Creí que cuándo llegara el día sabría que decir, creí que tendría las palabras para confesar todo lo que nunca te dije, pero también creí que éste día jamás llegaría; y es que me acostumbré a ti, a tus llamadas diarias antes de vernos en la escuela, a verte llegar tarde, a tu sonrisa, a nuestras peleas absurdas, a tus abrazos, a mis celos y a ser odiada por todas esas chicas, me acostumbré a defenderte, a viajar juntos y tener aventuras, a reír ante una situación incómoda, a tus consejos, a tus regaños y felicitaciones, me acostumbré a dibujarte caritas por todos lados, a comer junto a ti y contigo, a siempre quererte, me acostumbré a todo eso que eres tú.
Un año se dice fácil, pero las personas cambian, cambiamos; tal vez en un año tú vuelvas y yo ya no esté, o yo esté y tú no vuelvas, o llegue la fecha y nos encontremos y seamos unos completos desconocidos, por esa razón me despido de ti, sí, me despido, para que el día que regreses nos volvamos a conocer, nos presentemos y comience todo, de nuevo, conocer lo que jamás pudimos y tal vez en ésta ocasión no me enamore de ti.
Tal vez debería estar deceandote el mejor de los viajes y el mayor de los éxitos a dónde quiera que vayas, pero no puedo, quisiera que supieras que me vas a hacer falta, todos los días, que si te vas yo no volveré a ver la mesa de trabajo cómo una arena de luchas continuas, bellas y absurdas peleas, que si te vas una parte de mí dejará de existir, pero eso no quiere decir que no quiera que te vaya bien, al contrario, y es que es algo que jamás sabrás, sumado a todo el amor que callé.
Pero lo que más duele es saber que nadie nunca va a cantar de la misma manera conmigo La puerta es el amor.
Adiós, hasta un futuro C.G.PD. Y es algo que jamás leerás.
ESTÁS LEYENDO
El Diario De Un Soñador
PoesíaY una vez más estoy encerrada en un mundo de palabras... por que durante la hora de lectura, el alma del lector esta sometida a la voluntad del escritor.