Te volverás adicta a mí #1 [Completa]

16 ~ Por debajo de la sequedad

Desde que había llegado a casa, Aleix se dejó consumir por el diario de Marlene, el que le permitió descubrir, además de varios acontecimientos de su pasado, que su letra era tan refinada como había imaginado. No se comparaba en nada con la nota que le entregó hace tiempo.

El libro personal comenzaba relatando algo que le había ocurrido cuando todavía tenía ocho años, pero la letra no era la de una niña, por lo que era evidente que lo había pasado a limpio. A través de la escrita, Marlene confesaba lo maravillosos que le parecieron aquellos días, porque al haberse torcido una pierna, se pasaba los días en cama leyendo. Tenía muchas páginas dedicadas a esos tiempos, incluso había anotado el nombre de los libros que había leído y la fecha de cuando había empezado cada uno y cuando lo terminó, además de una breve nota de lo qué le había parecido cada uno.

Casi no hablaba de ella, cómo se sentía o qué sucedía con su vida y con quienes la rodeaban. Su diario estaba dedicado a sus constantes lecturas, pero de todos modos, Aleix no pasó ninguna sola página sin antes leerla, hasta que llegó a la fecha donde se conocieron. Aquel día se había grabado en su mente desde entonces. Primero porque le frustró que lo hubiera rechazado, después, porque se enamoró.

03 de Marzo de 2017

En cuanto salí de la librería con mi hermoso libro firmado, empezó a llover y no tuve más remedio que comenzar a correr porque temía que se fuera a mojar, y llegué a una parada de autobús. Tenía que esperar a que llegara, así que no pude aguantar. En cuanto me senté, empecé a leer. Aún antes de empezar estaba temblando de la emoción. ¡He conseguido que mi autor favorito firmara su obra!

Estaba disfrutando de la lectura, hasta que una sombra surgió de la nada y se posó en mi libro. La sombra pertenecía a un tío, que al parecer estaba tratando de llamar mi atención, pero como no podía importarme menos, lo ignoré.

Pero no sirvió de nada. El extraño ese no me dejó en paz, e incluso se acercó más a mí, así que no tuve más remedio que alzar la mirada, y en cuanto lo vi, no supe qué pensar. ¿Qué hacía un tipo como aquel fijándose en mí? No tenía sentido alguno.

Aunque no tardé mucho en darme cuenta de que sólo estaba burlándose de mí. Noté de immediato que era un narcisista de primera. De esos que van por la vida creyéndose los reyes del mundo solo por su atractivo.

Me fastidió tanto su actitud que me limité a fingir que no existía, y confieso que lo disfruté mucho al hacerlo.

05 de Marzo

Cuando recibí una visita, jamás imaginé que se trataría del tipo de la parada de autobús. Me habló con la excusa de pedirme indicaciones, pero no me engañó. Ese tipo tenía otras intenciones. Era demasiado obvio.

Le había dañado tanto su asqueroso ego que me había seguido como todo un acosador. Solo espero que se canse pronto y me deje en paz.

06 de Marzo.

Aleix ha venido solo para hacerme spoiler del libro que estaba leyendo. ¡Como lo odio! ¡Ojalá pierda un huevo para que se le quite lo narcisista que es!

08 de Marzo

No se ha cansado. Aleix no deja de presentarse en mi casa todos los días, y aunque sus visitas son cortas porque yo le cierro la puerta, han sido suficientes para que note que el tipo está demente. Porque solo un demente me bajaría los pantalones sin venir a cuento, pero bueno, espero que haya disfrutado de la noche en comisaria y que le haya acompañado algún travestí.

Para terminar de amargarme el día mi madre me llama y me dice que en cuanto comiencen las vacaciones tengo que ir a verlos. Voy a tener que regresar a ese pueblo que huele a casa todo el rato y en donde solo hay ancianos, y lo peor de todo: no hay ninguna sola librería ni biblioteca.

12 de Marzo

Eran aproximadamente las seis de la tarde cuando salía de la tienda de chuches, y "casualmente", me encontré con Aleix.

Cuando me dijo que tenía un regalo para mí, obvio pensé lo peor. ¡Nunca pensé que sería un libro!

Tengo que admitir que me emocioné mucho, pero no tardé en desilusionarme. El imbécil me puso una mano en el trasero.

No lo soporto. Estoy harta de él y de su actitud. Es un imbécil. No sé cómo las chicas se fijan en tipos así.

Pero bueno, al menos escogió un buen libro. Quizás lo único bueno de él sea su gusto literario.

15 de Marzo

No paran de sucederme cosas raras desde que conocí a Aleix. Por ejemplo, ayer me acosó otro tipo, pero se portó mil veces que Aleix. Era muy asqueroso. Menos mal que apareció mi acosador diario y lo espantó.

Estaba a punto de darle las gracias y todo, pero en cuanto vi que pisó mi libro, justo el que él me regaló, se me quitaron todas las ganas.

Para rematar el día, mamá me llama otra vez para recordarme que en vacaciones tengo que ir sí o sí. Sabe que lo aborrezco más que nada, pero le da igual.

16 de Marzo

Hoy cometí la mayor locura de mi vida: dejé que Aleix entrara en mi casa. Solo lo hice para agradecerle por haberme salvado del abusón.

Pero me arrepentí de inmediato. Estar a solas con él es muy incómodo, y que la película fuera tan aburrida no ayudó en nada.

Que Aleix me preguntara de repente por qué le dejé entrar, era algo que ya esperaba que hiciera. Lo hice como gratitud, y también para reclamarle que me debía un libro nuevo, pero no me dejó terminar. ¡El loco se me echó encima y me mordió!

¡Diooosss! ¡Nunca voy a poder olvidarme de este día! ¡Ese imbécil me puso muy nerviosa! ¡Casi me da un ataque al corazón!

¡Me tocó los pechos! ¡Todavía me cuesta creerlo!

No entiendo por qué hace todo esto. ¿Por qué tanto empeño en jugar conmigo? ¿Se ha cansado de las chicas bonitas?

Me ha dicho que me quiere, pero sé que no es verdad. Solo está jugando conmigo, el muy imbécil.

Y lo sé muy bien, pero de todos modos pienso en él. No quiero hacerlo, pero él surge en mi mente de vez en cuando y me molesta bastante. Me molesta que venga a verme, pero también que no lo haga.

El muy imbécil molesta de todas formas, venga o no venga.

Desde que lo he conocido no puedo leer del todo a gusto, y lo aborrezco por ello.

A pesar de la dureza de las últimas palabras escritas, Aleix no podía dejar de sonreír. Gracias a su diario, había descubierto lo que pensaba realmente Marlene.

Lo apreciaba y lo extrañaba en sus días de ausencia.

—¡Genial! —Aleix abandonó el sofá de un salto y comenzó a bailar, al mismo tiempo que aplaudía.

Lo había conseguido. Logró tocar el corazón de Marlene.