One Shots Harry Potter 2 ¡PEDIDOS ABIERTOS!

Mujeriego (Sirius Black)

Sirius estaba en la torre de Astronomía, había quedado con James, hacía casi una hora, por lo que estaba empezando a pensar que su amigo le había dejado tirado.

Pero el sonido de alguien subiendo las escaleras llamó su atención, esperó encontrarse con alguien, pero incluso cuando los sonidos terminaron, Sirius seguía solo.

—Cornamenta, como me vuelvas a dejar tirado le contaré a Evans tu secreto con Minnie—regañó Sirius a su amigo, que sabía que se encontraría bajo su capa de invisibilidad, la cual habían usado juntos muchas veces.

—No soy James—dije debajo de la capa de mi hermano.

—¿T/N?—preguntó Sirius. Yo me quité la capa quedando frente a él.

Sirius se puso nervioso, siempre le había gustado, desde que entré en Hogwarts apenas un año después que él. Pero al ser la hermana de su mejor amigo, Sirius había intentado mantener las distancias.

—James se ha quedado en la biblioteca con Lily, y la verdad es que prefiero estar contigo antes que aguantarles — dije acercándome a él, para quedarme a su lado en la barandilla.

—¿Sabes para lo que habíamos quedado?—preguntó Sirius alzando una ceja.

Yo asentí.

—Ve sacando la botella Black, no he venido a ver las estrellas—dije recordando lo que me había dicho mi hermano, sobre una botella de Wishkey de fuego.

Sirius sonrió, sacando la botella de su túnica, pada después darle un trago y pasármela para que hiciese lo mismo.

Más de media botella después estábamos los dos sentados en el suelo, sentados el uno al lado del otro, diciendo tonterías y riendo por todo.

—No te tomaba yo por una chica mala T/N—dijo Sirius dándole otro trago a la botella, yo le miré sorprendido.

—Yo no soy ninguna monja Black — le reproché al moreno. Estaba cansada de que todos dijesen que era la "chica buena", que era lo contrario a mi hermano, que ya podría James aprender de mi y tonterías del estilo.

—Pruébalo—dijo Sirius de una manera que a mi me resultó demasiado sensual, con la mirada puesta en mis labios.

Yo me acerqué lentamente a él, rozando nuestros labios. Y justo en el momento en el que iba a besarle, tomé la botella de sus manos y me alejé de él.

Le di un largo trago mientras veía su expresión de sorpresa, que, sorprendentemente, era algo triste.

—No pienso dejar que juegues conmigo Black, eres un cabrón, sexy, pero un cabrón—dije paseando mi dedo por su mejilla.

Él parecía dolido, realmente le gustaba, no como el resto de chicas que simplemente le parecían guapas y quería pasar un buen rato con ellas. Sino que de verdad le gustaba, pero yo creía que era un juego.

Me levanté entregándole la botella, debía volver a la cama, antes de que hiciese alguna tontería. Pero en un movimiento rápido Sirius se puso de pie a mi lado, y me tomó de la mano, para que no me marchase.

—Puedo cambiar, por ti—dijo Sirius sorprendiéndome con su seriedad. Pero no podía creerle, y sin poder evitarlo comencé a reír.

—La gente no cambia, solamente hace tonterías—respondí, intentando zafarme de su agarre, pero no pude. No me estaba apretando la muñeca, pero tampoco me estaba dejando escapar.

—Hare muchas tonterías pero es que me gustas de verdad—dijo tomándome también de la otra mano, acercándome a él.

—Hare tonterías tan grandes como las que hace James, solo por ti— continuó diciendo, pegándome a su pecho.

—Lo que pasa es que James esta enamorado— dije aguantando la risa, esto estaba siendo completamente surrealista. Sirius estaba hablando de una manera tan seria que le creería, si no le conociese tan bien.

—A lo mejor yo también lo estoy—respondió el moreno, que sonaba realmente dolido.

—No Sirius, lo tuyo es una obsesión momentánea, hoy soy, mañana será otra. No te preocupes, se te pasará—dije consiguiendo que me soltase, por fin. Y marchándome de la torre.

Aun que lo que no supe en ese momento es que dejé atrás a un moreno roto, que vio como la chica de la que esta enamorado no solo no le creería en sus sentimientos, sino que también lo acusa de mujeriego.