungkook en el panorama viendo de un lado al otro entre Max y yo. El pelirrojo quitó en seguida su toque de mi labio. Miré a Jungkook con extrañeza.

-Hmmm... Hola- saludó Max indiferente.

Jungkook aclaró su garganta.

-Oye, Emma. ¿Mañana nos reuniremos en el laboratorio para terminar el proyecto?- me dijo sonriente y como si nada. ¿Acaso pretendía ignorar lo de las flores? Oh, okey. Estaba Max presente.

-Creo que te había dicho que no me hablaras. Y sí, así será- le dije sorbiendo otro poco más de café y poniendo cara agria.

-Está bien. Nos veremos mañana- dijo mirando el contenido de mi taza- Oh, imagino que el café se lo diste tú, ¿no?- interrogó mirando hacia Max- Ella odia el café americano, su favorito es el late de vainilla- y le dio dos palmadas en el hombro al pelirrojo y posteriormente me hizo un guiño con el ojo desapareciendo en el pasillo. 

AMO QUE ME ODIES| Jungkook BTS (Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora