III

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Es necesario decir que los personajes que se han presentado hasta ahora, tienen una edad definida:

-Luke: 18 años.

-Sharon: 17 años.

-Tracie: 18 años.

  1 año antes.

                —Deberías comenzar a vestirte.

                 —Lo sé pero estoy muy nerviosa, Tracie.

                 —Él no irá al baile— me quedé perpleja —. Debiste ver tu cara—rió a carcajadas mientras me limité a rodar los ojos.

                  — No iré por el simple hecho de que irá Thomas — comencé a buscar el vestido que usaría para ésta noche—. Iré para... beber y bailar, como todos.

                 Caminé hacia el baño de la habitación con la mirada de Tracie fija en mi.

                 Me adentré al baño, prendí la ducha y entré a ella. Unos segundos después, la puerta se abrió.

              —Soy Scott.

                 —¿tanta confianza me tienes para entrar sin avisar?

               Sólo se rió.

               Me encantaba su risa.

               —Thomas te está esperando afuera, yo me llevaré a Tracie al baile.

               —Los veo allá.

                Scott siempre ha sido como un hermano mayor para mi, bueno, el me trata así.

                Agarré la toalla y sequé mi cabello seguido de mi cuerpo, al salir de la ducha, encuentro encima del lavabo una rosa blanca.

                —¿Y esto?—me acerco y veo una nota flotante al lado de la rosa, un poco asustada la tomo y empiezo a leer—."Para ti, mi chica especial♡...

                 Mientras leía las palabras iban desapareciendo—: ...Scott"—y la nota desapareció.

                   —Aún no empiezo a beber y ya me empiezo a poner creativa.

[...]

               Bajé al primer piso, sintiendo nervios con cada paso al acercarme a la puerta.

                  Posé mi mano en el pomo, suspiré y arreglé un mechón rebelde que se posaba en mi frente. Abrí la puerta.

               —Por poco te confundo con una modelo—me sonrió de lado—. ¿nos vamos?

pff, ¿qué crees? ¿que nos quedaríamos ahí toda la noche? já.

                 Asentí con la cabeza.

                 Al llegar al baile, pude reconocer a varios compañeros de clase, algunos bebían descontroladamente, otros bailaban, y otros... creo que necesitaban un motel.

               Fijé mi mirada en un chico en particular, Scott.

               Lo quedé mirando por unos instantes, él conversaba con amigos del equipo. Se habrá percatado de que lo miraba, ya que comenzó a acercarse con una sonrisa, dejando ver sus hoyuelos.

Wyntell © | PAUSADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora