V E I N T I C U A T R O.

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-¿Me puedes decir cómo eres?

Ladrona de teléfonos: ¿No te cansas?

-Ya que ayer no quisiste decirme tu nombre, o por lo menos confirmar que es Lucía, responde eso. No creo que seas la única con esa descripción.

Ladrona de teléfonos: Quizás no.

-Entonces... ¿me dirás?

Ladrona de teléfonos: No creo que sea necesario hacerlo.

-¿Por qué?

Ladrona de teléfonos: Porque me conocerás.

-¿Qué?

Ladrona de teléfonos: Lo que leíste.

-Pero ayer querías conservar tu "anonimato". ¿A qué viene ese cambio tan repentino?

Ladrona de teléfonos: ¿Quieres o no?

-¿Qué te hizo cambiar de opinión?

Ladrona de teléfonos: Me di cuenta que ya no vale la pena ocultarte mi identidad.

-¿Por qué lo haces?

Ladrona de teléfonos: ¿Quieres conocerme o no? Tú decides.

-Déjame procesar todo... es que es muy rápido.

Ladrona de teléfonos: No creo que debes procesar algo. Nos conoceremos, si estás de acuerdo. Además, tenemos como 4 meses hablando. Es tiempo suficiente para que te des cuenta que no soy una loca y para darme cuenta que no eres un violador.

-Lo de loca puede cuestionarse...

Ladrona de teléfonos: Como sea.

-¿Por qué ocultas tu identidad? Creo que te dejé en claro que no llamaré a la policía o algo por el estilo. Ya no me importa lo que pasó con el teléfono.

Ladrona de teléfonos: No es por el teléfono. 

-¿Y por qué? No encuentro otra explicación.

Ladrona de teléfonos: Cuando me conozcas lo sabrás.

-Pero... ash.

-¿Cuándo será eso?

Ladrona de teléfonos: Mañana. En esa cafetería a la que vas siempre.

-¿Charlotte's? ¿Cómo sabes qué voy siempre a esa cafetería?

Ladrona de teléfonos: Te aclararé todo mañana.

-Define "todo".

Ladrona de teléfonos: Solo no olvides tus preguntas. Sé que tienes muchas. Nos vemos mañana a las 15:00.

-Está bien...

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