HUMO A SU NOMBRE.

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Hoy, mi compañera de clases me preguntó la razón por la cuál yo fumaba, no le respondí y volví a aspirar un poco de humo, llené mis pulmones, ese sabor amargo y delicioso recorrió mi garganta hasta por fin desaparecer, salió lentamente, bailando con el viento, inquieto y seductor humo; ella me dijo qué ese era un vicio grande, cómo ningún otro, que desgasta vidas y personas,  a lo qué yo le respondí, con una sonrisa ladeada que apenas pintaba, que de los vicios que tengo, extrañarte, mi amor, es el peor y eso desgasta almas.
-LSJ-

El Diario De Un SoñadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora