Y decidí que aunque me cueste, voy a dejar todo atrás.
Entendí que el psicólogo tiene razón:
-Muchas veces damos todo de nosotros para los demás y olvidamos que quien debe importarnos más que nadie, somos nosotros mismos. Debemos ser nuestra prioridad. Es hora de ser mi heroína y salvar mi pequeño corazón-
- Los para siempre no existen, por más que duela reconocerlo. Podemos conocer a muchas personas pero eso no asegura que se queden para siempre-
- Somos valiosos, la sociedad no nos define. Nosotros escogemos quienes queremos ser-
- Y por último Mariana, busca tus fortalezas y trata que sean más que tus defectos-
A Mariana, nunca se le olvidaría lo que le había dicho el psicólogo y lo recordó, al igual que todos los días pero esta vez era para finalizar la etapa.
Lo que tiene que ser, es
Y lo que fue y no volverá, se debe quedar en el pasado.
Es por eso querido diario que estas son las últimas palabras que escribo en ti.
Te quemaré e intentaré arrasar con mis penas al igual que el fuego con las letras que lo expresan dentro de ti. Es hora de avanzar y aunque estoy un poco reacia. Creo que debo hacerlo
Mariana aprendió a dejar ir a las personas y a conocer a muchas otras, son muy pocas sus constantes pero aún así no volvió a permitir que la soledad la destruya.
La soledad es como un vórtice, te va llevando poco a poco y muchas veces cuando descubres lo que está pasando ya es muy tarde.
La soledad es peligrosa y debe ser tratada con cuidado.
Nunca se debe permitir que la soledad nos destruya.
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La Soledad
Krótkie OpowiadaniaMe había acostumbrado durante tanto tiempo a estar sola, a estar allí para el resto, que nunca pensé que un día no podría soportarlo más. Entendí aquel dicho "una gota puede rebasar un vaso" y vaya que me afectó de sobremanera lo que pasó en mi vida.