Capítulo 6

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Me desperté como siempre; con mucho sueño, pero no podía hacer nada, tenía que ir a trabajar.

Fui a trabajar, no me sentía con muchos ánimos después de haber discutido con Mark la noche anterior. Amaba a Mark pero no me gustaba que me ocultara cosas, me hacia sentir que no me tenía la suficiente confianza o seguridad de hablarme con la verdad. Por otro lado, llegué a pensar que tal vez eran locuras que se me atravesaban por la mente y que Mark no era capaz de Mentirme.

—Inha —dijo Hyunjoong sacándome de mis pensamientos— necesito que archives estos expedientes. En un momento vuelvo, voy con Yoongi a entregarle unos documentos.

—Sí —respondí a su orden— ¿No le gustaría que yo le llevara esos documentos a Yoongi? —pregunté y él me dedicó una mirada seria la cual me dio un poco de miedo.

—No Inha, gracias, pero prefiero evitar que tengas problemas con él. ¿De acuerdo? —dijo y yo asentí.

El día fue muy largo, tuve muchas cosas que hacer porque se acercaba el fin de semana y no quería dejar muchos pendientes.

Hyunjoong era muy agradable y una excelente persona, pero cuando se trataba de trabajo, podía ser muy estricto; para mi eso significaba que era muy dedicado y se esforzaba.

Al día siguiente

Agradecí internamente el hecho de que fuera fin de semana, pero de todas maneras me tenía que levantar temprano, aunque... ¡Hoy era mi cumpleaños! Estaba en una especie de crisis bipolar, quería dormir, comer, llorar y reírme por alguna razón sin sentido.

Anhelaba que hoy fuera uno de mis mejores cumpleaños, y tal vez lo sería ya que Mark prometió ayudarme con la decoración de mi casa para una pequeña fiesta que haría.

Me levanté de mi hermosa cama y solo me lavé el rostro y me amarré el cabello para después desayunar algo. La casa ya estaba limpia, solo faltaba la decoración.

Justo cuando terminé de desayunar, escuche el timbre y enseguida fui a abrir la puerta.

—¡Feliz Cumpleaños! —gritó Mark y extendió sus brazos.

Abracé a Mark muy fuerte y él hizo lo mismo conmigo, él me hacía muy feliz.

Mark y yo iniciamos la decoración de mi casa entre bromas y risas, ya casi terminábamos pero estábamos demorando mucho porque nos distraíamos jugando.

Mark me correteó por todo el lugar, yo le había hecho una broma y él quería vengarse pero no podía alcanzarme. Por alguna razón, se me ocurrió irme a la cocina, ésta era tan pequeña que no tenía suficiente espacio para poder escapar, estaba perdida.

—Parece que tendrás que pagar por lo que hiciste —dijo Mark en un tono burlón.

—Mark, perdóname, sabes que te amo y no lo hice con maldad —dije nerviosa, él se acercaba más.

—Ya lo hiciste, ahora es mi turno —dijo él y sonrió.

—Piénsalo bien —dije en un susurro—, no me puedes matar de esta forma... ¡Me rindo! —exclamé y vi que él contuvo las ganas de reírse— Solo... Hazlo  rápido y sin dolor —cerré mis ojos.

—Lo haré a mi manera —se acercó más y posó sus manos en mi cintura.

—¡Espera! Cambie de opinión. ¡Quiero vivir! —tomé sus hombros.

Él quitó mis manos de sus hombros y las estrelló en la pared donde me encontraba yo recargada.

—Voy a disfrutar esto —musitó.

Acortó la poca distancia con un beso apasionado, al instante le correspondí, me sentí en las nubes. Mark soltó mis manos y volvió a tomar mi cintura, yo tomé su cuello y lo acerqué a mí.

Nos separamos por la falta de aire pero él me volvió a besar, era algo extraño, Mark me besaba necesitadamente, yo lo disfrutaba pero él casi no era así.

Yo jugaba con su cabello mientras nos seguíamos besando, él abandonó mis labios para besar ahora mi cuello, sentí que la temperatura de mi cuerpo aumentaba, él acariciaba mis muslos con una mano y con la otra me abrazaba manteniendome apegada a él.

—M...Mar... Mark —dije con la voz entrecortada—. Detente —murmuré pero él no hizo caso.

Iba a seguir insistiendo a Mark que parara, no era porque no quería, era porque no creía adecuado el momento.

El tono de llamada de Mark hizo que se alejara de mi para poder ver quien le llamaba. Se fue sin decirme nada y contestó la llamada.

Sabía que era de mala educación espiar las conversaciones ajenas pero quería saber si Mark me ocultaba algo. Lo seguí y me escondí.

—¿Que sucede? —escuché su voz— Sí... Te dije que hoy estaría ocupado... ¿En serio?... ¿Y estas sola?... Mmmm — se quedó callado por un momento—. Esta bien, voy para allá... No me agradezcas, ya sabes como me puedes pagar.

Eso fue suficiente para sentir que mi mundo se destruía. Regresé corriendo al lugar donde me dejó Mark antes de responder su llamada, un par de lágrimas se escaparon de mis ojos pero las limpie, esperaba que Mark no me notara rara.

—Mi amor —dijo Mark—, de verdad lo siento, tengo que irme, tal vez venga en unas horas... —lo interrumpí.

—No te preocupes, puedes irte tranquilo, no hay problema —musité intentando no mirarlo a los ojos.

—¿Segura? —asentí— Bien, Te amo. Te veré al rato.

Se fue sin darme el beso de despedida que acostumbraba a darme.

En cuanto la puerta se cerró, rompí en llanto. Mark estaba cansado de mi, Mark ya no me quería, Mark... Mark me engañaba.








Esa fue la única conclusión a la que llegué, tampoco era estúpida para no darme cuenta. Pero no lo podía creer, sí Mark ya no me quería ¿Por qué aún estaba conmigo? ¿Acaso solo se burlaba de mi? Seguí llorando un rato más hasta que escuché el timbre una vez más.

Abrí la puerta y me encontré con un chico con un enorme arreglo floral. Me sorprendí mucho.

—¿Sung Inha? —preguntó el chico.

—Si —respondí aún confundida.

—Firme aquí por favor —me dio una tabla con una hoja de recibido. La firmé—. Eso es todo. Aquí tiene —me dio el arreglo floral y se fue.

Entré y dejé el arreglo floral en la mesa para luego ver la tarjeta, tal vez así sabría de quien era.

Inha:
Me enteré de que hoy es tu cumpleaños, te deseo lo mejor y espero que te la pases muy bien. Me encantaría poder estar contigo pero por el trabajo me es imposible.
Felicidades.
Atte: Hyunjoong.

Había olvidado por completo que era mi cumpleaños. No faltaba mucho tiempo para que mis amigos llegaran y yo aun no estaba lista.

Un par de horas después, ya estaba arreglada y ya había terminado de decorar lo que faltaba de la casa. Decidí ordenar comida en vez de cocinar.

El timbre sonó y al abrir la puerta me quedé más que sorprendida.


Be The One [마크트안]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora