Wyntell © | PAUSADA.

V

                 —¿Neithel?—sentí la respiración de alguien muy cerca de mi.

                 Abrí los ojos lentamente. Para reconocer a la chica en frente de mis ojos.

               —Lia...—me senté en el borde de la cama, luego miré hacia atrás—. Espera, ¿qué? ¿Lia?

             Ella rió dulcemente.

               —Es raro verte en el cuerpo de Scott. ¿qué está sucediendo en Wyntell?

              Coloqué mis manos en mi cabeza.

               Intenté recordar. Se supone que ahora, Sharon debía estar allá, por el cambio de cuerpos. Y Litzel debe estar enseñándole el lugar.

                —Lia.

                Me levanté de la cama, con los ojos de Lia posados en mi, no dijo nada, hasta que una lágrima mía hizo aparición por mi mejilla.

               —Neith... ¿sucede algo?—se levantó apresurada y se dirigió hacia mi.

                —Scott...—con una sola palabra ella me entendió. Caí con las rodillas en el suelo, miré mi muñeca, debajo del reloj, había un tatuaje.

                No cualquier tatuaje. Estos tatuajes son difíciles de conseguir, no hay nadie que te los haga, son de color blanco, usualmente. Se dice que, cuando tienes un alma gemela, como un hermano. El tatuaje aparecerá, y mientras mayor sea el lazo entre los dos, más fortaleza tendrás.

                  Pero cuando uno de los dos muere, el tatuaje se tornará oscuro. Scott y Neithel, tenían el tatuaje.

                —¿sucede algo con Scott? oh.. es cierto que al usar su cuerpo, tienes su memoria.

                —Lia.. no puedo..—dije entre sollozos.

               Supongo que ella no hizo nada además de sentarse a mi lado y mirar al suelo, ya que nunca me había visto llorar como ahora.

                —Nunca pensé que te afectaría tanto la muerte de Scott. Perdón..

                —Escucho su voz, Lia.. al hacer esto, es como si le estuviera dando vida. Como si él nunca hubiera muerto...

              Pasé mis manos por mis ojos, para secar las lágrimas. Luego me levanté suspirando.

               Lia se levantó conmigo.

                Miré mi reloj, marcaba 1  semana. Sabía que la próxima transformación sería de 1 mes, y después el infinito.

                Por ahora, mi única misión es permanecer en este cuerpo, Lia es una gran hechicera, por si yo olvido algo.. ella me lo recordará.                                                                           

         —Tus ojos—dijo Lia acercandose a mi con preocupación—. Son verdes, pero ahora se ven azules... son los ojos de Scott..

            Empecé a escuchar la voz de Lia con eco, de apoco me empezaba a sentir débil hasta que cerré los ojos... sabía que vendría un recuerdo de Scott.

Recuerdo.

          —¡Minz! ¡Miiiinz!— de la mañana que no lo encuentro, no debí dejar su celda abierta— Vamos, Minz, no te escondas..