7. Olvido por que eres tan necio

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Callie le miro con los ojos achicados como tratando de enfocarlo mejor, quizá así recordaría de donde lo conocia.

—El es Joel, trabaja en el café de por tu casa—lo presento.

Se puso a pensar y recordo que si lo había visto, pero jamás habían hablado, más que lo referente claro a pedir el café.

—Hola Joel, soy Callie—le sonrió ella y a el le pareció la sonrisa más bonita de todas.

El sonrió y le estrecho la mano, abriendo bien los ojos para ver si no soñaba. Hace tanto tiempo que deseaba hablarle que ahora que podia hacerlo simplemente no sabia que decir.

—Hola—dijo de nuevo atontado y de la boca de Alana salió una inocente risita.

Y aunque al principio parecía difícil la conversación comenzó a entablarse y el ambiente que al principio se sentía incomodo parecía haberse esfumado para dar paso a uno agradable.

En los ojos y rostro de Joel se podía leer la emoción pura por estar cerca de la chica con la que hace meses intentaba hablar y que en ese momento había hablado lo que no había hecho desde el tiempo en que la pretendia.

Callie reía de vez en cuando con algún comentario, sin embargo en su rostro; específicamente en sus ojos se veían el rastro de aquella tristeza que no se iba del todo, que continúaba con ella. Oculta con su sonrisa y con el batir de sus pestañas, pero ahí estaba.

Después de un rato de charla todos decidieron pararse a bailar, pues al parecer era el momento justo.

Sahair y Callie
Joel y Alana

Ambas parejas comenzaron a sacudirse al ritmo de la música. Ilusa Callie había creído librarse de las intenciones de su amiga para emparejarla con Joel.

Pero que equivocaba estaba, el plan recién había comenzado.

Pobre Callie si se diera cuenta de que todos sus acompañantes conocían el plan excepto ella, apenas venía lo bueno.

Los ojos de Alana buscaron los de Sahair y un giño mutuo se hizo notar, en un movimiento rápido ya las parejas se encontraban cambiadas.

Vaya casualidad, bueno mejor dicho vaya plan.

Los ojos de Joel estaban brillantes, ojos de un digno enamorado. Callie no pudo evitar mirarle y al ver aquel brillo de vio reflejada hace poco era ella quien miraba a otro de la misma forma.

El ambiente cambio a uno romántico gracias a la elección musical del encargado.

«Diablos» pensó ella.

La mano de Joel rodeó la cintura de Callie y ella no pudo evitar pensar en momentos parecidos pero con alguien mas.

No le dijo nada, ni siquiera respingo dejó que aquel muchacho bailará con ella y se permitió acercarse más a el acercando su cabeza al pecho de el casi recargandola pero ni siquiera rozándose. Respiro su aroma, el de una persona diferente, único y especial.

Deja corazón que se me olvide...

Eso que escribo cuando me acuerdo de tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora