Broken Time

Despierta

- Que se siente estar a punto de morir?- se escuchó una voz amarga que salía ronca como un gruñido.- alguien tan inútil, que no ha hecho nada en su vida más que estorbar y ahora ya se te acaba el tiempo, Recuerda una cosa querida, siempre te perseguirá mi recuerdo, nunca estarás sola, estaré atormentandote el resto de la eternidad, volveré, toma esto como una advertencia.

- Te estaré esperando en mis más obscuras pesadillas.- escupí con veneno, ella sólo me sonrió.

- Oh que lastima, yo quería seguir jugando contigo, fuiste una increíble marioneta, te dejaré para que sigas en tu mundo de mortales, sufriendo, en una tortura constante y créeme yo sujetaré el hilo de tu dolor, estaré presente en tú remordimiento. - se alejaba mientras reía muy bajo, de repente desapareció en un río de recuerdos.
Que se siente estar a punto de morir? Era la pregunta que se manifestaba constantemente en mi cabeza.
Pero la muerte aún no me hacía espacio en su lista, el destino me tenía deparado aún más sufrimiento.

《 despierta 》

La podía oír más allá de mis pensamientos, se oía como un ruego, una voz que suplicaba mi regreso.
Tenía que volver, no podía mostrarle temor al futuro, a lo que se aproximaba.
Me dejé llevar por la voz, me lancé al profundo recuerdo que me animaba a seguir.

Traté de abrir mis ojos lo más que pude, me dolía respirar, escuchaba pitidos de fondo que cada vez aumentaban, alguien estaba corriendo a mi lado y una chica agarró mi brazo y me inyectó algo que se veía color beige, los pitidos disminuian y de pronto me invadió mucha calma, ya no dolía tanto.

- señorita, usted es muy afortunada, la herida era muy profunda, hubieras muerto al instante, hay unos jovenes que han estado muy preocupados por usted estas dos semanas, se han turnado noches para vigilarte.- Sentí algo en mi rostro, era una careta de aire.- los llamaré en cuanto te sientas mejor.- intenté hablar, pero las palabras no salían.- si, no podrás hablar en un rato, pero pronto mejorarás.- ella se alejó, dejandome totalmente sola.
Cerré los ojos y dormí.

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- Hey despierta.- alguien sobaba mi cabello.
Abrí los ojos y una silueta masculina se dibujaba sobre la luz de la tarde.

- Te he extrañado.- Erick estaba junto a mí.- pero creo que más Evan, no ha dejado de cuidarte.- me miraba con sus ojos gatunos tras sus largas pestañas negras.- llevas dos semanas durmiendo, me preguntaba si en algún momento llegaría un príncipe en su corcel y te besaría para levantarte de tu sueño profundo.-creí que saldrían una cuantas carcajadas pero, en cambio, lo único que salió de mí fueron bajos murmullos.-no sabes lo mucho que preocupaste a los doctores, en la operación te perdieron por tres minutos, Evan estába enloqueciendo, cuando escuchó que reaccionabas se tranquilizó.- me miraba con preocupación.- se que te estás preguntando donde está, él debía trabajar, mi investigación terminó, como policía no tengo mucho tiempo, pero he tenido tiempo para verte.- estaba muy agradecida.- te dejaré descansar pedazo de floja.- me dio una ultima mirada y salió por la puerta.

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El recuerdo del sueño me perseguía, no podía dejar de pensar en lo que había sucedido, ¿como si quiera era posible lo que pasó?
Pasaban horas y sólo veía como entraban y salían enfermeras, el sol acariciaba las persianas y las traspasaba, a mi lado había unas cuantas cajas de jugo, la habitación era blanca con unos armarios donde se guardaban implementos, nadie había vuelto, estaba sola con la constante visita de unas enfermeras que sólo me ponían suero y me preguntaban como me sentía con su gran sonrisa hipócrita. El tiempo pasaba muy lento, no podía identificar la hora, estaba pérdida en el tiempo, literalmente.