One Shots Harry Potter 2 ¡PEDIDOS ABIERTOS!

Vestuarios (Blasie Zabini)

¡Maldita sea! Acababa de salir de la ducha, y en el momento en el que me puse a buscar mi toalla y mi ropa me di cuenta de que no la tenía.

—¡Blasieeee!—grité, desde las duchas femeninas.

Era la única chica que entrenaba hoy en el equipo de Quidditch. Y me había dejado, sin querer, la ropa en los vestuarios, que eran mixtos, y no pensaba aparecer allí desnuda para buscarla.

—¡Blasieeee!—grité de nuevo.

La puerta de las duchas se abrió de golpe.

—¿T/N? ¿Estás bien?—preguntó preocupado, entrando en la habitación.

—¿Puedes traerme mi ropa? Me la he dejado en la taquilla—le dije desde el cubículo de la ducha, intentando taparme con la cortinilla de la ducha, pues también me había dejado la toalla y la varita.

Vi como Blasie aparecía por el pasillo, riéndose de mi.

—¿Qué me das si te lo traigo?—preguntó acercándose a mi, que estaba cada vez más nerviosa, tapándome con la estúpida cortinilla, que no ayudaba en nada.

—Blas por favor, tengo mucho frío—le supliqué tiritando.

—Quiero saber ¿qué me vas a dar a cambio?—preguntó pausadamente, de nuevo.

Saqué mi mano y tomé la suya, solté la cortina, quedándome completamente desnuda y metí a Blasie en el cubículo.

Apoyé su espalda contra la pared y comencé a besarle. Pasé mis manos por sus hombros y pecho, hasta llegar a su espalda. La acaricié lentamente de arriba a abajo. Él al principio estaba demasiado sorprendido, pero rápidamente me siguió el beso.

Sus manos bajaron rápidamente hasta mi cintura, para pegarme completamente a él.

Yo seguí acariciando su espalda, hasta que tomé uno de los grifos y lo abrí.

Rápidamente me aparté, para que no me cayese encima el agua congelada.

—¡Ahhh!—gritó Blasie, girándose rápidamente para cerrar el grifo. Había sido poco tiempo el que el grifo había estado abierto, pero estaba empapado

—¡Ahora sabes el frío que tengo! ¡Ve a por mi ropa!—le grité, abrazándome del frío.

—Voy—dijo saliendo de la ducha, mientras mojaba el camino por donde iba.

—Pero no pienses que esto va a quedar así...—dijo volviendo a donde yo estaba, y dándome un corto beso en los labios antes de salir corriendo a la zona de vestuarios.

Cuando Blasie volvió con todas mis cosas se quedó parado frente a mi, pero lejos, para que no llegase a por ello. Yo salí de la ducha, seguía desnuda y me estaba congelando.

—Este fin de semana ¿quién me va a invitar a las cervezas de las tres escobas?—preguntó Blasie apartando sus cosas, para que no llegase.

Yo sonreí.

—Yo te invito—dije dando otro paso hacia él. 

Blasie acercó su cara hacia mi, y yo rodé con los ojos. Quería que le besase.

Yo pasé mis manos alrededor de su cuello y pequé sus labios contra los míos. Él dejó todas mis cosas en el banquito y pasó sus brazos por mi espalda, colocándome la toalla sobre los hombros.

—Gracias...—dije alejándome de él, y sujetando la toalla.

Él se acercó y me dio un beso en la nariz.

—Te espero fuera—dijo saliendo de la zona de duchas. Yo asentí con la cabeza mientras comenzaba a secarme.