' Amor de Espías ' ♠ {'BigTimeRush'} ♣

' Capitulo Ochenta y Uno...

[Kendall]

Estoy solo en una enorme habitación con espejos en lugar de paredes. Intento empujar los espejos, salir de ahí pero no lo consigo. Escucho a los demás gritarse entre sí, están discutiendo y es por mi culpa. Se van a matar y también será por mi culpa. Tk está llorando y todo, todo es por mi culpa. Golpeo la pared, tengo que salir de aquí. Grito el nombre de Tk, de los chicos, de las chicas, de mis hermanos, de mi madre...nadie me escucha, solo gritos y llantos, y yo solo en la habitación. Corro y choco contra las paredes de espejo, pero solo logro lastimarme a mi mismo. Miro mi reflejo y tengo un aspecto horrible, desesperado, justo como me siento. No puede estar pasándome esto, no puedo lastimar de este modo a los que más quiero.

Cierro los ojos con fuerza, intentando hacer desaparecer todo y por un segundo creo que lo logré, ya no hay más gritos ni llantos, solamente silencio. Abro los ojos ingenuamente esperanzado, y veo algo que me aterra en el lugar de mi reflejo. Veo a mi padre sonriendo con maldad, y el sonido de su voz me produce escalofríos en todo el cuerpo.

- Pensé que el monstruo era yo, Kendallcito. Bueno, al parecer es cierto lo que dicen...de tal palo tal astilla, ¿eh?

Seguí corriendo y chocando, intentando romper las paredes de espejo pero estas parecían hacerse más fuertes y gruesas con cada golpe que les daba.

- ¿Te das cuenta, hijo? Tanto que decías odiarme, que jamás serías como yo y mírate...es como verme a mi mismo -soltó una carcajada-, solo que tú eres tan patético e inútil...
- No lo soy -murmuro intentando convencerme más a mi mismo que a él- yo no soy igual que tú...
- Claro que no, tu eres mucho peor. Acéptalo, Kendall. Solo mira cómo has lastimado a la chica que supuestamente amas; la hiciste llorar, la insultaste, ibas a golpearla...
- Eso no, yo...-tragué saliva nervioso, él tenía razón.
- ¿Y qué hay de tus amigos? Los hiciste discutir y separarse, involucraste a tus hermanos, hasta la misma Tk se da cuenta que tu no eres más que un idiota, un monstruo sin sentimientos que lo único que quiere es...
- ¡YA BASTA! -grité con todas mis fuerzas y escuché como los espejos se rompían en millones de pedazos, luego...silencio, oscuridad. No me atrevo a abrir los ojos por temor a lo que vaya a encontrar, sea real o no, puede ser mil veces peor que mi padre y no sé si seré capaz de soportarlo.

«Tu te metiste en esto, idiota. Acepta las consecuencias».

Me recuesto en el suelo, o al menos sueño que lo hago, sin abrir los ojos en ningún momento. Vienen imágenes a mi mente, tan veloces que apenas logro darme cuenta de lo que son. Veo a los chicos mirándome con enojo y preguntándose qué me ocurrió, a Tl gritándome por leer su diario, a los chicos intentando detenerme para que no lastime a nadie. Luego veo a Tk mirándome con dolor, con miedo en sus ojos y esa mirada que me hace sentir un vacio en mi pecho y me corta la respiración, ella me odia. Me detesta, ya no me quiere y probablemente nunca vuelva a quererme.

Me sorprendo al darme cuenta que una lágrima baja por mi mejilla izquierda.

«La perdí... perdí a Tk», acepto sin esperanza alguna. Entonces siento unos fríos dedos pasar por mi mejilla, limpiando mis lágrimas, acariciándome. Una suave mano me sujeta y entonces siento unos labios presionándose contra los míos tan delicadamente, apenas rozándome. ¿Estoy soñando o es...? no, no puede ser ella.

Sonreí sobre sus labios, puede que no sea ella pero aunque sea puedo imaginar que lo es. Respondí al beso algo inseguro, sin comprender del todo lo que estaba ocurriendo, ¿seguía soñando? Si es así no me despierten.

Nuestros labios se movían al mismo ritmo, en un perfecto compás. Era un beso dulce pero al mismo tiempo intenso.

«Es Tk, definitivamente no puedes imaginar algo así y no puede ser ninguna otra, nadie más te hace sentir de esta manera».

Debimos separarnos para respirar, por desgracia. Puse mis manos sobre sus mejillas y junté nuestras frentes, de ninguna forma la dejaría alejarse de mí después de ese beso.

Solo entonces abrí los ojos y la vI, tal vez fue mi imaginación pero era mil veces más hermosa que antes. Se mordió el labio inferior, algo nerviosa y sin saber que decir. Entonces caí en la realidad. ¿Qué estoy haciendo? Demonios, no. Esto no va con mi plan...La odias, Kendall, la quieres a mil kilómetros de ti, intenté convencerme pero no era sencillo teniéndola justo frente a mí.

- Yo... -ella intentó empezar una oración pero mordió su lengua antes de continuar.

Recordé que James estaba en el granero también cuando yo me dormí, miré alrededor y no lo encontré. ¿Por qué si estaba tan molesta conmigo le diría a James que se fuera y nos dejara solos para poder besarme? No tiene ningún sentido, a menos que...

Solté su rostro pero no pude convencer a mi cuerpo de alejarme de ella.

- Esto... mira si hiciste una apuesta con James o algo parecido y quieren reírse un rato bien por ustedes pero no dejaré que me humillen de ese modo, yo...
- Kendall yo no...
- O si solo quieres...no lo sé, vengarte de todo lo que he hecho no creo que sea la solución que me beses y luego...
- Schmidt...
- Si quieres golpearme pues hazlo, me da igual. Pero estás equivocada si crees que puedes venir como si nada y...-me besó y se separó casi de inmediato de mí- hacer eso...
- No vine a discutir, y tampoco quiero golpearte. No es una apuesta con James, yo nunca sería capaz de hacerte algo como eso...-se encogió de hombros.
- ¿Entonces? Si mal no recuerdo hace solo unos minutos tu me odiabas...
- Al igual que tú a mí, o al menos eso creía antes que me...antes de esto -miró al piso nerviosa esquivando mi mirada.
- Si, yo...-pasé la mano por mi cabello pensando en algo que decir que la molestara- pensaba que eras alguien más, esperaba a quien sea menos a ti.
- Claro, ¿A quién esperabas a Val, a James o a tu tataratataratatara abuela muerta?-levantó una de sus cejas burlándose.
- Bueno la opción tres suena muy tentadora...-ambos reímos- por cierto, no te burles de mi familia, Piaget, o yo haré lo mismo con la tuya -no me di cuenta de mi error hasta que era demasiado tarde.
- Si...bueno...no tienes a muchos a quien molestar...-suspiró- solo a Scott, de hecho. Solo somos Scotty y yo desde...desde hace varios años...-abrazó sus piernas.

Me quedé pegado mirando al vacío, todo es tan...complicado. Si las cosas hubieran sido de otro modo, o tal vez si yo...

- Kendall...-escuche su voz pero mis pensamientos no querían dejarme reaccionar. Entonces sentí como tomaba mi mejilla con la palma de su mano y retrocedí de inmediato, alejándome- ¿qué ocurre? Creí que...
- Ya no lo hagas más -dije con un tono frío viendo a cualquier parte menos a sus ojos- no quiero que te acerques, no quiero que me toques, no quiero que me beses, ¿entiendes? Si estas tan necesitada de seguro cualquiera de los chicos te ayudará con eso pero ni creas que yo caeré en tus tontos juegos, ¿comprendes niñita?

Vi su mirada de tristeza llegar y desaparecer casi de inmediato, me pareció extraño.

- Mira, ya no me convences con tu actitud de bipolar, ¿ok "niñito"? Si, todas esas palabras me habrían lastimado demasiado hace un tiempo atrás, a la vieja Tk se le habrían cristalizado los ojos y probablemente te daría una cachetada para luego salir corriendo y evitar que la vieras llorar pero no esta vez, Kendall. No lograrás alejarme esta vez.
- Yo no...-suspiré viendo el suelo- no te quiero cerca, Tk, ¿cuándo lo vas a entender? Solo déjame tranquilo y ya.
- De acuerdo. -la miré, ¿en verdad se va a alejar de mí?- Te dejaré tranquilo...en cuanto me lo pidas viéndome a los ojos, Schmidt -se acercó a mi rostro mirándome, tragué saliva nervioso- dime que no me quieres, que no me amas y te prometo que saldré de tu vida, no me acercaré más y no te volveré a hablar a menos que sea algo de verdad importante...te doy mi palabra de espía -se veía segura.

«De acuerdo solo...dilo, mírala y díselo».

- Yo...-estaba demasiado cerca, mi mirada pasaba de sus ojos a sus labios mientras ella me miraba expectante- yo no te...yo...-mordí mi lengua, demonios por qué es tan difícil. Le puedo mentir pero no mirándola a los ojos.
- Estoy esperando...-sonrió levemente, parecía estar disfrutando el tenerme así, tan nervioso y sin poder decir nada- a menos que...-suspiró casi sobre mis labios- a menos que no quieras que me aleje de ti y todo sea una estúpida mentira por alguna razón que desconozco -se encogió de hombros- Kendall...no tienes que...
- ...Te amo. -no se cual de los dos se sorprendió más al escucharme decir eso, pero... Es como si mi corazón se sintiera aliviado de hablar al fin con la verdad- te amo, demonios, no tienes idea de cuánto te amo -corté la distancia entre ambos besándola con desesperación, la necesitaba...corté el beso casi de inmediato pero sin separarme- te amo Tk Piaget -murmuré sobre sus labios y ella sonrió alegre pasando sus brazos por detrás de mi cuello- pero no podemos estar juntos...-frunció el ceño- se que te parezco un maldito bipolar preciosa pero tienes que confiar en mí, es lo mejor.
- ¿Lo mejor para quién, Schmidt?!? -quitó sus brazos de mi cuello- Mira se que parezco patética pero ya me cansé de que juegues conmigo de esta manera...yo te amo, te amo muchísimo a pesar de lo que sea que me estés ocultando...pero por favor, Kendall, solo nos estás lastimando a ambos...¿es eso lo mejor? -me miró con ojitos tristes y sentí mi corazón encogerse.

Ella tenía razón, mierda nada me sale bien.

- Soy un idiota...
- Eso no te lo discuto...-se burló.
- Hablo en serio, yo...intento hacer las cosas bien y todo sale aún peor -suspiré frustrado, ella acaricio mi mejilla intentando calmarme- perdóname -mi voz estaba a punto de quebrarse- no sabes cuánto te amo, perdóname por todo -tomé su mano y la besé- pronto me iré y te dejaré tranquila de una vez por todas para que puedas ser feliz.
- Kendall...-me miró preocupada- tu no puedes, no puedes hacerlo...-una lágrima rodó por su mejilla- no puedes irte...
- No quiero hacerte más daño -limpie su lágrima y sonreí con tristeza- solo... déjame despedirme de ti, ¿si? Dejarte grabada en mi memoria para siempre...-ella sonrió levemente- sin peleas, sin discutir, sin hablar...solo tu y yo.
- Solo tú y yo -repitió en un murmullo sin quitar su sonrisa.