Vuelta a Hogwarts pt2 (Remus Lupin)

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Pero las cosas no fueron tan felices como parecía.

Después de la boda nos mudamos a un apartamento, lo que pudimos costearnos, que no fue mucho. Había podido hacerle creer que mis sentimientos eran fuertes, pero había evitado toda clase de contacto físico con él.

Nuestra vida era bastante difícil, encontrar trabajo de profesor no era nada fácil, y menos para un licántropo. Yo tenía diferentes trabajos, ayudando estudiantes como extraescolares... Prácticamente no pasábamos tiempo juntos.

Era casi como vivir con un extraño.

Pero eso no paraba a Remus. Él seguía intentándolo, preparaba citas románticas cada vez que estábamos juntos. Era muy detallista.

Eso me dolía más. Veía como se esforzaba, como siempre estaba para mi y yo solo podía sentirme insuficiente. Mis sentimientos no eran los que Remus merecía. Merecía alguien que le quisiese sin importar el que.

Yo no sentía lo que debía. ¡Era mi marido! ¡Y ni siquiera nos habíamos besado!

Lo había pensado mucho. Le había dado vueltas sin parar en mi cabeza. Con cuidado quité el anillo de mi dedo y lo dejé junto a una nota. Antes de marcharme.

Podría mentir y decir que lloré, o que lo pasé fatal marchándome de esa casa. Pero estaría mintiendo. Me sentía bien, sabía que era lo correcto, ya no tendría que fingir y él tendría la oportunidad de ser feliz.

Me aparecí en la casa de mi padre, y mi padre apareció por la puerta antes de que me diese tiempo a llamar. Como si hubiese sentido mi presencia.

No dijo nada, sabía que me dejaría hasta que yo decidiese hablar con él. No me presionaría.

Mi vida allí fue bastante monótona, pasé las semanas trabajando, llegando a casa, ayudando a mi padre, durmiendo y otra vez igual.

Con el paso de las semanas empecé a sentirme vacía de nuevo. Fue entonces cuando me di cuenta que era el momento de hablar con mi padre.

—Sé que no te va a gustar escuchar esto T/N, pero no has hecho lo correcto— dijo en cuanto me senté a su lado, en el sofá.

Yo asentí, me iba a doler, o molestar lo que me dijese, pero necesitaba escucharlo, necesitaba los consejos de mi padre.

—Estás enamorada de ese chico, pero has estado ignorando tus sentimientos, porque te da miedo volver a perder a la gente que quieres...—respondió mi padre.

Yo negué con la cabeza, él no lo entendía. Nunca me había gustado Remus, solo me hacía sentir feliz porque así no estaba sola.

—No es eso papá...— comencé a decir, pero me interrumpió rápidamente.

—Solo hay que verte hija, podrás mentirte a ti misma, pero no a mi—dijo apretándome el hombro.

Eso me hizo empezar a ver las cosas de otra manera. Igual no estaba evitando el contacto físico con él, sino los sentimientos que él me provocaría si nos tocásemos. Perder a mis amigos había sido duro, y cuando empecé a salir con Remus creí que podría volver a ser feliz.

Y quizá era por eso por lo que había acabado alejándome de él. Cuanto más feliz estaba con él más miedo tenía de perderle.

—Deberías hablar con él—dijo mi padre dejándome sola con mis pensamientos.

Por primera vez en mucho tiempo sentí como se me aceleraba el corazón, creo que había pasado tanto tiempo huyendo de mis sentimientos que me sorprendía darme cuenta que los seguía teniendo.

Me levanté de golpe. Había algo que se había quedado atrapado en mi cabeza. Tenía que besar a Remus, necesitaba besarle. Eso me demostraría que era lo que realmente sentía por él.

En apenas un abrir y cerrar de ojos me aparecí en la puerta de nuestro pequeño apartamento. La verdad es que debíamos buscarnos un lugar mejor, ese era una mierda.

"Debíamos" a alguien le está traicionando su subconsciente.

Llamé a la puerta, esperando que Remus estuviese dentro. Escuché unos cuantos ruidos que venían del interior antes de que la puerta se abriese.

Remus, con una bata de andar por casa y una cara de cansancio me abrió la puerta. Pude ver como su expresión cambiaba a sorpresa en un instante.

—¿T/N?—preguntó. Pune notar por su tono que había estado llorando. Y era por mi culpa, por no haberme dado cuenta antes, de lo que él significaba para mi.

Yo no pude responder, necesitaba hacerlo, necesitaba besarle.

Me acerqué rápidamente a él, le tomé por el cuello y le pegué a mi, besándole.

En ese momento me permití tener sentimientos, dejé de lado todos mis miedos, y me di cuenta de lo equivocada que había estado creyendo que no tenía sentimientos por Remus, sí los tenía, pero me daban mucho miedo.

Remus al principio no reaccionó, pero me tomó con una mano del cuello y la otra de su cintura, pegándome a él.

De repente Remus se alejó de mi, asustado, y subió sus manos hasta mis mejillas. No me había dado cuenta, pero estaban empapadas. Había estado llorando.

—¿Estás bien?— preguntó Remus preocupado, metiéndome dentro de la casa y cerrando la puerta.

Yo asentí.

—Estoy enamorada de ti Remus...—dije sin poder parar de llorar. Él no pudo ocultar una gran sonrisa.

—Nunca me habías dicho eso...—respondió Remus, mientras paseaba sus pulgares por mis mejillas, haciéndome cosquillas.

—Lo sé, y lo siento. Pero estoy enamorada de ti, y no tenía que haberme marchado, pero me daba demasiado miedo perderte. Pero ya me da igual, pase lo que pase, esto vale la pena—dije volviendo a lanzarme a sus labios.

One Shots Harry Potter 2 ¡PEDIDOS ABIERTOS!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora