' Amor de Espías ' ♠ {'BigTimeRush'} ♣

' Capitulo Veintiuno...

Suena el teléfono de Tl. -Hola?

- Tl, ¡ven rápido! Tk dice que Tc le dijo que William dijo que…

- Tj, ¡dilo rápido!

- Ya estaba llegando a eso, localizaron unos lentes de espía que se llevo Chris.

- ¿En serio? –preguntó un poco incrédula.

- No Tl, te estoy mintiendo para alegrar tu día, -exclamó Tj con sarcasmo- claro que es en serio!

- Bien, ¿dónde es?

- No me han dicho, pero nos juntaremos todas ahora en el starbucks cerca del hotel.

- ¿En serio? Jeii no tendré que caminar

- ¿Qué?

- Que… no importa jaja, las veré aquí.

- De acuerdo, nos vemos –Tj cuelga.

- De vuelta al starbucks… oh oh, espero que esos motoqueros se hayan ido –hace una mueca y comienza a devolverse.

Después de un rato llegan las demás…

- ¡Tl! ¿Tj te dijo que yo le dije que Tc me dijo que William le…

- Si si Tk, si me dijo… me esperaba algo así de Tc pero ya que.

- ¿Que yo qué? –dijo Tc acercándose.

- ¿Dónde estabas? –preguntó Tl.

- Me compré un Muffin de zanahoria.

- ¿Un Muffin de zanahoria?

- Si… que mejor razón para venir al starbucks que por un Muffin de zanahoria? -las chicas la miran mal- oh si! El hermano de Tl! jeje… continuemos –comiendo un poco de su Muffin.

- De acuerdo, William me mando por mensaje las coordenadas –dijo Tk revisando su teléfono- vamos! –se van del starbucks hasta llegar al lugar que indicaba el mensaje.

- ¿Aquí es? –cuestionó Tj, no muy convencida.

- Pues… eso dicen las coordenadas…-Tk veía confundida el lugar.

- Si, seguro, mi hermanito esta en el estacionamiento del centro comercial, cerca de la lavandería… oh! Debe estar lavando su ropa, claro! –exclamó en tono molesto- oh no, esperen! Mejor aun, debe estar secuestrado en una fea camioneta, como esta! –señala una camioneta y se apoya en ella- esto es estúpido, ahora si me disculpan yo voy a…

- Emmm…Tl –Tj señala la camioneta pero Tl no voltea.

- Chicas por favor, de verdad creen que mi hermanito esta en este estacionamiento? Eso es…

- Tl –Tk señala de nuevo la camioneta pero Tl de nuevo no voltea.

- Es ridículo! Más que ridículo, que él esté aquí es…

- Tl! –dice Tc con la boca con un poco de Muffin de zanahoria mientras señala otra vez la camioneta- solo voltéate, ¿quieres?

- Pero que…? –Tl se mueve de la camioneta y la vuelve a ver- ya, que es lo que quieren que…?

- Cállate y observa! –gritaron las chicas un poco molestas.

Se queda en silencio y escuchan levemente la voz de alguien, un niño, pidiendo ayuda… confirmaron que estaba dentro de la cajuela cuando el auto comenzó a tambalearse un poco.

- Ya te sacaré, Chris! –dijo Tl poniendo sus manos en la cajuela- y ustedes –mirando a las chicas- pudieron haberme dicho.

Las chicas suspiran mirándola como diciendo “te lo dije” e intentan ayudarla a abrir la cajuela.

- Descuiden, yo sé como abrirla –dice Tc con aire superior.

- ¿Involucra explosivos? –preguntó Tj

- No, solo de mi, mi muffin de zanahoria… -lo mira- Y UN GRAN MARTILLO! –golpeando el vehiculo con un martillo gigantesco hasta que el auto comenzó a sonar pero se abrió la cajuela, mostrando al asustado y… atado Chris.

Tl comenzó a desatar a Chris y ayudarlo.

- ¿De donde sacó el martillo? –preguntó Tj susurrándole a Tk.

- ¿Sabes? A esta altura me da miedo preguntarle

- Chris! –lo abrazó con fuerza una vez libre de ataduras y todo eso- te mataré por esto, niñito -Chris pone cara de miedo, aun no podía hablar ya que tenía cinta en su boca.

- Tl, no lo asustes –la regaño Tc- no ves lo asustado que ya esta? –mirándolo. Chris no quitaba esa cara.

- Jaja, tranquilo, torpe, no era para tanto! –sonriéndole a su hermanito- que te ocurre? Estas asustado? Por que? –le quita delicadamente la cinta para no lastimarlo.

Chris respira agitado. - Chicas, cuidado! Ahí vienen –señalando.

- ¿Quien? ¿Quien viene? –preguntó Tk volteando para todos lados, pero no veía a nadie. A Chris le costaba respirar, había estado mucho tiempo en la cajuela y se le había dificultado hacerlo.

- ¿Que ocurre, Chris? –pregunto Tj preocupada por el niño.

- Ellos! Detrás de ustedes! –gritó. Las chicas voltearon y antes de poder entender completamente lo que pasaba… un golpe rápido, frío y duro las vio desprevenidas, dejándolas inconscientes al instante- Nooooo! –no pudo reclamar ni decir nada, él también recibió un gélido golpe, quedando los cinco inconscientes. Carlos, con ayuda de los chicos que para entonces ya se habían reunido juntos, los subieron al vehículo y abandonaron el lugar, sin dejar muestra alguna de lo ocurrido; como si jamás hubieran estado allí.