El observador del Genesis - 7: Contemplando la Creacion

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Capitulo 7

EL OBSERVADOR

Contemplando la creación

Relato ficticio que puede ayudar a comprender la forma en que algunas personas han recibido visiones y revelaciones de Dios.

Mesopotamia
Aldea semita
1000 a.C.


Lentamente fue recuperando el control, su control, el control de sí mismo, mientras que tomaba conciencia de lo ocurrido.

Las piernas le temblaban, su mente era un caos de preguntas que pugnaban por respuestas.

¿Qué fue lo que vi?, ¿qué me pasó?, ¿tuve una alucinación?, ¿dónde estoy?, ¡¿las ovejas?!, ¿cuánto tiempo pasó...?, pensaba, desesperado, y enormemente confundido.

Miró a su alrededor.

¡Las ovejas!, ¡ahí están las ovejas!

¡Gracias a Dios!, ¡gracias a Dios no se han escapado!

¿Será aún de mañana o estará atardeciendo?

El día estaba finalizando y quedaba poca luz, vio que el sol de ocultaba pero él aún no lograba situarse en el tiempo.

Las piernas no lo sostenían. Cayó de rodillas, se apoyó con las manos en el suelo.

Debo volver a casa, debo volver a casa y contar lo que me pasó.

Las imágenes que había presenciado, volvían a su mente como veloces recuerdos. ¿Lo habré soñado? Trataba de enfocarse en lo que era importante en ese momento. Debo volver a casa, volver con mi familia, a salvo y con el rebaño.

Ya se había percatado de que oscurecía. Tomó su cayado y las pieles con que se abrigaba. Estoy muerto de hambre, me duele el estómago del hambre -no había comido desde que saliera de su casa esa mañana, y ya había pasado el día. Agua, agua, necesito beber.

Corrió hasta el arroyo que estaba a pocos metros, y se puso en cuclillas. Tomó grandes tragos como si fuesen los últimos y se sintió mejor. Se secó la boca con la manga mientras se paraba. Estaba agotado como si acabara de correr una carrera.

Lentamente empezaba a calmarse.

Todo parecía estar en orden. Reunió las ovejas y las condujo hacia la choza donde vivía.

Llegó allí una hora después, apurando el paso, ya a la luz de la luna.

Las encerró en el corral.

Elam tenía esposa, Misur, y dos hijos, un niño de ocho años y una niña de seis.

Al oír a las ovejas entrar al corral los niños corrieron a saludar a su padre. En la penumbra, casi oscuridad, lo abrazaron y Elam alzó a Samud, la niña, y tomo de la mano al mayor, Urkis.

- Mamá estaba preocupada porque no llegabas -le dijo Urkis.

Misur ya había salido de la casa y venía a su encuentro.

- Esposo, ¿te ocurrió algo? -en el rostro de Misur podía verse la preocupación.

- O esposa mía, vamos adentro que debo contarte mi día. Debes oír lo que me ha ocurrido.

- ¿Te ha atacado algún animal?, ¿te encuentras bien? ¿estás herido?, ¿has tenido algún problema con las ovejas...?

- No mujer. Quédate tranquila. Hazme algo de comer, por favor, que no he probado bocado en todo el día y desfallezco.

El observador. El Genesis y la ciencia. La explicacion cientifica de la creacionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora