2. Una Fiesta

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¿Cómo nos conocimos? ¿Por qué nos separamos?

Esas son dos preguntas corrientes, sé que es importante contestar pero por ahora no puedo. Mejor hay que hablar de otro momento.

Se me viene a la mente la fiesta de tu primo ese lugar donde nos vimos después de habernos conocido.

Mis cabellos obscuros se encontraban algo despeinados. Pero no tenía mucho que arreglar ya que me llegaban a los hombros. Un flequillo de lado caía sobre mi frente.

Mi celular comenzó a sonar dentro de mi bolsillo, un nombre se leía ahí y no era muy sencillo.

«Sahair»

Ese era el nombre de mi amigo contesté sin tardar.

— ¿Hola?

— ¡Primor! ¿Cómo estás? —contestó Sahair del otro lado.

Una risa se escapó de mis labios, se le oía ya algo tomado.

—Se escucha buena la fiesta

—Y así es primor, por eso te llamo para invitarte.

—Mmm, es tentador, no lo sé.

—Vamos primor, te divertirás, aparte aquí hay chicos lindos que te podrían agradar y con gusto te los presento.

Lo pensé por unos segundos y decidí aceptar su oferta. —-Me has convencido.

—Lo sabía, es genial nos vemos entonces primor, es en mi casa.

—Vale y ya deja de decirme primor.

—Eso no pasar-un hipido se escuchó—Te veo en un rato ponte bonita, primor.

Y colgué, me volví a reír ese sí que era un loquillo pero era mi mejor amigo y de verdad lo adoraba.

Me puse un short negro que llegaba hasta mi ombligo, una blusa gris, unos tenis negros y mi chamarra de cuero. Algunos accesorios que no es necesario describir también me adornaban. Mi cabello tal cual y un poco de maquillaje.

Toqué la puerta con suavidad, pero nadie me abría, debía de ser por la música que estaba muy fuerte.

Mi teléfono comenzó a sonar, Justo a tiempo.

— ¿Sí?

— ¡Primor! Dónde estás, creí que te había convencido de venir.

—Lo hiciste, estoy aquí afuera sólo que por la música no me has escuchado tocar.

Me colgó rápido y de repente ya se encontraba frente de mí.

—Ay primor, si no fueses mi mejor amiga, si me... —le interrumpí.

-—Eres un asqueroso—le abracé.

—Pero me adoras—me abrazó también.

Ambos nos internamos en la fiesta, se veía gente tomando y haciendo tonterías, también gente hablando y algunos otros sólo pasándola.

—Ven Primor, tengo a alguien que quiero que conozcas.

Yo le seguí con interés, intentando imaginar cómo sería la persona que me iba a presentar, pero otras incógnitas fueron surgiendo al ir caminando.

—Ey, Julio, ven amigo que quiero presentarte a alguien.

— ¡Primor!—me llamó Sahair, yo volteé.

—Julio ella es Pr...—le pisé el pie.

—...Callie—continuó.

Yo levanté mi mirada por primera vez y me topé con dos ojos que yo ya conocía, que había visto.

Al momento me sonroje, el recuerdo de la vez que le conocí me rondaba la mente.

—Mucho gusto Callie—escuchar mi nombre en su boca me hizo que volviera a la realidad.

—Igualmente—Me estrechó la mano.

Sabía que con él me pasarían muchas cosas, porque ni siquiera nos habíamos conocido muy normal y para ser desconocidos ya nos sabíamos algunos secretos.

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Eso que escribo cuando me acuerdo de tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora