Que me ames como yo te amo a ti

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Él día había llegado, los preparativos habían sido varios, a pesar que me reprendías a que fuera austera, sencilla, me negué ¡No todos los días te casas!

Esa se había vuelto la manera en la que siempre respondía  y a pesar de todo no te resistías a decirme que no.

–Felicidades Ren… ¿Quién lo diría? Finalmente fuiste capturado en el amor– murmura a mi espalda mientras acomodaba un pequeño cojín sobre la mesa más cercana.

–La diosa del amor es impredecible Icchi… lo mismo aplica para ti ¿o me equivoco?– levante una de mis cejas ante lo dicho, lo sabía, sabía que tus sentimientos y los de Ikki iban en la misma dirección, ambos sentían lo mismo y no podías negarlo.

–Eso… eso no es tema importante para ti en estos momentos– desviaste la atención para luego indicarme el momento en el que debía de salir.

Una ceremonia lo más privada posible, solo albergaba a aquellas personas importantes para ambos en nuestra vida, en nuestra carrera… la mitad emocionados no tanto como yo y otros aun incrédulos a que aquello fuera posible, pero creían al escuchar de la boca de Masato y mía él “Si, acepto”.

Una pequeña recepción, mientras todos reían y contaban una que otra anécdota ocurrida en el transcurso del tiempo, de los años, reías, reías desde lo más profundo de tu ser, reías con tu corazón, tomabas mi mano y hacías que sintiera que era real, que todo aquello era real, uno a uno los presentes nos daban sus buenos deseos entre un brindis, unos un tanto torpes, otros realmente más emocionados que nosotros quizás, uno a uno todos lo expresaban, al terminar cada mesa se sumergia en su propia conversación.

Quería hacerlo, deseaba reafirmar los lazos que tengo contigo, deseaba dar a demostrar por si quedaba duda el amor que siento por ti, me levantaba de mi asiento mientras me mirabas expectante seguramente en tu cabeza cruzo “¿Qué ira hacer ahora? Eres para mí más fácil de leer.

–  Sí me permiten interrumpirles… gracias… primero que nada, muchas gracias por venir, por ser parte de esto, por desearnos lo mejor, por estar a nuestro lado brindándonos su apoyo, sus fuerza– los gritos de euforia se podían escuchar de un par en particular

–Sí, sí…– reí –¿Quién podría siquiera imaginar que yo Jiguji Ren terminaría de esta manera… creo que nadie– y otra vez esos dos volvían a reír desquiciadamente –Sí, ya entendí… ok…pero quiero que sepan ustedes, todos los presentes y tu… Masato mi amado Masato, que fue inevitable, fue imposible no caer rendido ante ti, porque cosas tan sencillas, tan simples para los demás sin embargo no lo fueron para mí, porque me fije en ti… por tu sonrisa, por tu amabilidad, por tu preocupaciones, por tu comida favorita, por tu llanto, por tus celos, por tus besos, por una lista inmensa que describen lo que eres, lo que eres tú, tu forma de ser, todo lo que hace que seas Masato… Mi Masato… Mi Masato de ojos azules cual cielo, ojos esperanzadores que hacen que este insulso encuentre perdón en ti, porque eres demasiado para mi… Te amo, si te amo, desde el momento en que mis ojos te vieron la primera vez, te amo desde el momento que escuche tu armoniosa voz, te amo desde que tu sonrisa se volvió mi elixir… cursi o no… qué más da… Masato Te amo… Te amo… porque desde que me fije en ti, te amé, porque fijarme en ti hizo que en mi naciera y creciera este amor… porque estos sentimientos no se callan, porque piden más y más de ti… te amo, te amo… te amo– agachabas tu mirada tratando de ocultar ese sonrojo, lo único que fue audible para mis oídos fueron los aplausos de todos los presentes.

–Ren… eres un tonto– murmuraste mientras de tus ojos brotaban lágrimas de felicidad…

–Sí, soy un tonto, soy tu tonto amante– me besaste.

Una vida contigo, una vida a mi lado, que más daban los problemas, las adversidades, cada día sería nuevo, cada día conocería mucho más de ti, cada día seré capaz de encontrar muchas más razones para fijarme en ti… porque me fije en ti desde que te vi, porque me fije en ti porque me enamorare de ti… porque me fije en ti por amor… porque me fije en ti porque te amo, porque me fije en ti porque eres Masato Hijikawa, gracias por amarme tanto como yo te amo a ti.

FIN

Cosas que hicieron que me fijara en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora