La confesión de Lena

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Narra Lena

Conduje sin ningún rumbo durante mucho tiempo. Al ver que ya eran las cinco de la tarde, decidí regresar a mi hogar. Había pensado con todo lo revelado. Y decidí investigar por mi cuenta mis orígenes. Aunque me sentía bien de salud, también me sometería a un examen exhaustivo.

En el piso no había nadie. Me hubiera gustado que Kara estuviera, para hacerle un resumen de cómo había ido la entrevista. Dudaba de si contarle todo o no, quizás sería mejor contrastar antes. No deseaba que pensase que era un monstruo.

Me dispuse a hacer la parte de limpieza que tenía asignada. En la salita encontré el móvil de Kara. Pensé en la despistada que podía ser. Observé que había muchas fotos de nosotras dos con uniforme. Determine quitarlas, al recordar que la hermana de mi amor la visitaba aquella tarde y quizás la llevaría al piso.

Tras dejar terminar con las tareas del hogar me duche. Cuando salí escuche el móvil de mi compañera de piso sonar. Miré el reloj y eran ya las siete de la tarde. No quería contestar a la llamada y se detuvo. Pero volvió a sonar otra vez al cabo de unos minutos. No evite mirar quién la estaba llamando. Se trataba de Álex.

Pensé que sería mejor responder, quizás Kara se había retrasado en la cita debido a la reunión en la base. También era extraño que no hubiese venido al piso por ponerse ropa de civil.

- Hola Àlex, soy Lena.- me siento algo cortada. Me siento algo nerviosa, hablaba por primera vez con mi hipotética cuñada.- Soy la compañera de piso de tu hermana, lamento decirte que se ha dejado el móvil en casa.

- ¡Encantada Lena de saludarte!- dijo amablemente la chica.- Mi hermana me habla mucho de ti. Gracias por cuidarla por mí.

- ¡De nada! Nos cuidamos mutuamente. Tienes una hermana muy adorable y se hace querer un montón.- me sonrojó.

- ¿Por cierto, Kara debe estar viniendo para la cita? Llevo ya una hora esperándola.- dijo mostrándose un poco crispada por su impuntualidad.

- Supongo. Esta mañana me ha comentado que tenía una reunión y quizás se ha alargado...- trate de quitarle importancia. Pero por dentro empecé a preocuparme.

Nos despedimos rápido y de dirigí a coger mi móvil. Quería hablar con Max. Me extrañaba que Kara estuviera aún en la base, pues había sido la segunda en entrar en el despacho.

- ¡Te odio Max, siempre que te necesito estas desconectado!- exclamo con rabia tras escuchar su buzón de voz.

Decido llamar a la base, conozco al soldado que estaba haciendo la guardia a la puerta de acceso al recinto. Me informa que Kara hacia una hora que se había ido. Más tranquila me visto. Escucho la puerta del piso abrirse. Pero por la forma de andar de la chica que ha entrado ya deduzco que no es mi amada.

- Hola Lena. ¿Estás mejor?- pregunta Maggie nada más verme salir en la salita.

- Sí, gracias. Siento si te he preocupado al irme tan rápido. La entrevista me ha removido algo por dentro... ¿A ti te han preguntado muchas cosas de tu vida privada?- esperaba sentir una respuesta afirmativa, por atenuar mis paranoias. Creía que al ser una Luthor les interesaba especialmente, para usarme para ir contra mi familia.

- Algo, pero no te preocupes es confidencial.- me relajo un poco, aunque era una cosa que ya sabía.- ¿Llevar el apellido Luthor te debe de incomodar mucho?

- Sí. Aunque podría cambiarme el apellido, pero lo conservé. Me recuerda lo que jamás quiero llegar a ser.

- Es la mejor actitud que puedes tener.- la felicito Maggie.

- ¿Y Kara? Pensé que vendría contigo.- le pregunto.

- No la he visto. De hecho, tras irte tu ella entro a su entrevista con el Comandante Eaton y una Generala y no la vi más. Bueno, yo entre en otro departamento junto a Win. Des de entonces no la he visto más. ¿No ha llegado?

Su revelación me inquieto. Me dirigí en su habitación y accedí a dentro, con la esperanza que estuviera en la cama descansando. Pero no estaba tampoco allí dentro. ¿Kara dónde te has metido? ¿Y si se había atrevido ir al encuentro con su hermana con uniforme? Lo dudaba, pues le solía costar expresar sus emociones y no le gustaba dañar a la gente que quería.

Regrese en la salita, sitió dónde había guardado el móvil de mi amor, pero vi que Álex no había vuelto a llamar. Quizás ya se habían encontrado.

Maggie me había seguido algo desconcertada, preocupada por mí al verme padecer tanto por ella.

- ¡Quizás te sientas un rato y cojas aire! Si no te calmas te va a coger un ataque cardiaco.- lo dijo con humor y me hizo reír.

Nos dirigimos en la cocina y mi nueva amiga insistió en que me tomara una infusión de tila. En verdad, eran demasiadas emociones para un solo día. Y el proyecto Supers me tenía también un poco descolocada. Intuía muchos cambios en mi vida. Dejar la rutina en la base, mentir, viajar mucho, dirigir la compañía L-Corp, afrontarme con mi familia, conocer mi pasado y dejar de ver a tanto a Kara, incluso quizás dejar de vivir con ella. Era incapaz de concebir una vida sin ella. Ya sabía que nunca habría nada entre las dos, pero necesitaba sentirla cerca, protegerla...

- Lena, si me permites una pregunta indiscreta...- me pregunto Maggie, tras sentarse a mi lado y disfrutar de su café recién hecho.

- ¡Por supuesto, puedes hacerla!

- ¿Estás enamorada de Kara, no? Por eso estás tan preocupada por ella y te veo muy triste.- me puse rojo como un tomate. Creía que no se me notaba mis sentimientos por ella. Me esforzaba por que fuese de aquel modo, para que ella no se percatase y me apartase de su lado.

- La verdad, sí.- los ojos se me humedecieron.- Amo mucho a Kara. Tan sólo ella me hace feliz y me ha despertado mariposas en el estómago. Cada vez que la miro, la siento o escucho su voz me quedo sin respiración. Su mirada es tan tierna y dulce. Sin ella...- me detuve porque en aquellos instantes me pareció que la puerta se había abierto. Me levante rápido, pero cuando llegue en la antesala de la puerta no había nadie.- Pero si he sentido que la puerta se cerraba. ¿Lo has escuchado?

- Sí.- responde Maggie por mi alivio. No era producto de mis deseos. Abro la puerta y no hay nadie a fuera. Iba a salir para bajar a la calle, a ver si veía a Kara. ¿Y si había entrado con sigilo al piso y había oído mi confesión?

Me lo negué. No podía ser. El móvil de Kara volvió a sonar y lo cogí rápido. Maggie deduciendo mi intención anterior, corrió escaleras abajo. Se lo agradecí.

- ¡Socorro! ¡Por favor Kara o Lena, necesito ayuda! Me están persiguiendo un par de hombres. Tengo mucho miedo.- Álex estaba muy desesperada.

- ¿Dónde estás? Ahora vengo.- le dije sin dudar. Le facilito su ubicación. Me extraño que estuviera en aquel barrio tan periférico. Pero no había tiempo para resolver aquellos misterios.- Por cierto, intenta dirigirte en una calle transitada.

- ¡Gracias Lena! Pero por favor no tardes.

Cogí la cazadora de cuero negra, que suelo usar cuando voy con la moto, y baje rápido las escaleras. En medio camino me cruce con Maggie.

- No he visto a nadie sospechoso ni a Kara.- me informó nada más verme.- ¿A dónde ibas con tanta prisa? ¿Alguna novedad?

- ¡Acompáñame, por favor! La hermana de Kara está en peligro.- la chica me siguió sin protestar, era una persona de acción.

Tan sólo túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora