APÉNDICE III: La ubicación del Edén

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APÉNDICE III

La ubicación del Edén []

Extracto de una nota publicada por Fernando Cohnen (16/12/2007) sobre descubrimientos realizados en Gobekli Tepe, Turquía.

Pese a lo controvertidas que resultan las propuestas del egiptólogo británico David M. Rohl, lo cierto es que algunas parábolas del Génesis guardan similitud con los acontecimientos reales que tuvieron lugar hace miles de años en los campos que rodean los lagos Van y Urmía, enclavados en el llamado "Creciente Fértil", una amplia región que abarca el sur de Turquía, Irak, Irán, Siria, Palestina y Egipto. Rohl relaciona el Edén con los ríos que riegan esa zona.

El egiptólogo recuerda que el Paraíso de la Biblia es un idílico jardín repleto de fuentes de agua. Curiosamente, en la cordillera de Tauro, muy cercana al yacimiento de Göbekli Tepe, nacen más de diez ríos. "Y salía del Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro ramales", dice el Génesis.

Los cuatro ríos primigenios eran el Pisón, el Gibón, el Hidekel -nombre hebreo del Tigris- y el Éufrates. De acuerdo con la teoría de Rohl, la verdadera identidad de los ríos Gibón y Pisón fue revelada por Reginald Walker, un erudito británico ya fallecido, que publicó sus hallazgos en 1986. En esa región del planeta fluyen las aguas de río Aras. Pero antes de la invasión islámica del siglo VIII, tal y como descubrió Walker, el río Aras era conocido como el Gaihun, equivalente al hebreo Gibón. Por lo tanto, el actual Tigris -en la antigüedad Hideken-, junto con el Éufrates, el Pisón y el Gibón, forma el cuarteto fluvial mencionado en el Génesis. Los habitantes de sus orillas lo navegan hoy en botes de poco calado.

Por su parte, David Rohl encontró diccionarios victorianos que se refieren a ese río como el Gibón-Aras. ¿Pero existe ese río? En su libro, Walker afirma que el Pisón es simplemente una derivación del hebreo Uizon -muy parecido a Pisón-, nombre de un acuífero que riega las tierras de la región.

Walker hizo otro descubrimiento. Se trata de la villa de Noqdi, que podría ser la tierra de Nod, el lugar donde se exilió Caín tras asesinar a Abel. Según Rohl, la localización de Noqdi encaja perfectamente con lo escrito en el Génesis: "Y salió Caín delante de Jehová, y habitó en la tierra de Nod, que se encuentra al este del Edén".

Utilizando todo tipo de fuentes, no sólo las bíblicas, el controvertido egiptólogo británico afirma que los habitantes del Paraíso emigraron a Mesopotamia en el sexto milenio a.C., y se establecieron en Sumeria, donde floreció una gran cultura que dio lugar a la invención de la escritura y a la creación de Uruk, considerada la primera gran ciudad de la humanidad. Según la Biblia, la llanura de Sumer, al sur de la ciudad de Zagros, es el lugar donde emigraron los descendientes de Adán tras el diluvio universal.

La llamada "ruta de la cerámica" aporta pruebas de aquella migración. La cerámica más antigua aparece en el norte de los montes Zagros y es del séptimo milenio a.C. La siguiente generación de cacharros de barro es del sexto milenio y se ha encontrado al sur de los Zagros. Las primeras piezas de cerámica "moderna", con una antigüedad de cinco mil años, se han desenterrado en Uruk.

David Rohl recuerda que algunas leyendas antiguas recogen las mismas parábolas y mitos que La Biblia. Por ejemplo, una sumeria menciona una colina paradisíaca, Du-ku, donde se inventó la agricultura. Asimismo, la "Señora de la Montaña" de la tradición sumeria era la madre de todo lo vivo, la misma consideración que otorga el Antiguo Testamento a Eva.

En el mito de la creación sumerio, el dios Ninhursak afeaba la conducta a Enki (Adán) por comer de la planta prohibida del Paraíso, un pecado que lo puso al borde de la muerte. Ninhursak se apiadó y creó a una diosa llamada Ninti -la Señora de la costilla- para curarle. El egiptólogo británico cree que ése fue el origen de la Eva bíblica.

Rohl también se atreve a identificar el lugar donde arribó el Arca de Noé tras el diluvio universal. En su opinión, el suceso no se produjo en el monte Ararat, sino en una montaña llamada Judi Dagh, al sur del lago Van. Según él, la parábola bíblica debe guardar algo de verdad histórica, habida cuenta de la variedad de referencias mesopotámicas sobre las pavorosas inundaciones que devastaron las orillas del Tigris y el Éufrates a finales del cuarto milenio a.C.

En otra vuelta de tuerca, el egiptólogo británico afirma que los sumerios fueron los que llevaron el comercio al Este de África, siendo los fundadores del Egipto faraónico, lo que ha desatado las críticas de sus colegas, que rechazan su osadía de rescribir la historia antigua utilizando fuentes bíblicas.

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⏰ Última actualización: May 18, 2017 ⏰

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