' Capitulo Sesenta y Seis...

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                                                          [KENDALL]

-              Disculpa chiquita, estamos algo ocupados aquí por si no te diste cuenta. Si nos hicieras el favor de irte…

Tk le echó un pequeño vistazo a Trinidad y luego volvió a clavar su vista en mí sin darle importancia. Justo como si fuera una daga directo en mi pecho, sentí un profundo dolor en mi corazón. Oh, soy un idiota. Más que idiota, soy el idiota más idiota de los idiotas que hayan pisado el planeta, y siempre creí que ese era Carlos… jaja. Bien Kendall, sólo respira profundo y explícale todo de manera inteligente y sin…

-              Tk, te juro que no es lo que parece.

…decir estupideces como esa. Graaaan forma de empezar, Schmidt.

Ella levantó su mano y se acercó a mi, pensé que iba a pegarme una cachetada pero pareció detenerse en el último momento. Se alejó y se dirigió a Tri con una falsa sonrisa.

-              Ya vi que están ocupados, mejor aprovecha tu tiempo antes de que se le ocurra cambiarte por otra más. –me miró de reojo. Iba a responder pero Trinidad se me adelantó con la sonrisa más hipócrita de todo el mundo.
-              Oh, eso no ocurrirá en un buen rato. Gracias por el consejo, si nos disculpas… -Se acercó hacia mí y acarició mi brazo, acercándome a ella. Yo no despegaba mi mirada de Tk pero no podía articular palabra alguna.

Tk me miró con desprecio, con asco y salió corriendo del bar a toda velocidad, me solté del agarre de Tri y la perseguí mientras gritaba su nombre. ¿Ya les mencioné que soy un idiota?

Al salir vi como Tk cortaba su teléfono y lo guardaba, probablemente llamaba a Scott para que la recogiera o algo así. Me acerqué y ella retrocedió

 -              Aléjate, Kendall! Déjame tranquila! No ves que ya hiciste suficiente? –continuó retrocediendo.
-              Tk, sólo escucha, yo…
-              Ya basta, Schmidt!
-              Tk, escúchame por favor, te prometo que esto no es…ella…esto no significa nada…
-              No significa nada? Dices que no significa nada? Kendall me siento la persona más estúpida del mundo, te creí cada palabra cada… cada maldita palabra la creí ingenuamente –restregó sus ojos con fuerza para no llorar- Fui solo una tonta niñita para ti, no? Sólo un juego, “Oh, veamos cuánto tarda la ingenua de Tk en enamorarse de mí” Pues ya caí, ya perdí. Me robaste cada rayo de felicidad que me quedaba, solo te suplico que me dejes en paz –no logró seguir conteniendo las lágrimas, rompió en llanto.
-              No, no por favor no llores. –la tomé de los hombros- Puedes empujarme, golpearme, incluso odiarme si quieres pero por lo que más quieras no llores, no puedo soportarlo.
-              Eres un imbécil! –comenzó a golpearme en el pecho una y otra vez mientras yo retrocedía sin detenerla hasta chocar contra una de las paredes del bar…
-              Por favor perdóname Tk… -susurré intentando detener sus golpes- Si me dejaras explicarte yo…
-              No hay nada que explicar Schmidt, nada! Sabes como me sentí cuando leí tu carta? Sabes lo preocupada que estaba por ti? Creí que te podía haber pasado algo pero claro tu te estabas divirtiendo de lo lindo con otra chica! Gran manera de “querer que yo fuera feliz” por cierto.
-              Tu sabes que yo jamás haría nada para lastimarte…mi amor, yo…
-              Amor? Tu no sabes nada de amor! Fui una tonta por creer que serías capaz de cambiar.

Las palabras de Tk me lastimaban mucho más que sus golpes, ¿Cómo podía decir eso? Yo he hecho todo por ella.

-              Yo…
-              Tu nada! No hiciste más que mentirme desde que te conocí, eres un…
-              YA CÁLLATE!! –Sujeté sus muñecas con mucha fuerza y la giré de modo que su espalda chocaba contra la pared y yo presionaba sus brazos contra ésta por sobre su cabeza, sin preocuparme de lo mucho que le doliera- Me tienes harto! Me arrepiento de no haberte matado en cuanto Stephen me lo ordenó!, no has hecho más que confundirme y querer que cambie todo este maldito tiempo! –Tk estaba sorprendida por la forma en la que le gritaba, pero sus lágrimas habían desaparecido. Ahora eran poderosos ojos que me miraban con todo el enojo y rabia del mundo- ¿Sabes algo? Ya me cansé de ser el lindo y tierno Kendall que quieres que sea, ya me cansé de ti. –sonreí con maldad, con una de las típicas sonrisas que los chicos y yo usábamos antes de conocer a las chicas- A partir de ahora conocerás al verdadero Kendall Schmidt, preciosa, así que mejor prepárate. No estoy muy seguro de si te gustará –agregué con tono burlón sin quitar mi sonrisa.
-              Creí conocer al verdadero Kendall Schmidt…-murmuró- no al monstruo que ahora está frente a mí.

                                                             [Tk]


Me era imposible entender como podías pasar de querer a una persona a odiarla y querer verla tras las rejas. Eso es lo que me ocurría en ese momento con Kendall.

Él volvió a sonreír de una manera que me aterraba.

-              Pues al parecer te equivocaste en eso, ya viene siendo momento de que me conozcas. –Sujetó mis muñecas con una sola de sus manos, aún sobre mi cabeza, mientras con su mano libre acarició mi rostro. No con cariño, si no…como analizándolo- ¿Qué tal si comenzamos con lo que le hago a todas las chicas bonitas como tú…-su sonrisa aumentó- si es que entiendes a lo que me refiero? –rió, por desgracia entendía lo que quería decir.
-              No me pondrás ni una mano encima, Schmidt –respondí seria, él dejó de reír.
-              Me parece que no estás en condiciones de amenazar, bonita. Además no es lo que querías? Recuerdo como me rogabas que siguiera…-se mordió el labio- fue una gran noche, eh?
-              Te lo advierto, Kendall. No sabes de lo que soy capaz.
-              Mi querida Tk, creo que eres tú quien no sabe de lo que soy capaz.

Comenzó a besarme a la fuerza, intenté soltarme de él desesperada e inútilmente, era demasiado fuerte. Mis muñecas estaban atrapadas entre su agarre y la pared, me estaba lastimando.

Entonces lo noté…sujetaba sólo mis brazos…

Levanté mi pierna golpeándolo en el estómago con mi rodilla, él se separó y se agachó por el dolor, dándome la oportunidad de alejarme unos pasos.

-              Al parecer no sabes con quien estás tratando –dije orgullosa mientras él me miraba molesto aún agachado- espía Tk Piaget, encantada.
-              Ya verás, maldita sea –exclamó mientras se levantaba.
-              Agradece que fui amable esta vez, la próxima no esperes un golpe tan suave. –frunció el ceño, al parecer no dejaría que yo me burlara de él así. Dio un par de pasos hacía mi cuando lo interrumpí- yo que tú no haría eso, Kendallcito.
-              Ah no? Y se puede saber por qué? –dijo burlón, pero su sonrisa cambió por sorpresa cuando saqué una pistola y lo apunte con ella- d-de donde la sacaste?
-              Poderes de espía –me encogí de hombros relajada- un paso más y disparo.

Kendall pareció dudar un segundo, pero luego di un paso hacia mí.

-              Adelante –sonrió. Lo miré sorprendida.
-              Q-Qué? Pero…
-              A menos que tengas miedo, claro. No te culpo, Tk, eres sólo una niña. Dame el arma. –Negué con la cabeza- bien, entonces dispara –señaló su corazón- vamos, justo aquí.
-              Yo…
-              Tienes miedo.
-              No!
-              Pues pruébalo –estiró los brazos y cerró los ojos- cuando quieras.

No entendía que clase de juego estaba jugando Kendall pero no quería parecer débil ante él. Cargué el arma y lo apunte, ¿De verdad soy capaz de hacerlo?

                                                            [***]

Kendall escuchó a Tk cargar el arma, pero no creía que fuera capaz de matarlo…¿o si? Luego de dos segundos que parecieron durar una eternidad, abrió los ojos. Tk ya no estaba frente a él. Volteó y la encontró corriendo a un enorme vehículo, Scott había ido por ella.

' Amor de Espías ' ♠ {'BigTimeRush'} ♣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora