capítulo 5.

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______________ Estudió un poco y ordenó su habitación. Su pequeña habitación. Se dio una ducha y abrió su Laptop. Quizás alguna de sus amigas de Los ángeles estaba conectada. Mariah estaba en la red, suerte. Con ocho horas de diferencia, era muy raro encontrarla conectada a las 4 de la mañana. Así que encendió la cámara del Laptop y conectó el Skype. 

–¿Cómo está todo por allá? 

–Como siempre. Tu mamá está excelente, el otro día fue a casa de la mía y tomaron té. Comentaron tu sueño de que tú querías comprarle una casa. ¿Quieres vivir en Irlanda o te vienes para casa?

¿Lo había pensado? Seguro que no. Y no sabía la respuesta. Amaba casa, amaba Los Ángeles, amaba Estados Unidos. Pero no estaba segura ahí. En Irlanda podía asegurarle una buena vida a su madre, y dejar a su padre en L.A. Con su mierda.

–No lo sé, pero ahora no estoy bien económicamente– Era cierto, casi, si hubiera estado sin las comidas otorgadas por la Universidad y por la beca, estaría con Dianna disputándose por la última salchicha del mes. –Mamá no lo sabe, y no lo sabrá, así que no se lo cuentes para que no se preocupe. Encontré trabajo en una oficina. Es tranquilo y la paga… Me sirve– Sin mencionar que el jefe era una mierda. –¿Cómo están los demás? 

–¿Tu padre? 

–También. 

–¿Cuándo vas a dejar de odiarlo? 

–Cuando deje de abusar de mi madre. Tú sabes, no lo odio, es mi padre y mi mamá está ciega de amor por él, jamás caeré en eso. Pero en este momento, quiero saber de ustedes. ¿Han ido a más fiestas sin mí? –Ella hizo una mueca de tristeza. 

Extrañaba a sus amigos de la escuela, del barrio en el que vivía. 

–Muchísimas–Sonrió Mariah.–Pero no son lo mismo sin ti. Lo sabes. 

–“Yeah” –el típico acento americano se asomó por los labios de _______. –Sabes, los extraño muchísimo más que ustedes a mí. Tengo una amiga que es de…–Pensó un momento–Tennessee, creo y supongo. 

–¿Y todo está bien en tu trabajo? –encendió un cigarrillo al otro lado de la cámara. 

–Excelente, sin mencionar que el jefe es un déspota de mierda y que la paga es tan bajísima que tengo que ahorrar menos de la mitad para que me alcance para vestirme. No he podido salir a divertirme ni a conocer la ciudad ningún día desde que llegué porque no tengo una mierda de dinero. 

–Genial, así que todo va bien. Entre comillas. 

–Sí, al menos en clases me va bien. 

–Eso está mejor nena– Mariah era morena, con labios pronunciados y un par de tetas que más de una vez les sirvieron para distraer a los tipos de los mostradores del supermercado mientras _____ y sus amigos tomaban uno o más licores. Era genial, a veces. Cuando no era divertido era cuando _____ iba caminando por la calle con mariah y uno o más trabajadores le gritaba mierdas como “Par de tetas, amor” O cosas así. Lo peor era que Mariah sabía de su don de tetas y le sacaba provecho vistiéndose ceñida y dejando el escote, pero no era puta. Jamás se había acostado con alguien que no sea su novio. Que habían sido tres hasta ahora.

[…]

Narra Niall.

Mamá me había pedido dinero otra vez. Liesel gasta el dinero en otra cosa. Estoy seguro, y sé que no es algo bueno. Salí rápidamente del cementerio esperando no encontrarla por ahí. Subí a mi Mercedes Benz CSC, gris. No quería volver a casa-Si es que le puedo llamar casa-, no quería llegar… La imagen de ________ vino a mi mente. Ella estaba aburrida de mí, de la forma en que la trataba. Pero aún así ella perseveraba conmigo. Intentaba llevarse bien conmigo. Y ese pastel sólo empeoró todo, trayéndome al Cementerio por primera vez en cinco años. A ver al bastardo de mi padre. Pasé a un bar-En Dublín, hay muchos, pero mi favorito era el Neary's- Me senté en la solitaria barra y pedí un Blue Lagoon. Sabía que debía conducir a casa, pero no me importó. 

[…]

Había cerrado su Laptop y escuchó el ruido de la puerta. Dianna estaba parada con ropa de calle.

–¿Qué haces así? –preguntó _____ que estaba con pijama. 

–Salgamos. Vamos a un bar cerca de la universidad. Queda cerca de aquí. Tengo dinero, así que yo invito. Vístete. 

–No, no iré, estoy cansada. 

–Vamos, son las nueve de la noche, iremos sólo un rato. Sin discusión.

Luego de un rato de discutir, ella se vistió y salieron. Usaba una polera ajustada y unos jeans negros. Con tacos de color plateados. 

–Se llama Neary’s. Queda cerca del campus, así que es aceptable. –Dijo Dianna como hablando en voz baja. 

–Me gusta–______dirigió una sutil mirada por el interior. 

–Ve a pedir unos tragos, yo te espero por allá–Dianna señaló unas mesas de un costado del bar.

[…]

–Dos Screwdriver, por favor. 

Se sentó en uno de los taburetes de la barra a esperar los tragos. Una voz cercana exclamó. 

–Tony, sírveme otro, están buenísimos–al girarse hacia la barra, él alzó su copa y derramó un poco de su trago sobre ______. 

–Hijo de… ¿Horan?

–El mismo. –Quedó con la boca abierta. 

Ella estaba tan ardiente. Y él tan borracho. Sonrió a medias. 

–Señor, horan, discúlpeme, no fue mi intención tratarlo de esa manera. Él rió. Rió fuerte. 

<<¿Se está burlando de mí>>

–discúlpame tú, me he mareado un poco… Creo… Me he mareado… 

–¿Está bien? –Joder, no está bien, sus labios se secan y sus ojos no ven bien. Está borracho y quiere vomitar. 

–Tony–Sonrió él–Aquí tienes, págate y quédate con el cambio. 

<<mierda, ese billete es de 100 dólares>> 

Niall se levantó bruscamente provocándose un mareo. 

–Joder.

Ella se levantó automáticamente y lo apoyó en ella, apoyó sus brazos en su torso afirmándolo. 

–¿Vino solo, señor? 

–¿Ves a alguien conmigo? 

<<Vaya, que directo>>

–Vamos, lo llevaré a casa.–Hizo una seña a dianna que asintió con la cabeza y saltó a recoger los tragos. Caminaron hasta la salida. 

–No, ni que fuera tonto, sé manejar. 

–Señor, no en éste estado. ¿Vino en auto? 

–Sí. Es el Mercedes de ahí.

__________ lo llevó afirmado de la cintura y él apoyaba su brazo en el hombro de ella. no protestó. Quizás sabía que estaba tan borracho que había repetido mientras ella lo llevaba afirmado que mañana no iría a trabajar unas ocho veces. Reía pensando en _______. No sabía que las jornadas de trabajo terminaban al salir de la oficina, no debía cuidarlo fuera de ésta. 

–Abra el auto, señor Horan 

–Claro, señora. –dijo sin protestar y con una sonrisa de oreja a oreja. 

Ella se sonrojó. 

Sacó frustradamente las llaves de su auto y luego de tres intentos, pudo sacar las llaves de su bolsillo del pantalón. 

–Toma, tú conducirás… 

____________ le abrió la puerta y él entró a duras penas, se apoyó en el respaldo de la silla del copiloto y cerro los ojos. Ella entró por el otro lado. 

–Abróchese el cinturón. Señor…¿Señor? Niall… Joder. 

El se había dormido.

Eres un Arrogante. Niall Horan y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora