Mientras descendía por el ascensor sintió que poco a poco el calor disminuía. ¿Qué había hecho?, Era una pregunta estúpida. Sabía que había hecho, o por lo menos, lo que casi hacía. ¿Cómo pudo ser tan estúpida? era la pregunta que rondaba por su mente mientras salía por el vestíbulo del edificio.
Esperó un taxi. Y esperó. Y esperó. No pasaban, no paraban o iban ocupados. así que caminó. Aún avergonzada por lo ocurrido. ¿Le afectaría en su trabajo el haber rechazado acostarse con el jefe y haberlo llamado Hijo de puta? ¿O le afectaría que lo haya deseado? Se imaginó los comentarios de los demás empleados. <<Despedida por rechazar follar con el jefe>>.
¿Y si se hubiera acostado con él? Oh, Dios. <<Despedida por acostarse con su jefe>> Mañana él no iría a trabajar, pensó. Así que quizás tendría un día aliviado. Pero de todas maneras, no se podía asegurar... Y llevaría el café y el puto pastel que él pidió.
Sin darse cuenta, llegó a la Universidad. Y cuando vio la hora, ya eran las 2 AM. Sólo llegó a su habitación, entre avergonzada y preocupada por su futuro laboral.
Al llegar al trabajo, luego de un calmado día de universidad, en donde lo único extraordinario que había ocurrido, era que un grupo de alumnos fueron arrestados por portar algún tipo de alucinógenos ilegales, Se sorprendió al entrar a la oficina ver que Niall estaba ahí. Con las manos entrelazadas, y con los pies sobre la mesa. Parecía estar cantando algo, pero cuando entró ella él se puso en orden rápidamente.
–Aquí está su café, señor.
–Y el pastel.
–Y el pastel–Repitió ella con una sonrisa nerviosa. –Señor Horan, debo hablar con usted.
Narra Niall.
Hablar conmigo. ¿Hablar conmigo? Y lo dijo en tono de orden. El que da órdenes aquí soy yo. Pero no estaba de ánimo para discutir.
–Luego de que coma–temía que su conversación esté relacionada con el encuentro de ayer.
–No. Ahora. Es de verdad necesario. –__________ se sentó con las piernas cruzadas en frente mío. Por lo que se podía ver algo de sus muslos. –Lo de ayer… Fue… Bueno, fue un arrebato. Espero que me disculpe, si lo he ofendido…
–¿Ayer? Ayer no ocurrió nada, Señorita Nell. ¿Por qué? Ayer recuerdo encontrarla en un bar y nada más. Ah, creo que rocié un poco de mi bebida sobre usted. Discúlpeme por eso. ¿Debería saber algo más? –Espero haberla engañado. No creo soportar que otra de mis secretarias se vaya, sobre todo si ellas es la más competente de todas las que han venido. Eso debe ser.
Narra _____.
<<¿Qué?>>
lo miré sin entender, pero lo tengo que admitir me alegra un poco que no se acuerde de lo sucedido en su departamento, o si se le puede llamar así, ¿por qué mierda vivirá en un Hotel?
-Si es todo lo que quería hablar, puede retirarse a su escritorio- digo en un tono seco, tenía el ceño fruncido. Como si no entendiera a lo que me refería.
Suspiré frustrada y me levanté de la silla, camine lentamente a mi lugar, apenas podía razones las cosas que había sucedido en menos de 24hrs.
Me senté en mi lugar y lo mire, aun me miraba, ¿porque me mira tanto?, aparto su miraba de mi para mirar hacia el ordenador. tecleaba, miraba papeles y otras cosas... parecía ignorar mi presencia.
